La película juvenil se inspira en el libro homónimo de Soman Chainini, y de acuerdo a su autor y el director de la película, Paul Feig, no se descartaría una futura franquicia al igual que la saga de novelas.
Desde su estreno, la película original de Netflix Ecuela del Bien y el Mal figura entre el top 10 de las películas más vistas en Chile. La cinta, inspirada en la saga de libros de Soman Chainini y dirigida por Paul Feig, no espera quedar ahí, ya que tanto su director como creador esperan hacer de la producción una saga digna a lo que en su momento fue Harry Potter.
En conversación con BioBioChile, el escritor de las novelas juveniles destaca la popularidad del libro en tierra nacional, así como también no oculta sus deseos por crear una saga como lo fue las cintas inspiradas en las historias de J.K. Rowling.
“Me gusta Percy Jackson, Harry Potter y ese tipo de sagas. A veces no les va muy bien, pero creo que es porque no se hace una adaptación que realmente capture el espíritu del libro. Creo que esta cinta es uno de esos casos raros donde sí ocurre, y eso va a hacer que todo sea diferente”, explica.
Respecto a sus lectores chilenos, Chainini apunta a que le emociona que exista la opción de poder ver su historia en la pantalla, “porque es “una experiencia súper divertida para vivir los momentos más especiales del libro”.
“Me emociona también que en Chile han estado leyendo los libros durante mucho tiempo, porque hemos sido publicados allí desde el principio por América”, comenta tímido.
Por su parte, Feig se muestra orgulloso de la puesta en escena de la Escuela del Bien y el Mal, donde asegura, se utilizó el mínimo de pantallas verdes para la realización de toda la cinta.
“Lo construimos todo, tuvimos estas decoraciones enormes en Belfast gracias a nuestro increíble diseñador de producción Andy Nicholson y su gran equipo”, comenta, asegurando que mantener a raya ese tipo de herramienta es algo que realiza en sus cintas.
“Siento que construir los sets de grabación no es algo que se pueda reemplazar (…) simplemente el verde me da ganas de vomitar”, bromea entonces.
“Nunca me han gustado esas pantallas, y trato de mantenerlas en lo mínimo posible, aunque claro, hubo cosas que tuvimos que extender para el aire libre. Tuvimos que añadirlas, por ejemplo, para dar más detalles al castillo, y para su fondo también”, explica.
Asimismo, destaca que la única inspiración para crear todos los sets se basaron únicamente del libro, además de los consejos del propio Chainini.
“Lo más difícil de adaptar la película fue eso mismo. El libro es enorme, realizarlo al pie de la letra nos costaría un billón de dólares y duraría más de veinte horas”, comenta.
Así, al igual que los espacios, se tuvo que replantear ciertos aspectos de la historia para poder hacer que calzara en una película. “Nos aseguramos de obtener el núcleo de la historia trabajada con Soma, como retratar momentos que los fanáticos amaban y tratando de obtener las escenas clave, como la del Pez de los Deseos”, dice.
“Luego… tienes que descubrir cómo unir todo y hacer que funcione y que tenga sentido”, comenta entre risas, admitiendo que finalmente el proyecto “fue una adaptación difícil y han estado trabajando en ella durante años”.
Pese a los reparos de Feig, el autor de la novela describe a la producción como “un sueño”. “Algunas adaptaciones acaban totalmente lejos de lo que muestran en los libros, pero este es tan especial en su espíritu y la visión de Paul lo hizo una experiencia satisfactoria”, menciona.
Chainini destacó también su rol en la creación de Escuela del Bien y el Mal, apuntando que “realmente fui parte del proceso, por lo que estuve tan involucrado como fui capaz. No fue como si vendiera la historia y desapareciera, ya que, en cierto modo, también estuve durante la creación de la película”.
En búsqueda de las amigas perfectas
Se centra en dos amigas: Sophie (Shophia Anne Caruso) y Agatha (Sofia Wylie). Ambas parecen polos opuestos en su aspecto, aunque las une su amor por los libros.
Sin embargo, de forma repentinas, son arrastradas a una escuela encantada en donde se los estudiantes se separan entre aspirantes a héroes, como príncipes y princesas, y los villanos, siendo entrenados para mantener el equilibrio entre el bien y el mal.
Sobre su elección para las protagonistas, Feig apunta a que conoció a Caruso cuando la vio en una de sus presentaciones en Broadway. “La vi antes de que supiera incluso que el guion existía. Ella era increíble, así que siempre estuvo en mi cabeza”, admite.
Por otro lado, a Wylie la conoció por primera vez en las audiciones. “Quedé absolutamente impresionado por su talento. Luego tuvimos que hacer una especie de lectura para ver la química entre ellas, pero todo ocurrió durante la pandemia, entonces todo eso fue por Zoom”, recuerda.
“Aun así, con un ensayo a través de la pantalla, ambas fueron tan geniales juntas que pensamos ‘si lo hacen tan bien a través de Zoom, esto realmente va a funcionar en la película’“, recordó.
Al respecto, admite orgulloso haber estado en lo correcto.