Miguel Bosé fue demandado por su expareja de hace 26 años, Ignacio Palau. El hombre que hasta el momento nunca había confirmado su relación con el cantante español, busca “defender sus derechos y los de sus hijos”.
Para ello, pidió ser representado por el despacho de abogados familia Ortolá Dinnbier. “Tras la ruptura de la relación y convivencia mantenida de forma ininterrumpida con Miguel Bosé Dominguín durante más de 26 años, y comoquiera que han fracasado las negociaciones previas que en su evitación se han venido desarrollando, Ignacio Palau Medina ha encargado a este despacho profesional la interposición de las acciones judiciales necesarias para la defensa y protección de sus intereses y, fundamentalmente, los de sus hijos menores“, explicaron desde el bufete a través de un comunicado.
Palau es un escultor español que conoció al cantante hace cerca de 30 años, gracias a un amigo en común. Ambos mantuvieron su romance en privado, sin darlo a conocer a la prensa o aparecer juntos eventos.
Según el diario español El País, la carrera del escultor se vio supeditada a su romance con Bosé, y no prosperó como esperaba, consiguiendo realizar solo una gran exposición de sus obras sin conseguir un gran éxito.
La noticia del quiebre de su relación salió a la luz la semana pasada cuando se supo que Bosé se instaló en México junto a dos de sus cuatro hijos.
En el pasado el artista confirmó que tenía cuatro hijos (dos pares de gemelos), pero nunca entregó detalles de sus orígenes.