Nicolás Maduro Moros asumió la presidencia de Venezuela el 19 de abril de 2013, luego del fallecimiento de su antecesor y maestro, Hugo Chávez Frías, quien había llegado al poder en 1999, instaurando la denominada revolución bolivariana.
La llegada de Maduro al poder coincidió con un contexto internacional negativo para la economía, el superciclo del petróleo había terminado y el crudo experimentó una drástica caída, pasando de los 100 dólares por barril a fines de 2012 a los 33 dólares por barril en diciembre de 2015, según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Un daño considerable para un país cuyos ingresos por la venta de petróleo superan el 96%.
A eso habría que sumar el complejo ambiente político de la nación bolivariana, con un Maduro ampliamente cuestionado por diferentes sectores de la sociedad, que se ha polarizado en torno al gobierno.
En 2013, el PIB de Venezuela era de 267.213 millones de dólares según la Cepal y había aumentado en un 1,3% en relación a 2012. Mientras la pobreza alcanzaba al 32% de la población. Cinco años después, la situación es completamente diferente.
Aunque el gobierno de Maduro ha dificultado la entrega de datos sobre la economía venezolana, según Cepal se espera que para este 2018 la economía venezolana se contraiga en un 8,1%, de esta forma, habrá perdido el 50% de su PIB en el último lustro.
Por su parte, el FMI calcula que la inflación en 2018 será de un 13.000%, considerando que el promedio para Sudamérica se proyecta en un 5,6%.
Pero cómo uno de los países más ricos en el mundo, en cuanto a materias primas, ha llegado a experimentar una pobreza que supera el 80% de la población (según la última encuesta Encovi), un desabastecimiento de alimentos y medicinas, que ha obligado a más de un millón de venezolanos a abandonar el país.
BioBioChile consultó a tres economistas venezolanos, que evaluaron la situación de su país ad portas de unas cuestionadas reelecciones, que igualmente podrían extender el gobierno de Maduro.
Las causas y el origen de la crisis
Venezuela enfrenta este 2018 su quinto año consecutivo con decrecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB), extendiendo la crisis económica más grande su historia y se estima que al término de este lustro habrá perdido al menos el 50% de su PIB en comparación a 2013.
El economista marxista del Centro de Investigación y Formación Obrera, Manuel Sutherland, resalta que la crisis venezolana se podía advertir hace varios años, a causa de una serie de políticas erradas por parte del gobierno.
“La producción cae tanto -en mi criterio- por una destrucción del aparato productivo agrícola, comercial formal e industrial, que se viene gestando más menos de 2004 a 2005, con una apreciación excesiva de la moneda, que vino acompañada con tres factores que empeoraron su sobrevaluación: la emisión de dinero inórganico, la baja tasa de interés para comprar dólares y el gasto público desaforado”, señala.
Por su parte, el economista y académico del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) en Caracas, José Manuel Puente, agrega que la baja del petróleo no fue la clave de la actual crisis en Venezuela, sino que sólo fue un detonante, que dejó a la luz una serie de decisiones equivocadas que se tomaron durante el chavismo en materia económica.
“La crisis ha sido muy aguda y extensa y el origen del problema es la consecuencia de 20 años de decisiones de políticas-económicas equivocadas y un modelo de desarrollo equivocado, que llevó a Venezuela a su peor crisis económica”, expresa.
Puente agrega que los errores del modelo se grafican en al menos cinco políticas que son las causantes de la actual crisis: el control de precios, las tasas de interés y los controles de cambios; las restricciones al mercado laboral y la política de expropiaciones y nacionalizaciones, que “mataron la producción”.
En la misma línea, la economista y académica de la Universidad Central de Venezuela, Sary Levy, plantea que las profundizaciones realizadas en el modelo de la “revolución bolivariana”, trajo como consecuencia el destrozo de la producción.
“A partir de 2007 se plantea la radicalización del modelo, implementando un modelo productivo socialista, que va ir controlando los activos privados en manos del régimen, pero además con un abandono total del enfoque productivo y de la eficiencia productiva”, esgrime Levy.
Sutherland puntualiza que los errores cometidos desde el chavismo en los años de bonanza del petróleo agudizaron la caída que se da por los ciclos económicos a la baja.
