Luego de varias diligencias, este lunes la Fiscalía Centro Norte pidió 34 años de cárcel para el cantante Humberto Baeza Fernández (78), también conocido como Tito Fernández o El Temucano, por los delitos de violación y abusos reiterados.
Se trata de tres casos en que las presuntas afectadas son exdiscípulas del músico, en el Centro Integral de Estudio Metafísicos (CIEM) que lideraba.
Por el primer caso, El Ministerio Público solicitó una condena de 12 años; 10 años y 1 día por la segunda; y 12 años por la tercera. En total, el cantautor podría estar 34 años en la cárcel.
Los hechos, se especifica, habrían ocurrido entre 2010 y 2016, en diferentes fechas.
“Estos hechos ocurren desde el 2010, en circunstancias de que las víctimas concurren al Centro Integral de Estudios Metafísicos, CIEM, de la comuna de Santiago Centro, donde el imputado era líder o ‘maestro’”, explicó previamente a La Radio Mariela Cid, fiscal de la Fiscalía Centro Norte.
Su abogado defensor, Nicolás Oxman, dijo esta mañana que “todas estas presuntas víctimas fueron voluntariamente a un motel con Tito Fernández entre cuatro a 8 veces cada una. Dicen sentirse intimidadas porque eran mujeres vulnerables (todas con enfermedades como depresión y dependencia a medicamentos) y que mi representado en ese contexto de presunta vulnerabilidad las inició en un ritual de una logia mística donde ellas eran sacerdotisas del sexo”.
“Aquí podrá haber algo reprochable moralmente”, reconoció. “Pero la Ley Penal no protege a las personas adultas en estos casos en que alguien se puede llegar a aprovechar de su flaqueza de espíritu”, agregó.
El abogado cerró explicando que, desde su perspectiva, “la legislación chilena solo contempla estos casos como delitos para los menores no para los adultos, porque lógicamente los adultos (donde con mayor razón están mujeres ya viejas) tienen el deber de comportarse responsablemente.
El Temucano fue formalizado el pasado 29 de julio, momento en que el 7° Juzgado de Garantía de Santiago decretó su prisión preventiva. No obstante, el 6 de agosto la Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago revocó la medida cautelar para el cantautor.
Los relatos
Según información a la que pudo acceder La Radio, los hechos habrían ocurrido en un motel santiaguino. El primero de ellos indica que una de las mujeres, debido a sus “características personales y astrales”, debía “prestar un servicio especial para el CIEM, el cual consistía en darle su energía al maestro”.
Fue así que, entonces, cada miércoles, el imputado le habría realizado “actos de significación y relevancia sexual consistentes en sujetar fuertemente a la víctima con sus manos para inmovilizarla, y realizar actos de relevancia y significación sexual, consistentes en darle besos en la boca, tocarle con sus manos el cuerpo (…) sin que la víctima pudiera oponer resistencia”.
Relata que, además, estos actos habrían ocurrido “bajo las amenazas de castigo e intimidación constante con una daga o espada, lo que provocaba un profundo miedo y temor en la víctima que la paralizaba e impedía defenderse y oponer resistencia”.
El segundo hecho, narrado por Fiscalía, señala que el imputado “realizó actos de significación y relevancia sexual consistente en correr el calzón de la víctima e introducir uno de los dedos de su mano en la vagina de la víctima”. Todo esto, bajo las amenazas que habría sufrido previamente la otra denunciante.
La tercera presunta víctima, según el Ministerio Público, habría sufrido actos de significación y relevancia sexual luego que el cantautor le tocara sus partes íntimas y la besara en la boca, en contra de su voluntad y sin su consentimiento. Para esto, el imputado habría utilizado un arma blanca.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)