La nieta del célebre Charles Chaplin, Oona, tiene un vínculo con Chile puesto que su padre, Patricio, se casó con Geraldine, una de las hijas del intérprete de Charlot. Sin embargo, pocos conocen que la nieta que también es actriz, tiene raíces con el pueblo mapuche e incluso la motivó a viajar al país para conocer sus orígenes.

Una de las series que generó mayor repercusión en la década pasada, fue Game of Thrones. Desde su estreno, muchos actores y actrices aprovecharon su paso por la serie de HBO, como un trampolín para sus carreras. Uno de ellos, fue Pedro Pascal, el chileno que sigue creciendo en el siempre complicado Hollywood. Aunque pocos saben que había otro talento con raíces chilenas en el programa, nos referimos a la actriz Oona Chaplin.

Sin duda, el puntapié que significó interpretar a Talisa Maegyr, le abrió las puertas en películas independientes y series de culto como Taboo y Black Mirror, actuaciones que hizo después de terminada su participación en GOT.

Pero un aspecto que resalta, es su apellido, ya que la intérprete de 38 años es nieta de Charles Chaplin, el actor de cine mudo y reconocido mundialmente por su personaje Charlot.

Esto no es todo lo que resalta de su vida, puesto que el padre de la actriz, es el director de fotografía chileno, Patricio Castilla, quien se casó con la hija de Charles, Geraldine.

Con un apellido que recuerda a uno de los más artistas más queridos del cine y un lazo con el pueblo mapuche que es motivo de profundo orgullo, la carrera de Oona Chaplin se prepara para dar un salto, tras su incorporación en la saga de Avatar, dirigida por James Cameron.

Oona Chaplin como Talisa Maegyr

Los inicios de Oona Chaplin

En retrospectiva, la decisión de dedicarse a la actuación era un paso seguro para Oona, dado que su madre Geraldine, era hija del legendario Chaplin. Se puede decir entonces, que en su caso, el interés artístico era una predestinación.

Patricio y Geraldine se conocieron en 1979, tras coincidir en la grabación de la película La Viuda de Montiel, mientras Chaplin era parte del reparto y Patricio ejercía como director de fotografía.

Castilla que estuvo involucrado en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) se encontraba exiliado en España cuando conoce a Geraldine o “Geralda” como se hizo conocida en tierras hispanas.

Al cabo de siete años de relación, nació Oona, la única hija en común de la pareja, cuyo nombre era un homenaje a su abuela, Oona O’Neill.

Ella misma al empezar su carrera, afirmó en conversación con el diario londinense The Standard, que su primera reacción era luchar contra la corriente y seguir un camino propio. “Intenté luchar contra ello durante mucho tiempo, pero era inevitable”, sostuvo al medio inglés.

No obstante, esta decisión no ocurrió de forma inmediata, porque en su adolescencia desarrolló un gusto por la danza, en especial, del ballet y el flamenco. Pero su carrera que iba en ascenso terminó abruptamente, por lo cual decidió a sus quince años, ir al internado escocés de Gordonstoun, lugar en que decide estudiar teatro.

El amor por contar historias

Una gira a Escocia, llevó a la nieta de Chaplin dedicarse a la actuación, luego que el internado montó la obra de William Shakespeare, El sueño de una noche de verano, en el Festival Fringe de Edimburgo, un evento multitudinario que reune a miles de personas cada año.

En esta instancia, Oona actuó por primera vez frente al público, lo que le causó un impacto profundo. Así le contó a The Standard, sobre la experiencia que le cambió la vida. “La primera vez que bajé del escenario, me acerqué a mi tutora y me derrumbé en sus brazos. Estaba sollozando: ¡Dios mío, no puedo evitarlo, me encanta esto! ¡Mierda! ¡Estoy jodida!”, expresó.