“Cuando en Venezuela se tenía cierta claridad sobre qué medidas de ahorro tomar para evitar que la renta petrolera sobrevalorara la moneda, aumentara las exportaciones y destruir la producción nacional, el chavismo hizo todo los contrario y extremó los efectos nocivos de la renta excesiva en la economía y a eso se sumó por un saqueo del ejército y civiles, para protagonizar la fuga de capitales más grande del mundo”, puntualiza Sutherland.
Chávez o Maduro
La crisis venezolana ha polarizado al país y de acuerdo a distintas encuestas, Maduro tiene más de un 80% de rechazo en la población, que lo ha sindicado como el principal responsable del detrimento de la economía.
“La gente responsabiliza a Nicolás Maduro y sus ministros por los errores, además de todas estas ideas intangibles como la derecha, el imperio norteamericano, la guerra económica, todas estas ideas que no pueden ser verificadas”, afirma Puente, pero agrega que en realidad hay un modelo impulsado con Chávez que causó la crisis.
“Más allá de todas estas percepciones, sin lugar a dudas, las grandes tormentas macroeconómicas que vive hoy Venezuela, tiene que ver con las decisiones equivocadas que tomó Hugo Chávez desde 1999 (…) Maduro hereda una bomba de tiempo que le explota en la cara y no ha hecho nada para revertir este ciclo de desastre, pero sin lugar a dudas Chávez es el padre de la criatura”, recalca.
Sutherland realiza un análisis similar sobre la responsabilidad del exmilitar en la crisis económica, insistiendo que son “un mismo gobierno” y se repiten los mismos nombres en los cargos más altos del Estado.
“A Maduro le tocó un contexto en el cual se recoge la destrucción que se venía gestando en el gobierno de Chávez, donde las cosas se hacían mal pero los precios del petróleo tapaban lo pésimo que se administraba el capital social”, enfatiza.
Levy reitera que lo ocurrido en Venezuela se debe a un modelo económico y no de una persona en particular pero sí apunta a Chávez como su ideólogo.
“Esto es resultado de un modelo, esto no es un asunto de ponerle nombre, pero definitivamente el modelo tal y como fue pensado e instrumentado fue lo que nos trajo hasta acá. Desde esa perspectiva tú dirías que el ideólogo del modelo es el gran responsable”, sostiene.
¿Cómo habría sido con Chávez?
Maduro llegó al poder tras la muerte de Chávez, aunque ya era el vicepresidente, pero su ascensión como presidente coincidió con la agudización de la crisis económica, por lo que se podría plantear que la actual situación de Venezuela tiene más relación con una falta de manejo política suya y que con el exmilitar los daños -al menos- habrían sido menos perjudiciales.
Los tres economistas consultados por BioBioChile coinciden en que la crisis está más relacionada con un modelo económico y sus respectivas políticas, que con las habilidades del gobernante de turno, aunque plantean que al menos Chávez tenía un mayor peso político.
“Muchos creemos que el presidente Chávez tenía control y poder y habría tomado algunas decisiones para tratar de revertir el desajuste macroeconómico. Maduro es un presidente débil, que no cuenta con el respaldo de la población, no cuenta con el apoyo de su partido y uno de los grandes dramas de Venezuela es que el presidente Maduro no ha hecho nada en materia económica”, apunta Puente.
“Es probable que estando Hugo Chavez las cosas fueran menos mal, pero igual las cosas hubiesen ido muy mal, porque desde un principio la revolución con mucho dogmatismo y impericia, fue tomando decisiones erradas en materia económica”, fundamenta Puente.
“Yo creo que la situación había sido la misma, si se hubieran tomado las mismas políticas (…) simple y llanamente es posible plantearse que Chávez habría sido más pragmático, pero él estaba convencido de llevar a Venezuela a un modelo comunista/socialista”, asevera Levy.
En la misma línea, Sutherland advierte que el fallecido gobernante fue advertido de que sus decisiones podrían traer consecuencias negativas, pero que él las desestimó y no cambió el rumbo de sus políticas.
“Para mí la situación habría sido exactamente igual, no es que Chávez fuese una lumbrera en el ámbito económico. Ya en 2009 se dio una crisis similar, con una magnitud más pequeña (…) se tomaron algunos correctivos microscópicos y se siguió haciendo lo mismo, pese a que la evidencia mostraba la ruta hacia la crisis y hacia todos los problemas. Chávez tuvo miles de advertencias e ignoró todas”, concluye Sutherland.
