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Más allá de ser un cantante de fama mundial, Elton John es un filántropo que a sus 77 años sigue aprovechando su plataforma para combatir el estigma LGBTQ+ y erradicar el SIDA, un compromiso que nació cuando su amigo, Ryan White falleció en 1992.

Ryan White era un joven adolescente que padecía hemofilia y se contagió de VIH a los 13 años, tras una transfusión de sangre contaminada.

Era 1984 y el mundo veía con ojos muy distintos a los de ahora el VIH, por lo que la vida de White no fue fácil y se transformó en un símbolo de esta enfermedad.

Elton John conoció a Ryan White y su historia, una que aún lo acompaña, ya que como el mismo dice, cambió su vida radicalmente, tanto que aún trabaja incansablemente por la lucha contra el SIDA, la enfermedad que se llevó a su amigo.

La historia de Ryan White y su conexión con Elton John

En los años 80, el SIDA era una pandemia aterradora, ligada principalmente a la comunidad gay, por lo que el estigma era muchísimo más alto de lo que, lamentablemente, es aún.

En este contexto, Ryan White contrae VIH con 13 años y todo lo que eso conlleva. El joven se contagió de una forma muy distinta a la que se conocía por la sociedad de la época, sin embargo, vivió los prejuicios en torno a la enfermedad.

Cuando decidió volver al colegio, no pudo hacerlo luego de que padres (117) y profesores (50) del establecimiento firmaran una petición para evitar que asistiera. El director y el consejo escolar lo permitieron, debido a la ignorancia que tenían en el tema.

En su barrio las cosas no eran tan distintas, se esparcieron rumores como que arañaba y mordía a las personas o escupía frutas y verduras de supermercados para contagiar a otros, consigna su biografía.

La historia conmovió al mundo y Ryan White rápidamente se convirtió en un símbolo de lo que causa contraer una enfermedad como el SIDA, siendo un firme defensor de la conciencia y la prevención del VIH/SIDA.

Es bajo este contexto que Elton John conoció a Ryan White. El cantante vivía con terror en los 80 viendo como el SIDA se llevaba a sus amigos, mientras vivía una vida que el mismo califica como “repugnante de autocompasión y abuso de drogas”, consignó Reuters.

“Solía sentarme en frente del reproductor de CDs y escuchar… lloraba, pensando, ‘soy una persona decente, ¿por qué no puedo estar sano? ¿Por qué no puedo sentirme mejor? Estoy viviendo la vida más desagradable, no tengo valores"”, declaró en una entrevista.

Sin embargo, el día que Elton John conoció a Ryan White y su familia, todo cambió para él.

Amigos hasta el final

Poco se conocía de la historia de Elton John y su amigo, Ryan White, hasta que el cantante publicó su primer libro titulado “El amor es la cura: sobre la vida, pérdida y fin del sida”.

Aquí detalló la amistad que los unió en un momento en el que él vivía en sus adicciones al alcohol y la cocaína.

Según detalla, la primera vez que vio a los White pensó que debían estar enojados por la enfermedad que les llegó por esas malas casualidades de la vida, sin embargo, se encontró con una familia que dedicaba su tiempo a ayudar a otros que tenían la misma enfermedad.

“Lo que estaba totalmente cincelado en mi alma era: ‘Estás llevando una vida terrible. Eres una persona repugnante’…No tenía autoestima. Miré a Ryan, me miré a mí y la diferencia fue inmensa”, menciona.

Para ese momento, Ryan White ya había hecho pública su historia, logró volver a estudiar y mantener una amistad con el músico que lo acompañaba en apariciones públicas con el objetivo de concientizar sobre el SIDA.

Incluso es el mismo cantante quien ayudó a encontrar a la familia una casa en Cicero, ciudad a la que llegaron luego de que balearan su hogar Kokomo, Indianápolis, debido a la alta discriminación que sufría el joven.

