En un intento por dar más representación a voces y posturas que no se alinean con su imagen clásica, el gigante del entretenimiento Disney lanzó la serie de cortos Launchpad, iniciativa con la cual entrenan a profesionales del cine para producir cortos para la plataforma Disney+.
En esta pasada son seis y uno de ellos es The Little Prince(ss), un juego de palabras con el cual, en inglés, se ocupa la palabra príncipe y princesa en el mismo título.
Tal como se puede deducir de el, la cinta trata de Gabriel, un pequeño niño asiático que cursa primera básico, al que le gusta el rosado, el ballet y las muñecas.
En el típico autobús amarillo de las series y películas de Estados Unidos, el menor se hace amigo de Rob, cuyo su padre no aprueba la cercanía con Gabriel.
A tal grado llega su molestia que enfrenta a los padres del niño en su propia casa, a la hora de la cena.
BioBioChile conversó con el director de The Little Prince(ss), Moxie Peng, y el compositor detrás de la música del film, Rob Rusli, acerca de cómo este tipo de producciones marcan distancia con el contenido tradicional del estudio.
Además, hablamos acerca de cómo se percibe el concepto de masculinidad en la cultura asiática y de cuál podría ser su próxima aventura juntos.
Lee acá la entrevista:
– Esta serie y The Little Prince(ss) en particular claramente difieren del Disney clásico que todos conocemos. ¿Cómo partió el proyecto y cómo te involucraste en el?
Peng: Escribí el guión y dirigí el proyecto. Fue parte de Launchpad, un programa nuevo que Disney está desarrollando para crear espacios para voces poco representadas en el cine. Básicamente proveen mentoría y el apoyo de producción para hacer un corto que se transmita en Disney+.
Me propuse escribir una historia. Quise arriesgarme y contar una buena historia, así que volví a parte de mis experiencias de vida. Yo me identifico como queer no binario, entonces regresé a mi infancia y capturé esa historia de este niño siendo diferente, siendo amigo con alguien que le cae bien y ser desafiado por los padres de él.
Hay un poco de verdad en esto porque viene de mi propia experiencia. Creo que es importante contar la historia de niños queer no binarios. Me arriesgué y sorprendentemente Disney me apoyó y me dijeron “amamos tu trabajo, tu historia es muy conmovedora. Queremos hacerla”. Y así fue.
– El corto se interioriza en el concepto antiguo de masculinidad y cómo eso choca con el mundo de hoy. ¿Qué tan problemática es la masculinidad clásica en la cultura asiática en general, y más específicamente en Estados Unidos?
Peng: Crecí en China y creo que la sociedad completa abraza algunos valores o cómo cierto género se debe comportar. Siento que se vuelve tóxico cuando alguien refuerza ese tipo de cosas o cuando alguien actúa enfocándose en ciertos elementos como “no tienes que hacer eso, no es tu género”.
En Estados Unidos hay un tipo diferente de masculinidad tóxica. No hablan de ella, pero lo esconden y se hereda, aunque siento que es un problema mundial, que la gente tenga estereotipos de género.
Rusli: Me gusta cómo el corto explora (el concepto de masculinidad antigua) y siento que no es solo un problema en China, en Estados Unidos, en la cultura asiático-estadounidense, sino que cada cultura tiene sus propios problemas con la masculinidad y cómo esta puede ser dañina para todos.
Mientras este film se enfoca en la experiencia asiática-estadounidense, puede asimilarse con cualquier persona en Estados Unidos. Todos debemos reprochar este problema en nuestras culturas, entenderlo por lo que es.
– ¿Cómo piensas que cortos como The Little Prince(ss) pueden ayudar a comenzar la conversación acerca de la homofobia y los problemas de género?
Peng: Pienso que este corto definitivamente tiene un mensaje de aceptación y creo que es muy importante. Tenemos un personaje que es tan inocente y puro, que al mismo tiempo es queer y no binario.
Espero que el público vea su experiencia y entienda al personaje. La gente inmediatamente ama a Gabriel cuando lo ven y es muy triste cuando descubren que no está siendo aceptado por este otro padre.
Como la gente se involucra tanto en la historia hay un miedo profundo por este padre que es homofóbico. Entienden que daña, que eso no está bien y a través de los ojos de Rob, el otro niño, que solo acepta, vemos el punto de vista de vista que la humanidad debería aceptar a todos.
– Mientras por un lado tenemos a un padre cariñoso y que acepta, por otro tenemos a un hombre que tiene problemas aceptando la realidad de otra persona. ¿Qué mensaje querías enviar con la escena de la cena?
Peng: Definitivamente ahí se muestran dos tipos diferentes de cómo ser padre y de cómo debemos criar a nuestros hijos. Uno juzga, el otro acepta.
Siento que porque, es casi como una bendición, es lo que mi papá me enseñó. Esta historia se basó en lo que mi padre me enseñó, la historia se basó en mi infancia. Cuando él me defendió fue… me mostró que hay una especie de “gracia” en saber quién eres.
Con todo, es un mensaje para los padres y madres: denle confianza a sus hijos. Cuando le digan que les gusta algo, créanles. ¿Por qué te mentirían? Además, que dejen a sus hijos explorar.
– Esta no es su primera colaboración juntos. Ya trabajaron en Melt en 2018. ¿Volverán a hacerlo?
Peng: Sí, ya trabajamos en Melt y es un sí de mi parte.
– ¿Qué temas les gustaría cubrir ahora?
Rusli: ¿Qué quieres hacer, Moxie?
Peng: Ahora estoy escribiendo una historia de enseñanza media acerca de un chico asiático-estadounidense trans.