“Guerra económica
El gobierno de Maduro ha sostenido que la falta de alimentos, insumos básicos y medicamentos, se debe a una “guerra económica” en contra de la revolución bolivariana, negando la existencia de una crisis como tal.
La tesis del chavismo señala que empresarios locales, por orden de Estados Unidos e intereses trasnacionales, han ocultado los productos de primera necesidad, además acusa de una especulacion cambiaria que ha contribuido a la devaluación del bolívar.
Sobre el planteamiento del oficialismo venezolano, los tres economistas descartan una supuesta “guerra económica”, afirmando que se trata de una excusa o farsa por parte del gobierno.
Sutherland califica esta tesis como “un disparate” y que es sólo una “especie de excusa ante la crisis”.
“De hecho Estados Unidos le ha puesto sanciones que le dificulta la venta de bonos, eso le dificulta en el mercado estadounidense, pero Venezuela puede comprar cualquier cosa en cualquier parte del mundo o emitir deuda (…)y aunque hay sanciones con EEUU sigue siendo el principal socio comercial de Venezuela”, indica.
Bajo el mismo argumento, el economista apunta a que las comparaciones hechas por algunos partidarios de Maduro con el Golpe de Estado en Chile de 1973, bajo la colaboración de la CIA, con el actual panorama de Venezuela no tienen sentido.
“La gente lo compara con el Chile de Allende y en verdad, lo que más se pareció al Chile de Allende es lo ocurrido en 2002, cuando hubo un paro patronal, hubo un sabotaje directo del empresario, negándose a producir y a vender, y hubo una confrontación directa que terminó con un golpe de Estado, pero desde entonces no se evidencia una guerra económica”, señala.
Una visión similar entrega Sary Levy, aunque señala que sí existe una “guerra económica”, pero es la que realiza “el gobierno contra la ciudadanía”, descartando cualquier “intervención extranjera”.
Soluciones
¿Existe una salida de la crisis económica de Venezuela si el chavismo sigue en el poder?, los tres economistas concuerdan en que debe haber un cambio, pues ven imposible que exista un cambio de rumbo con la actuales políticas del gobierno.
“Sin un cambio político, no habrá cambio económico en Venezuela. El gobierno de Maduro no quiere y no puede, porque están atrapados en una camisa de fuerza ideológica. Además se les hace difícil políticamente cambiar el modelo, porque sería negar los últimos 20 años y el legado el líder supremo, el presidente Chávez”, enfatiza el economista José Manuel Puente.
El académico de la IESA indica que se deberían tomar al menos ocho medidas que podrían ayudar a revertir el actual panorama, aunque advierte que cualquier mejora será lenta: búsqueda de ayuda internacional, programa para reducir la inflación intermensual, construir bases para recuperar el crecimiento, una reforma fiscal integral (déficit actual es de alrededor del 26% del PIB), eliminar los controles de precio (o la mayoría de ellos), desmontar el control de cambio, crear un fondo de estabilización macroeconómica para el petróleo y un proceso de reconstrucción de la producción petrolera.
Sutherland coincide en que con Maduro y el PSUV en el gobierno es muy difícil que la situación económica cambie en Venezuela, debido a que en estos años de gobierno se han negado a cambiar sus políticas.
“Lamentablemente el gobierno de Chávez y Maduro se han cerrado a soluciones de economía práctica que favorezcan el proceso de acumulación de capital, que aumente la producción, la productividad, la eficacia y la eficiencia”, puntualiza.
Entre las soluciones que plantea Sutherland se encuentra: una renegociación de la deuda externa de Venezuela, una apertura para la inversión de trasnacionales en el área petrolera (recuperación de pozos de petróleo mediano y liviano), eliminar la ley de precio justo, el control de cambio, facilitar el retorno de las remesas e “impulsar un plan de industrialización y producción agrícola donde la clase obrera tenga participación en la dirección de la empresa”, dejando de lado la burocracia estatal.
El domingo Maduro podría concretar un nuevo gobierno del chavismo en Venezuela, en unas elecciones desconocidas por gran parte de la oposición y varios países, entre ellos, Chile y Estados Unidos.