Aunque Ryan logró volver al colegio en esta nueva ciudad, obtuvo fama y cercanía con artistas como Elton o Michael Jackson, quien le regaló un Ford Munstang descapotable rojo, su vida no se extendió por mucho más.

Un camino sin regreso

Para abril de 1990, cuando ya había aparecido hasta una serie de su vida, en televisión, y había afianzado una amistad profunda con Elton John, el SIDA se comenzó a llevar a Ryan White.

El joven duró solo 6 años con la enfermedad y falleció ese mes, dejando un importante legado para Estados Unidos, el mundo y Elton John.

Ryan White y su familia se preocuparon de educar en torno al SIDA, demostrando que el joven no era una “víctima inocente” con el objetivo de desmitificar que los homosexuales fueran culpables si se contagiaban, representando una esperanza para los enfermos de SIDA en el mundo, consignó FAR OUT.

Esta y otras acciones calaron profundo en el pensamiento de Elton John, quien estuvo con Ryan cuando murió y lo acompañó en su funeral, donde interpretó su canción, “Skyline Pigeon”.

Sin embargo, este no fue el único golpe que vivió Elton John a causa del SIDA. Un año después, su amigo, Freddy Mercury también murió a causa de esta enfermedad.

Desde ahí, la vida de Elton cambió para siempre en un camino que no tuvo retorno. Encausó su vida y adquirió uno de sus mayores compromisos, creó la Elton John Aids Foundation, una fundación contra el SIDA inspirada en la lucha de Ryan White.

Aquí se compromete a superar el estigma, la discriminación y la negligencia relacionados con el VIH y la comunidad LGBTQ+.

Elton John después de la muerte de Ryan White

La vida de Elton John cambió cuando murió Ryan White, dejó las drogas y se comprometió con su pareja, David Furnich, con quien lleva más de 30 años de relación y comparten dos hijos, Zachary y Elijah.

Su fundación ayuda a millones de personas, manteniendo un activo compromiso con querer eliminar la epidemia del SIDA para 2030.

Para eso financia programas que aumentan el acceso a la atención del VIH, bordan el estigma LGBTQ+ y protegen los derechos de las personas y los lugares que más lo necesitan.

Sin embargo, nunca olvida a Ryan y su familia. En 2022, Elton John ofreció un concierto en Indianápolis, donde le contó al público del Gainbridge Fieldhouse que pasar tiempo con la familia White lo hizo cambiar de vida, recogió PSB.

“Sabía que mi estilo de vida era una locura y estaba fuera de lugar. Y seis meses después (de la muerte de Ryan), me recuperé de la adicción y lo he estado desde entonces”, señaló.

“No puedo agradecerles lo suficiente, porque sin ellos, probablemente estaría muerta”, expresó para luego, hablarle directo a la madre de Ryan, Jeanne White-Ginder, con quien mantiene una cercana relación y quien estaba en el concierto esta noche.

“Te quiero mucho”, dijo John. “Gracias por todo lo que has hecho por mí. Esta canción es para ti”, dijo el cantante antes de comenzar a tocar “Don’t Let The Sun Go Down On Me”.

La desgarradora carta de Elton John a Ryan White

20 años después de la muerte de Ryan White, elton John le escribió una carta a su amigo, una desgarradora misiva que muestra parte de su relación y el impacto que tuvo en él.

“Daría mi fama y mi fortuna por poder tener una conversación más contigo”, es una de las frases más conmovedoras del cantante, reflejando el cariño que le tiene tanto a él como a su familia.

La carta se publicó en el Washington Post, en conmemoración de los 20 años de la muerte de Ryan White. Te invitamos a leerla aquí:

Querido Ryan:

Hace veinte años, este mes, moriste de SIDA. Con gusto daría mi fama y mi fortuna por poder tener una conversación más contigo, el amigo que cambió mi vida y la de millones de personas que viven con VIH. En cambio, te he escrito esta carta.

Recuerdo muy bien cuando nos conocimos. Siendo un niño con una enfermedad terrible, eras la personificación de la gracia. Nunca culpaste a nadie por la enfermedad que devastó tu cuerpo ni por el tormento y el estigma que soportaste.

