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La protagonista de la película "It Ends with Us", Blake Lively, ha presentado una demanda por acoso sexual y un ambiente hostil contra su coestrella y director, Justin Baldoni, generando una nueva polémica en torno a la producción. La demanda detalla situaciones incómodas durante la filmación, como comentarios inapropiados, límites físicos sobrepasados y humillaciones, además de revelar mensajes donde Baldoni y su equipo contrataron expertos en relaciones públicas para dañar la reputación de Lively y desviar las críticas hacia ella. A pesar de los esfuerzos para proteger la imagen de Baldoni, la demanda expone conversaciones que revelan tácticas para desacreditar a la actriz en redes sociales y medios de comunicación. Aunque lograron confundir a la audiencia, se revela que incluso la persona encargada de las estrategias no estaba de acuerdo con todas las acciones llevadas a cabo.

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Nuevamente surge una polémica en torno a la película, “It Ends with Us”, luego que la protagonista, Blake Lively, presentada una demanda en contra de su coestrella y director, Justin Baldoni.

En específico, la acción legal es por acoso sexual y ser el responsable de un ambiente hostil durante la filmación.

Pese a que las críticas se centraron en ella por su forma de promocionar la película y actitudes que habría cometido durante la grabación, ahora todo pareciera tener un giro, donde se apunta a Baldoni como responsable.

Luego que se conociera la acción legal, a la que tuvo acceso TMZ, el The New York Times publicó los mensajes que el director, considerado en su momento un aliado del movimiento #MeToo, habría tenido con el productor principal de la película, para arruinar la imagen de la actriz.

También se da cuenta de las conversaciones de publicistas y una experta en crisis, quienes habrían orquestado un entramado que hizo caer a todo el mundo para arruinar a Lively.

La demanda de Blake Lively

En específico, la demanda por acoso sexual en contra de Baldoni apunta a situaciones como por ejemplo, una reunión donde solicitó a todo el equipo que no se mostraran más videos o imágenes de mujeres desnudas a Blake, que no se mencione más las supuestas adicciones previas de Baldoni a la pornografía, que no se discutan las conquistas sexuales de Blake u otros miembros del equipo, que no se hagan más comentarios sobre el peso de Blake y que no se mencione a su fallecido padre.

También, la actriz acusó que se sobrepasaron límites físicos durante el rodaje y que se realizaron comentarios sexuales y de otra índole, todos inapropiados.

Además, apunta a otro hecho donde acusa al actor de preguntarle al entrenador de ella cuánto pesaba la actriz, algo que consideró humillante.

Frente a las acusaciones, el abogado de Baldoni respondió y dijo que se trata de una estrategia por parte de la actriz para “recuperar su reputación”, luego que fuera el principal foco de críticas durante la promoción de la película.

Los mensajes de Baldoni

Según publicó el The New York Times, Baldoni y el productor principal, Jamey Heath, contrataron a una experta en relaciones públicas de crisis.

Esto, porque frente a las acusaciones de Lively durante el rodaje, temían que estas se hicieran públicas y los perjudicara. Esto, también aparece consignado en la demanda, la que agrega que el esfuerzo de Baldoni y Heath, era dañar la reputación de la esposa de Ryan Reynolds.

La demanda incluye miles de mensajes y correos, los que fueron revisados por el NYTimes.

La persona experta en crisis que contrataron como una especie de chaleco antibala, fue Melissa Nathan.

En una de las miles de conversaciones que aparecen en la demanda y fueron revisadas por el The New York Times, la publicista del estudio, Jennifer Abel, escribió “él quiere sentir que ella puede ser sepultada”.

Las otras personas en la conversación eran Baldoni y la experta en manejo de crisis, quien respondió “sabes que podemos sepultar a cualquiera”.

Nathan, que ha tenido como clientes y Johnny Deep, Travis Scott y Drake, habría presionado a los medios para evitar la publicación de historias sobre el comportamiento de Baldoni y así reforzar las críticas negativas sobre Lively.

Según el medio, Jed Wallace, un “mercenario contratado”, como se autodenomina, lideró una campaña digital en redes sociales para potenciar la estrategia de Nathan.

