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El médico Mark Chávez se declaró culpable de conspirar para distribuir ketamina, anestésico quirúrgico, en relación con la muerte del actor Matthew Perry. Chávez, de 54 años, enfrenta hasta 10 años de prisión, mientras que el asistente personal de Perry, Kenneth Iwamasa, admitió haberle inyectado la droga. Otro involucrado, Salvador Plasencia, adquirió la ketamina y discutió el precio con Perry, refiriéndose al actor en términos despectivos. Plasencia administró la droga y suministró medicamentos a Perry. A pesar de la admisión de Chávez, Plasencia y Jasveen Sangha, conocida como la "reina de la ketamina", han negado los cargos, y su juicio está programado para marzo del próximo año. El abogado de Chávez ha señalado que su cliente está colaborando plenamente con las autoridades y se encuentra \"increíblemente arrepentido\" por la tragedia.