Cuando estudiantes, padres y maestros de tu comunidad te rechazaron, te amenazaron y te expulsaron de la escuela, respondiste no con palabras de odio, sino con una comprensión que superaba tu edad. Dijiste que simplemente tenían miedo de lo que desconocían.

Cuando los medios te presentaron como una “víctima inocente” por haber contraído el SIDA a través de una transfusión de sangre, rechazaste esa etiqueta y te solidarizaste con miles de mujeres y hombres VIH positivos. Le recordaste a Estados Unidos que todas las víctimas del SIDA son inocentes.

Cuando te convertiste en una celebridad, aprovechaste la oportunidad de educar al país sobre la epidemia del SIDA, aunque tu único deseo era vivir una vida normal.

Ryan, ojalá supieras cuánto ha cambiado el mundo desde 1990 y cuánto lo has transformado tú.

Los niños y niñas con VIH asisten a la escuela y toman medicamentos que les permiten llevar una vida normal. En Estados Unidos, los niños rara vez nacen con el virus y ya no lo contraen por transfusiones. La sociedad no tolera los insultos e injusticias que sufriste. Y

Lo más importante, Ryan, inspiraste concienciación, lo que contribuyó a la creación de tratamientos que salvan vidas. En 1990, cuatro meses después de tu muerte, el Congreso aprobó la Ley Ryan White Care, que ahora destina más de 2 mil millones de dólares anuales a medicamentos y tratamientos contra el SIDA para medio millón de estadounidenses. Hoy, innumerables personas con VIH viven vidas largas y productivas.

Me rompe el corazón que no seas una de ellas. Tenías 18 años cuando falleciste y cumplirías 38 este año si los tratamientos actuales hubieran existido cuando enfermaste. Pienso en esto todos los días, porque Estados Unidos necesita tu mensaje de compasión como nunca antes.

Ryan, cuando vivías, tu historia desencadenó un debate nacional sobre el sida. Pero a pesar de todo el progreso de los últimos 20 años, el diálogo ha menguado. Sé que estarías intentando reavivarlo si estuvieras aquí hoy, cuando la epidemia sigue afectando a casi todos los grupos demográficos, con más de 50.000 nuevas infecciones en Estados Unidos cada año. Sé que estarías abogando con vehemencia por la Estrategia Nacional contra el VIH/sida que prometió el presidente Obama, pero que aún no se ha cumplido. Sé que te acercarías a los jóvenes. Sé que trabajarías incansablemente para ayudar a todos los que padecen VIH, incluidos los que viven al margen de la sociedad.

Te entristecería que hoy, en ciertas partes de Estados Unidos, algunas personas pobres con SIDA aún estén en listas de espera para recibir tratamiento. Te indignaría que tu gobierno aún no esté haciendo lo suficiente para ayudar a las personas vulnerables con VIH y a las poblaciones con alto riesgo de contraer el virus, incluyendo a los adolescentes sexualmente activos. Te molestaría que el SIDA sea una de las principales causas de muerte entre los afroamericanos.

Te frustraría que, aunque cientos de miles de estadounidenses VIH positivos reciben tratamiento en tu nombre, más de 200,000 desconocen su estado serológico, en gran parte porque el estigma persistente que rodea a la enfermedad les impide hacerse la prueba. Te decepcionaría que muchos adolescentes no tengan acceso a programas de prevención del VIH con base científica en la escuela, en un momento en que se cree que la mitad de las nuevas infecciones se dan en personas menores de 25 años

Te extraño mucho, Ryan. Estuve a tu lado cuando falleciste en el Hospital Riley. Has estado conmigo todos los días desde entonces. Me inspiraste a cambiar mi vida y a continuar con tu trabajo. Gracias a ti, sigo luchando contra el sida, 20 años después. Prometo no descansar hasta alcanzar la compasión por la que luchaste con tanta valentía y belleza.

Tu amigo,

Elton.