Desde su debut, en 1960, han sido varios los encargados de animar el Festival de Viña del Mar. Nombres como Antonio Vodanovic, Sergio Lagos o Rafael Araneda son algunos de los que probablemente se te vienen a la mente al recordar a quienes han debido cumplir con esta compleja misión.
No obstante, también están quienes han aceptado el desafío aunque sin el éxito que esperaban. Tal es el caso de Ricardo Montaner, quien en 2005 ofició como conductor del certamen junto a Myriam Hernández. La elección del artista venezolano generó una enorme polémica desde su inicio.
Tal como consignó El Mercurio de Valparaíso en aquella oportunidad, el anuncio realizado por Canal 13 la tarde del jueves 21 de octubre de 2004 provocó molestia entre algunos concejales de la Ciudad Jardín, quienes se quejaron por el hecho de haberse enterado de la elección a través de la prensa.
Es más, la propia alcaldesa Virginia Reginato, integrante de la comisión organizadora, aseguró en aquel año que sólo ese mismo día se enteró de que Montaner animaría el evento.
“En realidad, la decisión le corresponde a la estación católica, pero debo decir que nosotros como comisión no estábamos enterados”, sostuvo la edil, agregando que el nombre de Montaner nunca se planteó en las reuniones con Canal 13.
“Es una sorpresa y me hubiera gustado muchísimo más un animador chileno. Montaner es una persona simpática y lo puede hacer bien, pero no era mi opción”, aseveró.
Ajeno a esta polémica, el artista venezolano admitió no tener experiencia en la animación, al punto de asegurar que lo único que había animado hasta aquel entonces eran las fiestas de sus hijos. “En mi vida había pensado jamás llegar a Viña”, confesó, según consignó Emol.
No obstante, al mismo tiempo se mostró confiado en cumplir con su labor. “Algún día tampoco era cantante y me subí a una tarima y canté”, explicó.
Finalmente llegó el 16 de febrero de 2005, jornada en la que se inauguró la XLVI versión del Festival de Viña del Mar, la cual se extendió hasta el 21 de febrero.
Y aunque el animador mostró gran entusiasmo en esta nueva faceta, lo cierto es que nunca logró acallar las críticas. Específicamente, el artista fue apuntado por su forma de animación y manera con la que intentaba animar al público, abusando de los gritos.
Durante algunas noches se pudo escuchar entre el público vítores hacia Antonio Vodanovic, histórico animador que hasta el año anterior había sido la cara más visible del festival.
Tal como recoge Emol en una autobiografía publicada en el año 2009, Montaner aseguró que la prensa fue la gran responsable de los dardos que recibió.
“Al inicio los medios chilenos sólo se preguntaban la razón por la cual no habían escogido a un conductor local. Pero a medida que irían pasando los días, me encontraría en medio de una guerra mediática sin piedad ni tregua”, sostuvo.
“Fueron seis días de guerra y guerra, de bombardeo, de bombas molotov, de bazucas, de ametralladoras y disparos de fusiles que recibía por parte del peor sector de la prensa”, aseveró.
Las críticas llegaron a tal, que al comienzo de la quinta noche se subió al escenario para interpretar En la cima del cielo, algo que no aparecía en el programa oficial. Pero no sólo eso, ya que posteriormente se tomó unos minutos para referirse a los titulares que aparecían en la prensa por esos días, lo que finalmente hizo que se ganara al público.
Pero aún había más: cuando el público ya comenzaba a impacientarse -esa noche se presentaba Miguel Bosé-, llevó hasta el escenario una maleta que contenía todas las antorchas y gaviotas que había ganado en sus anteriores visitas a la Quinta Vergara.
“Esto vale más que cualquier titular de prensa. Esto es una muestra del amor que recibí desde la primera vez que vine aquí. ¡Que Dios bendiga Chile!”, exclamó.
Su aventura como animador del festival concluyó la noche del 21 de febrero, jornada en la que estuvieron Marco Antonio Solís, Fey, Paulo Iglesias, Diego Torres y los Auténticos Decadentes.
Y pese a que probablemente no fue el mejor recuerdo de su carrera, Montaner regresó al festival en 2016, aunque en esta ocasión como cantante, llevándose la gaviota de plata y de oro. Además ejerció como presidente del jurado en la competencia internacional e incluso fue nombrado Hijo Ilustre de la Ciudad Jardín.