El expresidente panameño Ricardo Martinelli será extraditado desde Miami para responder a acusaciones de espionaje en su país, según decidió este viernes el Departamento de Estado de los EEUU y según lo confirmó el gobierno de Panamá.
“El vicesecretario de Estado (John J. Sullivan) decidió autorizar la entrega de Martinelli a Panamá bajo los cuatro cargos por los que fue pedido en extradición”, dice una carta enviada por el Departamento de Estado a la abogada Inna Shapovalov y obtenida por la Agence France-Presse.
En ella, la oficina rechaza los argumentos que había presentado el equipo de Martinelli para evitar su extradición, en particular los relativos al supuesto riesgo de ser torturado si es devuelto a su país.
Martinelli, de 66 años, era pedido por la justicia panameña bajo cargos de malversar fondos para crear una red de espionaje que alcanzó a 150 personas durante su mandato (2009-2014), incluyendo periodistas y políticos.
La justicia panameña lo investiga por una veintena de otros casos de corrupción, pero ninguno de ellos está vinculado al pedido de extradición.
Bajo el tratado de extradición entre ambos países, que entró en vigor en 1905, el expresidente solamente puede ser procesado en su país por los delitos por los cuales fue pedido en extradición.
En Panamá, el presidente Juan Carlos Varela confirmó que había recibido el aviso de entrega y aseguró que “todo se va a manejar en base a los procesos, las leyes y a la constitución del país”.
“Éste es un caso judicial que está en manos de la Corte Suprema de justicia y del sistema judicial panameño”, añadió.
Martinelli fue detenido el 12 de junio del año pasado y ha estado preso en Miami desde entonces.
Agotados los recursos legales, a los que Martinelli renunció el mes pasado, su extradición quedaba ahora en manos del Ejecutivo estadounidense.
Las ventajas de la extradición
Martinelli afirma que su pedido de extradición es una “vendetta” política de su exvicepresidente y actual presidente, que supuestamente lo habría “traicionado”.
El 15 de mayo, los abogados de Martinelli habían sometido un documento de 430 páginas al departamento de Estado en el que pedían al secretario Mike Pompeo “que ejercitara su discreción para negar el pedido de extradición de Panamá porque está motivado políticamente”.
Pero sus opositores en Panamá aplaudieron la decisión.
“Algunos pensaron que por los grandes favores que hizo Martinelli a Estados Unidos, (Washington) tendría que actuar de manera recíproca y ayudarlo”, dijo Mitchel Doens, exsecretario general del Partido Revolucionario Democrático (centro) y uno de sus querellantes.
“Pero fue una medida que realmente esperábamos porque no creíamos que Estados Unidos iba a cargar con un estigma de haber dado protección a un delincuente de la talla de Ricardo (Martinelli)”, añadió a la AFP.
El equipo legal de Martinelli había apoyado su caso diciendo que Varela había mostrado “falta de compromiso” con los intereses de Estados Unidos, como ejemplo cuando rompió relaciones con Taiwán y las estableció con Venezuela.
El propio Martinelli había hecho pública una carta en la que enumeraba las ocasiones en que él hizo “favores” a Estados Unidos. “Cuando la CIA me pidió que interceptara un barco norcoreano que estaba dejando Cuba y cruzaba el canal de Panamá, yo no pestañeé”, escribió.
Como sea, el expresidente llega en un año agitado políticamente frente a las elecciones generales de mayo del año próximo.
Según dijo su portavoz, Luis Eduardo Camacho, Martinelli espera presentar su candidatura como alcalde o diputado, ya que no han pasado los diez años requeridos para volver a postular a la presidencia.
“No podemos condicionar a que este país va a estallar porque venga él; no, no, no, eso no es así”, dijo a la AFP Balbina Herrera, otra querellante que perdió ante él las elecciones presidenciales de 2009, cuando se le preguntó si su presencia removerá el clima político.
De su lado, el expresidente panameño Ernesto Pérez Balladares (1994-1999) dijo al canal local TVN-2 que “siempre he dicho que ha sido una vergüenza para el país que haya un expresidente de la república preso en una cárcel de Estados Unidos. Él debió quedarse en Panamá”.
No obstante, al ampararse en el tratado de extradición de 1905, Martinelli tiene asegurado que sólo será procesado por la causa por la que se le pidió.