El abogado de Baldoni y de Wayfarer Studios, dijo que nadie tomó represalias contra la actriz.

“Deberíamos tener un plan”

Como ya se avecinaba que habría problemas con la promoción, y tras percatarse que el esposo de Lively, Ryan Reynolds, dejó de seguir a Baldoni en Instagram, este le escribió a Abel, una publicista con la que trabaja junto a Wayfare.

“Deberíamos tener un plan por SI ella hace lo mismo cuando salga la película”, escribió Justin, quien agregó después “los planes me hacen sentir más tranquilo”.

Blake Lively, según NYT, ya tenía las alertas encendidas por Baldoni antes de grabar, e incluso habría solicitado medidas de protección. Otra alerta, añade el medio, era que él quería añadir escenas sexuales que ella consideraba innecesarias.

En uno de los primeros documentos enviado a la productora y a Baldoni, Nathan les sugirió seguir algunos puntos claves y enfatizar en que Lively aprovechó un desequilibrio para tomar control creativo de la película, sin embargo, Justin no habría quedado conforme con la oferta.

“No estoy enamorado del documento que enviaron (…) No estoy seguro de sentir la protección que sentí en la llamada”, respondió en una conversación.

Abel, también respondió y dijo que “Creo que ustedes necesitan ser más duros y mostrar la fuerza de lo que pueden hacer en estos escenarios. Él quiere sentir que ella puede ser sepultada”.

Nathan, la pieza clave, argumentó que “Por supuesto, pero sabes que cuando enviamos documentos no podemos incluir el trabajo que haremos o podríamos hacer, porque eso nos podría meter en muchos problemas (…) No podemos escribir que la destruiremos”.

“Imaginen si un documento con todas las cosas que él quiere termina en las manos equivocadas (…) Sabes que podemos sepultar a cualquiera”, enfatizó Nathan. Y así ocurrió ahora.

“Imposible de rastrear”

A los pocos días, Baldoni envió un hilo de X (Twitter), sobre comportamiento abusivo y críticas por parte de otro personaje público, como un ejemplo de lo que él esperaba. “Esto es lo que necesitamos”, incluyó en el mensaje.

Para llevar a cabo esto, Nathan habría contratado personas para generar hilos en redes sociales, eliminar cuentas y cambiar la narrativa respecto a Lively. “Todo esto será, lo más importante, imposible de rastrear”, dijo durante la respuesta Nathan.

Otra conversación entre Abel y Nathan, refuerza los mensajes anteriores.

Jennifer Abel: “Creo que necesitamos poner en marcha el plan de combate en redes sociales.”

Melissa Nathan: “Yo también.”

“Estoy teniendo pensamientos imprudentes de querer plantar artículos esta semana sobre lo horrible que es trabajar con Blake. Solo para adelantarnos”, escribió Abel el 4 de agosto, tras el estreno, a lo que Nathan respondió que ya estaba hablando en off con una editora del Daily Mail.

Mientras seguían las publicaciones contra Lively en los portales de espectáculo, Nathan le escribió a Jennifer Abel que “él (Baldoni) no se da cuenta de lo afortunado que es en este momento”.

Por su parte, Nathan escribió más adelante que lograron mantener las acusaciones contra Baldoni fuera de las noticias en los principales medios de comunicación. Incluso, otra conversación entre ambas daba cuenta del éxito del entramado para salvar la reputación de Baldoni.

Jennifer Abel: “¿Entonces ya estamos a salvo? ¡¿Sobrevivimos?!”

Melissa Nathan: “Sobrevivimos. Toda la prensa es tan abrumadora. Hemos confundido a la gente. Hay tantos mensajes contradictorios. En realidad, es bastante divertido si lo piensas.”

Son miles las conversaciones que aparecen en la demanda, donde tras el estreno y las publicaciones en contra de Blake Lively en redes sociales y portales de noticias, los involucrados daban cuenta de su éxito, mientras analizaban cómo podían seguir manteniendo la reputación de Baldoni. Pese a que tenían éxito, Nathan reconoció en los mensajes que ni siquiera estaba de acuerdo en todas las críticas que lograron hacer circular en redes sociales contra Blake Lively.