Tras el hallazgo del submarino ARA San Juan a un año de que se le perdiera el rastro, en Argentina surgen dudas respecto del operativo de búsqueda.
De acuerdo a lo publicado por Clarín, Chile, Reino Unido y Estados Unidos habían recomendado en 2017 que el rastreo se realice en el lugar donde finalmente hallaron el vehículo militar.
“¿Por qué el Seabed empezó su primera etapa de la búsqueda, que duró dos meses, con las áreas no prioritarias fijadas en el operativo internacional?”, manifiestan en el medio.
Tratando de despejar las incógnitas, apuntan que los 25 altos mandos que estuvieron a cargo de las primeras diligencias fueron removidos y que en noviembre se abrió una licitación para buscar recursos en el mar, coincidiendo algunas áreas en las que se buscó.
El medio añadió que el submarino fue encontrado en un sector denominado “1 área 15A-4”, a pocas millas donde un buque chileno tuvo los primeros contactos y se registró el último mensaje radial.
En la misma línea, informaron que la empresa Ocean Infinity, a cargo del rastreo, pudo contar con los antecedentes recabados por un experto estadounidense, sin embargo, decidieron buscar por su cuenta.
Asimismo, profundizaron que el buque chileno Cabo de Hornos, el que contaba con el sonar más adecuado para el lugar, había dado varios indicios que apuntaban a que el móvil se encontraba allí, pero tapados por rocas.
Por último, Clarín sostuvo que rechazaron el envío de un submarino no trupulado por parte de Gran Bretaña, situación que ni siquiera llegó a oídos del ministro de Defensa.