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Max lanzó en su catálogo la serie "Máxima" que retrata la vida de Máxima Zorreguieta, actual reina consorte de los Países Bajos, desde sus inicios como economista en Nueva York hasta su matrimonio con el príncipe Guillermo. La serie, que cuenta con 3 capítulos estrenados de un total de 6, destaca la relación de Máxima con su padre, Jorge Zorreguieta, cuya conexión con la dictadura en Argentina impidió su asistencia a la boda de su hija. Aquí te contamos la verdadera relación que la actual reina mantuvo con su padre, quien fue investigado por su participación como miembro del Gobierno durante la dictadura de Videla en Argentina, lo que generó tensiones antes del matrimonio de Máxima y Guillermo, quien amenazó con renunciar al trono para casarse con ella. A pesar de la ausencia de su padre en la boda, Máxima mantuvo una relación cercana con él hasta su fallecimiento en 2017, demostrando la importancia de la familia a lo largo de su reinado.

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Durante estos días, Max lanzó en su catálogo la nueva serie, Máxima, producción neerlandesa que lleva a la pantalla la historia de la argentina Máxima Zorreguieta, la actual reina consorte de los Países Bajos.

Con 3 capítulos estrenados, de 6, la serie sigue los pasos de la argentina que se fue en su juventud a trabajar a Nueva York como economista, contexto por el cual termina conociendo a Guillermo, el entonces príncipe de los Países Bajos.

La historia comienza precisamente en Sevilla, España, donde la pareja se vio por primera vez y si bien declara que es ficción, toman en consideración varios puntos relevantes de la actual reina de Holanda.

Por lo tanto, uno de los puntos claves de la producción es la relación de Máxima con su padre, Jorge Zorreguieta, a quien no le permitieron asistir a la boda de su hija.

Pero, cuál era la verdadera relación que sostenía Máxima con su padre, Jorge Zorregueita y cómo le afectó que le prohibieran asistir a su matrimonio.

Máxima: la relación con su padre, Jorge Zorreguieta

Uno de los puntos importantes en la vida Máxima es el viaje que tuvo a España, invitada por una amiga para asistir a la popular Feria de Abril, que revoluciona Sevilla cada año,

Aquí se encontró por primera vez con quien se transformaría en breve en su marido, el entonces príncipe Guillermo de Orange, iniciando un cuento de hadas que aún no finaliza.

Lo que no sabía en ese momento es que el antagonista principal de su historia sería su padre, Jorge Horacio Zorreguieta.

La argentina proviene de una familia de 4 hermanos, hijos de Jorge y María del Carmen Cerruti, con quienes vivía en Buenos Aires.

A ellos se sumaban las tres hijas del primer matrimonio de Jorge con la escritora y filósofa Marta López Gila, consignó Caras.

Agrónomo de profesión, Jorge Zorreigueta, el padre de Máxima, mantuvo una cercanía importante con la dictadura de Rafael Videla en Argentina, quien se mantuvo en el poder entre 1976 y 1981.

Zorreigueta se transformó en subsecretario de Agricultura, y en 1979, con el ascenso al poder de Roberto Viola en la llamada Segunda Junta Militar de Gobierno, llegó a convertirse en secretario de Agricultura y Ganadería, consigna Vanity Fair.

Es esta vinculación con el gobierno de facto de Videla la que puso en jaque su participación en uno de los días más importantes de Máxima, cuando se transformó en princesa, pero también en importantes hechos que vinieron después en la vida de la actual reina de los Países Bajos.

Jorge Zorreguieta: el investigado

Una vez que la relación de Máxima Zorreguieta con el príncipe Guillermo Alejandro tomó rumbos claros, la prensa holandesa comenzó a escarbar en la vida de la argentina que se había robado el corazón del príncipe.

Así es como lograron llegar al padre de Máxima, poniendo atención en su participación en la dictadura de Videla y cuáles fueron las consecuencias de esta, de las que Jorge Zorreguieta estaba al tanto.

Esto implicó que la corona de los Países Bajos decidiera investigar a fondo las conexiones que sostenía Máxima en argentina con la dictadura, pero más bien cuáles era la participación de su padre en el proceso que azotó al país trasandino.

Los resultaron fueron desalentadores y estalló una bomba que afectó profundamente a Máxima y también los planes de la pareja que ya se había comprometido.

