El presidente Sebastián Piñera confirmó este miércoles que invitó personalmente al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, a la reunión de líderes sudamericanos -Prosur- que se desarrollaría el 23 de marzo en Santiago.
Días atrás, el mandatario llamó a los países de la región a sumarse a este nuevo foro. Y si bien había excluido a Venezuela por considerar que no cumplía con el requisito de ser una democracia plena, este miércoles confirmó la invitación a Juan Guaidó, con quien aseguró mantiene una comunicación “fluida y sistemática”.
“Tenemos una reunión de presidentes en el mes de marzo en nuestro país para discutir con altura de miras, y con decisión, muchos de los problemas que afectan a nuestro continente”, señaló.
Recordemos que Chile albergará en marzo una cumbre de presidentes con el fin de acordar el reemplazo de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), organismo que quedó acéfalo tras la salida de su exsecretario general, el colombiano Ernesto Samper, en 2017.
A ello se sumó que Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Perú, todos con gobiernos de centroderecha y derecha, suspendieron su participación en este bloque, lo que abrió la puerta al nuevo foro que intentará encabezar Chile.
“Por supuesto que está invitado a esa reunión, pero también sabemos que las circunstancias no están claras, porque Maduro ha dicho que si Guaidó, el presidente legítimo de Venezuela, vuelve a su propio país, el dictador lo va a tomar preso. No sabemos qué va a pasar”, señaló Piñera.
Además, el mandatario aprovechó de reiterar el llamado a las fuerzas políticas de nuestro país a definir su posición respecto al régimen de Nicolás Maduro.
“No son tiempos para ambigüedades, debilidades o pequeñeces. Estos son tiempos de definiciones, de acción y consecuencia, por eso llamo a todos mis compatriotas y dirigentes políticos a tomar partido por el lado correcto de la historia y apoyar al presidente legítimo de Venezuela, Juan Guaidó, en su lucha épica”, señaló.
Grupo de Lima coordina apoyo a Guaidó
El mandatario chileno ha sido uno de los más involucrados en la presión internacional sobre el gobierno de Nicolás Maduro. La semana pasada, Piñera viajó a la frontera entre Colombia y Venezuela para apoyar a Guaidó en su intento de ingresar ayuda humanitaria a su país.
Guaidó, que tenía prohibición de salida de Venezuela por la justicia de su país, viajó a Colombia el viernes y este miércoles llegará a Brasil para reunirse con Jair Bolsonaro.
Según información de Radio Bío Bío, ante la compleja situación judicial que enfrentaría Guaidó al retornar a Venezuela, el Grupo de Lima puso a su disposición a todos los embajadores y representantes diplomáticos en Caracas para que lo acompañen al momento en que decida volver al país y hacer frente a un posible encarcelamiento por parte de la justicia, tras salir de Venezuela a Colombia por una trocha o paso ilegal.
Guaidó burló la orden de prohibición para participar el lunes en Bogotá en una reunión del Grupo de Lima.
En esa cita, los integrantes del bloque -una decena de latinoamericanos y Canadá- se comprometieron a estrechar el cerco económico y diplomático al presidente de Venezuela Nicolás Maduro, pero sin recurrir a la fuerza, una posibilidad que había dejado abierta Estados Unidos, convidado a esa deliberación.
Venezuela está sumida en una severa escasez de alimentos y medicinas, que ha ocasionado un éxodo de 2,7 millones de personas hacia países de la región desde la agudización de la crisis en 2015.
Para Maduro, la crisis es producto del cerco financiero que le aplica Washington y asegura que la ayuda humanitaria esconde un plan de intervención militar de Estados Unidos en la nación petrolera.
Esa ayuda iba a ser entregada el fin de semana a través de la frontera con Colombia y Brasil, cerradas del lado venezolano.
Colombia reabrió su frontera el miércoles, pero con restricciones, debido a que se mantienen escaramuzas entre venezolanos que tratan de ingresar a su país y la Guardia Nacional Bolivariana de Maduro.
Las autoridades migratorias cuentan en 326 el número de miembros de las fuerzas armadas de Venezuela que desertaron y cruzaron hacia Colombia.
Pero el grueso, 365.000 efectivos, sigue leal al chavismo. También los 1,6 millones de milicianos civiles que integran los temidos colectivos, de los cuales se jacta el número dos del chavismo, Diosdado Cabello.