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El nuevo libro de Tom Quinn, 'Yes, Ma'am – The Secret Life of Royal Servants', revela los entresijos de la Familia Real Británica a través del testimonio de antiguos y actuales sirvientes, abordando temas como la tensa relación entre los príncipes William y Harry, atribuida en parte a la personalidad acogedora de Meghan Markle que generaba rumores de coqueteos con William, así como la influencia de Camilla en la familia real y los desafíos de Kate Middleton al lidiar con el temperamento caprichoso de William. Se destaca la decisión de Kate de proteger a sus hijos de tradiciones como la caza real, contrastando con el pasado de la realeza. Además, se menciona el comportamiento mandón del príncipe Andrés, quien, a pesar de estar apartado de sus funciones reales, mantenía un trato exigente y autoritario con su personal, reflejando su frustración por no ser el heredero al trono.
¿Qué pasa en la Monarquía británica? Esta y otras incógnitas más sobre la Familia Real es lo que busca responder el nuevo libro del experto en realeza Tom Quinn, ‘Yes, Ma’am – The Secret Life of Royal Servants’ (Sí, señora – La vida secreta de los sirvientes reales).
El autor se valió del personal de servicio de los royal, antiguo y actual, para averiguar qué es lo que pasa detrás de las murallas impenetrables del castillo de Buckigham o cualquiera de sus residencias, siempre bajo la promesa del anonimato.
Según explica, a través de los ojos del servicio, logró averiguar cómo viven actualmente, pero también ahondó en la relación entre Meghan y Harry junto a William y Katherine, así como los problemas que afrontan Carlos y Camila y no dejó detalles fuera.
¿Meghan coqueteaba con el príncipe William?: lo que dice el libro sobre la Familia Real
El pasado 18 de febrero salió a la luz el libro que levanta esta hipótesis que se transformó en un rumor para los sirvientes y trabajadores de la Familia Real Británica.
Según explica Tom Quinn, a Meghan Markle, la duquesa de Sussex, le pasó la cuenta su forma de ser tan cálida y californiana.
Esto porque cuando llegó a la Familia Real Británica saludaba constantemente con abrazos y besos en la mejilla, una costumbre muy alejada de como se comportan los royal.
Según la misma actriz comentó en su documental para Netflix, siempre le llamó la atención lo formales que eran todos los miembros de la alta sociedad británica ante sus saludos y claro, según explica Quinn, esto era un choque cultural para ellos.
“Se dice que Kate, Charles, William y un antiguo escudero de Eton se estremecían cada vez que Meghan se acercaba para recibir un abrazo”, explica Tatler.
Sin embargo, los cálidos saludos de la duquesa se transformaron en un problema que habría profundizado la grieta entre los hermanos.
“Los abrazos y los besos en las mejillas alimentaron los chismes entre el personal de que Meghan estaba coqueteando con William, lo que obviamente no era así, pero la atmósfera tensa causada por todo el sentimentalismo (y los chismes resultantes) profundizó la grieta entre los hermanos”, revelaron miembros del personal a Tom Quinn.
Aunque muchos esperaban que Meghan resultara ser una bocanada de viento fresco a la Familia Real Británica, la realidad que explica Quinn es que la vieja guardia de cortesanos sigue siendo unos “Snob increíbles” y aunque lo disimulan mejor ahora, sus pensamientos y costumbres no son tan avanzadas.
“Lady Macbeth” y “Bruja del Oeste”: la compleja relación de Camilla con Harry y William
Otra de las revelaciones que entrega el libro de Tom Quinn sobre la Familia Real Británica es la relación que mantienen William y Harry con su madrastra, la reina consorte Camilla.
Según explica, cuando la relación del entonces príncipe Carlos con Camilla Parker Bowls comenzó a volverse más seria, los príncipes le dieron unos particulares sobrenombres, “Lady Macbeth”, en alusión a una trepadora social de la obra de Shakspeare, “Bruja del Oeste” y “Cruella de Vil”.
Esto habría llevado a que Camilla no quisiera ser reina e incluso le haya propuesto a Carlos abandonar su cargo, el protocolo y el privilegio de ser rey, para ser felices lejos de esto.
Sin embargo, cómo el mismo Quinn explica, es más fácil decir que hacer, por lo que Carlos avanzó en su coronación tomando el cargo para el que esperó 70 años.
William, el cuarto hijo de Kate
Algo que deja al descubierto el libro sobre la Familia Real es el carácter de algunos de sus miembros.
Según recoge Infobae, algo de lo que comenta es el caprichoso carácter del príncipe William, algo con lo que Kate Middlenton debe lidiar a diario, ya que es habitual que tenga berrinches por cualquier cosa.
Para ejemplificarlo, Quinn lo compara con la actitud del rey Carlos, quien mientras estaba en el proceso de coronación debía firmar un documento y se enojó con el personal porque se manchó con tinta, algo que fue visto por todo el mundo.
“No sé qué sería de Guillermo sin Kate. A ella no le han dado todo hecho en la vida, así que sabe manejar la situación cuando el príncipe se enrabieta”, destaca el libro, añadiendo que alguna vez indicó que “a veces hay que tratarlo como a un cuarto hijo”.
Otro punto que trata es la ferviente protección de Kate sobre sus hijos, impidiendo que cumplan con una larga tradición de la familia real de la “sangre”.
El ritual consiste en que los jóvenes de la realeza salgan a cazar y luego se les “manche el rostro con la sangre de su primera presa” (ya sea un ciervo o un zorro), explica el Daily Mail.
Sin embargo, “La nuera de Carlos, Katherine, princesa de Gales, se ha mantenido firme e insistió en que no habrá sangre por sus hijos’, explica el libro.
El cruel trato del príncipe Andrés según el libro sobre la Familia Real
Aunque está apartado de sus funciones como miembro de la Familia Real Británica y prácticamente ya no forma parte de esta, el príncipe Andrés también es mencionado el libro de Tom Quinn.
Según explica, el príncipe tendría un carácter “mandón” y tendía a ser un auténtico matón escolar con el personal que trabaja para la corona.
Quinn relata que “el hijo “favorito” de la reina Isabel solía tener esa cuestionable actitud debido a que constantemente sentía frustración por no haber sido él el heredero al trono.”, destaca Vanidades.
Entre las excentricidades que relataron los sirvientes que conversaron con el autor, uno señala que, “Era simplemente terrible, estaba muy feliz de levantar el teléfono y gritarle a quien lo contestara. Al igual que su tía Margarita, Andrés siempre se comportó como si estuviera frustrado por no ser el primogénito y, por lo tanto, destinado a convertirse en rey. Esta frustración lo convirtió en un poco abusivo en privado”.
Además, cuentan que el príncipe es muy estricto en cuanto al personal que trabaja con él, tanto que en una ocasión despidió a un miembro del servicio porque “no podía soportar” que este tuviera un lunar en su rostro, mientras que en otra ocasión sacó de su personal a otra persona por llevar una corbata de nylon.