Según explica Caras, “el informe presentado por el profesor Michiel Baud, por encargo del gobierno holandés, Jorge Zorreguieta era responsable de haber callado las desapariciones durante la dictadura y aseguraba que de ningún modo podría haber estado al margen o haber desconocido lo que sucedía”.

Esto implicó que se pusiera en duda el compromiso de la pareja, sin embargo, el amor de Guillermo Alejandro por la argentina era tan grande que amenazó con renunciar a su trono si no le permitían casarse con Máxima.

La boda de Máxima sin Jorge Zorreigueta, su padre

Que Guillermo Alejandro pusiera en jaque a la corona de los Países Bajos implicó que todo el peso de la decisión recayera en su prometida, Máxima Zorreigueta.

El entonces primer ministro de los Países Bajos, Wim Kok, puso como condición para que se realizara el enlace que el padre de Máxima, Jorge Zorreigueta, no asistiera al casamiento, con el objetivo de evitar una crisis entre el Gobierno y la Corona.

Esto generó que Máxima tuviera que aceptar que su padre no podría estar a su lado en uno de los momentos más importantes de su vida, convenciéndolo de no asistir a la boda, pero también haciendo una declaración pública respecto de los momentos más oscuros de Argentina en la década de los 70 y 80.

“Lamento la dictadura, las desapariciones, las muertes. Todos sabemos los males que causó el régimen militar y como argentina tengo mucha tristeza por ello”, señaló reina Máxima.

Además, aclaró que su padre “Es un hombre bueno que actuó en el gobierno equivocado”.

De esta forma se realizó la boda en 2002, la que sus padres lograron ver en vivo a través de la televisión desde Londres, ya que María del Carmen Cerruti se quedó con Jorge en solidaridad con él.

Aunque Máxima no dejó de lado al 100% sus raíces argentinas, considerando que en un momento importante del enlace sonó “Adiós Nonino”, el tango que Astor Piazzolla compuso en honor a su padre, Vicente Piazzolla.

Una relación marcada por la diplomacia

Pese a que Jorge Zorreguieta no logró asistir a la boda de su hija con Guillermo, sí mantuvo una cercana relación con su hija, aunque esta siempre estuvo bajo la mirada del estado holandés o de la Casa de Orange-Nassau, nombre original de la Corona de los Países Bajos.

Recién en 2004, Jorge Zorreiguieta pudo pisar suelo holandés cuando se realizó el bautizo de Catharina Amalia, la primogénita de la Máxima, aunque sí tenía prohibido asistir a cualquier acto oficial de estado.

Por ejemplo, no pudo asistir a la coronación de su hija como reina de los Países Bajos en 2013 y fue obligado a mantener una vida de bajo perfil en Buenos Aires, donde vivió con María del Carmen hasta su muerte.

Sin embargo, logró mantener una relación cercana con Máxima y su familia, incluidas sus tres nietas, las princesas Catalina Amalia, Alejandra y Ariadna.

“Para ella eso fue muy importante. Pudo lograr que sus hijas conocieran a su abuelo, algo que parecía imposible por como había reaccionado el estado holandés en un principio”, consignó Caras.

Cada dos años iba a Argentina a pasar las fiestas y reencontrarse con su país, demás de mostrar su cultura a sus hijas.

El adiós de Máxima a su padre, Jorge Zorreguieta

Máxima se Holanda viajó directamente a Buenos Aires en agosto de 2017, cuando su padre estaba internado en el sanatorio Fundaleu, a causa de un linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer linfático que lo afectó por dos décadas.

En la clínica porteña y con máxima en Argentina, Jorge Zorreguieta falleció el 9 de agosto de ese año, mientras intentaba recuperarse de “una infección pulmonar para recibir atención médica de enfermería y antibióticos endovenosos”, indicó El País.

La misma reina de Holanda dio a conocer la noticia junto a sus hermanos, mientras que su marido, el rey Guillermo y sus tres hijas viajaban en un vuelo privado a la ciudad natal Máxima para participar en el funeral de Jorge.

Aunque la ceremonia se realizó en un entorno íntimo y cerrado a la prensa, la asistencia de la familia completa reflejó que la cercanía entre Máxima y su padre Jorge Zorreguieta nunca estuvo en juego, pese a que tuvieron que mantener la distancia en los momentos más importantes de la reina argentina.