Sin embargo, pese a que sentía que había encontrado su vocación, igualmente dudo estudiar actuación. Primero le gustaban varias carreras desde periodismo, política internacional e incluso barajó estudiar economía. Pero finalmente se decidió a postular en la mejor escuela de interpretación de Reino Unido, la Academia Real de Arte Dramático.

Geraldine y Oona posando con una imagen de Charlot

Hasta su madre no veía con buenos ojos que su hija fuera actriz, al igual que ella y su padre. En ese sentido, Geraldine mencionó en una entrevista al medio español El Periódico que “intenté convencer a Oona para que no fuera actriz. Siempre fue una niña muy mimada y pensé que no sería capaz de soportar la cantidad de decepciones y rechazos que la profesión conlleva. Afortunadamente las cosas le van muy bien”.

Así las cosas, una vez egresada pensó en cambiarse el apellido, debido a las suspicacias que causaba, puesto que pensaba que podía ser un problema para hacerse un nombre en la industria del espectáculo.

Tenía dudas si la iban a tomar en cuenta, pero a punta de esfuerzo y sacrificio disipó los comentarios.

Una ciudadana del mundo

A pesar de nacer en Madrid, España, la actriz ha relatado en cada entrevista que concede que no se siente limitada por pertenecer a una determinada ciudadanía, porque ha vivido en Cuba, Suiza y Estados Unidos, instancias que ha valorado como ninguna otra y le ha permitido tener una idea general de su identidad.

“El concepto de nación me parece ridículo. En realidad no lo entiendo. Un país no me afecta a nivel personal. Yo soy ciudadana del mundo y, por mucho que me fascinen las tradiciones y las idiosincrasias, soy el producto de referentes de gran variedad de color y peso”, expuso en una entrevista con la Revista Hola.

Es justo esta búsqueda constante que la llevó a conocer nuestro país en el 2016, en específico, la localidad de Lanco para conocer de primera mano la herencia mapuche de parte de su abuela Hilda, la madre de Castilla.

De hecho, un dato que avala su interés por la cultura mapuche, es que Oona habla mapudungún y es cercana a sus raíces. Esto se vio durante la gala de los Premios Fénix de cine Iberoamericano, en el año en que visitó Chile, pues en dicha ocasión la intérprete honró a sus ancestros con un trarilonco, un cintillo con colgantes original del pueblo mapuche.

También en 2019, Chaplin volvió a visitar Chile, en especial, Mehuín, el poblado al que trata de volver cada vez que puede. Según contó su madre en diálogo con nuestro medio asociado Perfil, Oona mantiene bastante presente la cosmovisión mapuche “se ha buscado una especie de religión que está muy metida en los espíritus, en la cultura mapuche. Oona vivó meses con los mapuches en Chile y habla la lengua mapudungún. Tiene una especie de altar en su casa, y está metida en las ceremonias de los aborígenes”, contó al medio argentino en 2017.

El legado de Charles Chaplin

Pese a que Oona nació una década después que falleciera Charles Chaplin, la influencia de su famoso abuelo, la ha marcado desde el principio de su carrera actoral, un sentimiento de privilegio que agradece cada día.

“Gracias a Charles Chaplin sé que se puede hacer de la propia vida una obra de arte, aunque sea algo que esté al alcance de muy pocos”, indicó en conversación con Vanity Fair.

En esta línea, la actriz sostuvo que las películas de su abuelo dejan una huella imborrable en la audiencia que sigue fascinada por la figura del tierno vagabundo. “Me impresiona y enorgullece que haya conmovido e ilusionado a tanta gente, a la que enviaba un mensaje de amor. Su obra no era simple entretenimiento, era un símbolo”.

Mientras en una entrevista con el diario El Clarín, en el contexto de su debut en Taboo, junto a Tom Hardy, Oona Chaplin volvió a hablar sobre la importancia de pertenecer a una familia de artistas.“Ojalá que el día yo me muera pueda mirar atrás y decir: ‘Yo honré aquello que heredé’”, expresó al medio argentino.