Mina Anna Mazzini (78) no es más ni menos que “la cantante más famosa de Italia”. Este título le fue otorgado por la prensa y sus compatriotas desde hace varias décadas, y lo sostiene quedándose en los primeros lugares de las listas musicales cada vez que lanza un disco.

No obstante, Mina está muy lejos de ser una artista convencional, pues hace cuarenta años que está alejada de los medios en una retirada localidad en Suiza y no realiza apariciones públicas, entrevistas ni conciertos desde entonces.

Embarazada y censurada

Mazzini nació en Busto Arsizio (Lombardía, Italia), en marzo de 1940. Sin embargo, creció en Cremona, lugar que le dio su sobrenombre de “Tigresa de Cremona” junto a sus padres y hermano Alfredo, también cantante.

En sus primeros años mostró gran interés por la música y el canto, inspirada por su abuela Amelia, una antigua cantante de ópera. Pasión que impulsó su carrera musical que se consolidó cuando alcanzó la mayoría de edad.

Su debut oficial fue en septiembre de 1958 en un escenario de Cremona, en donde el público le exigió cantar aún más canciones de las pactadas, consignó el periódico local La Provincia. Dos años después alcanzó el primer lugar en las listas musicales con Tintarella luna.

A los 22 años, Mina ya tenía cinco álbumes de estudio, participaciones en siete títulos filmográficos, miles de seguidores y dos grandes escándalos.

Mina Mazzini
Mina Mazzini

El primero de ellos fue su canción Il Cielo In Una Stanza (El cielo en una habitación), la que se convirtió en la primera composición musical en la que una mujer hablaba de relaciones sexuales desde la perspectiva femenina.

Como era de esperar, ésta incomodó fuertemente a los sectores más conservadores, como radios católicas, que censuraron su canción. La cadena Rai, radiotelevisión pública italiana, intentó desplazarla sin éxito, hasta que encontraron la excusa perfecta: su embarazo.

Mina quedó embarazada del actor Corrado Pani, con quien mantuvo una relación a pesar de que estaba casado con otra mujer, la actriz Renata Monteduro, detalla el diario La República de Italia. El hecho de no estar casada con Pani y ser “una madre soltera” ayudó a la cadena italiana a sacarla de sus pantallas y radios por dos años, imponiendo una fuerte censura.

Corrado Pani, Mina y Massimiliano
Corrado Pani, Mina y Massimiliano

No obstante, sus fanáticos reclamaron insistentemente por su regreso, enviando numerosas cartas y reclamos a Rai, lo que los obligó a disculparse y sumarla a su señal. “Recibí regalos de toda Italia, cartas, en la calle me decían: ‘No tienes que preocuparte"”, recordó Mina varios años después en entrevista con Playboy.

Aún así la relación entre Corrado y Mina no funcionó, a pesar de que él dejó a su antigua esposa. “Fue fatal que terminara así. El momento mágico se había extinguido. Mina también se había encontrado con Martelli (un ex), así que me retiré”, explicó Corrado en un libro biográfico.

Polémico regreso y una nueva tragedia

En su regreso a la señal italiana, Mina Mazzini ya no era la misma. La artista decidió expresar su lado más rupturista y creativo con su aspecto físico: se tiñó el cabello de rojo, depiló sus cejas por completo, modeló minifaldas y lució un recargado maquillaje circense. Su público recibió con grandes ovaciones este radical cambio.

Mina Mazzini
Mina Mazzini

Desde esa época Mazzini comenzó su “costumbre” de lanzar cerca de un disco por año, los que -hasta la fecha- se apoderan rápidamente de los primeros lugares en el país europeo, tal como señala su sitio oficial.

En medio de su ascendente fama, su hermano murió con apenas 22 años en un accidente de tránsito. Él también comenzaba a convertirse en un cantante reconocido bajo el seudónimo “Gerónimo”, pero su carrera terminó la madrugada de ese día 29 de mayo en 1965.

Aunque el público se centraba en su talento, la prensa insistía en entrometerse en su vida personal con insistencia, puesto que no la creían capaz de ser exitosa sin una compañía masculina. En abril de 1967 el periodista Alberto Libonati publicó una entrevista con la cantante, titulada “Los solitarios 27 años de Mina”. En esa conversación, con casi una década de carrera, la cantante dejó en evidencia su cansancio ante las duras exigencias de la industria.


“La verdad es que ahora el trabajo absorbe mi jornada hasta el extremo de anular casi por completo mi vida privada. Ahora ya no soy una mujer o una criatura, sino un robot, o mejor, una rocola que canta”, expresó.

Aún así destacó que tenía una fuerte razón para aferrarse a la vida: su hijo Massimiliano, que en ese entonces tenía cuatro años y que con el tiempo se convertiría en un destacado productor musical.

De todas formas, la vida le presentó a un nuevo amor, el periodista Virgilio Crocco con quien se casó en 1970 luego de un par de meses juntos y tuvo a su segunda hija, Benedetta Mazzini, quien actualmente es una reconocida actriz.

Nuevamente la relación no duró mucho y ambos se separaron un año después del matrimonio. No obstante, un evento trágico los separó definitivamente: Virgilio murió atropellado por un auto dos años después, en circunstancias que nunca fueron aclaradas.

Mina y Virgilio
Mina y Virgilio

“Váyanse a la mierda”

Con esta tragedia a cuestas, dos hijos que mantenía por sí sola y un millonario y exigente contrato, Mina continuó trabajando duro ante los ojos y paparazzis que la acosaban a diario: hasta el verano de 1978.

Mina subió al escenario de Bussoladomani en Versilia (Italia) ese agosto y ninguno de los presentes sabía que estaban presenciando el último concierto de su carrera y su última interpretación, Ancora ancora ancora. Luego de esta canción presentó su renuncia a los medios y dijo: “¡Váyanse a la mierda!”.

“Aquella madre soltera, Mina, la del escándalo a comienzos de los años 60, estaba reventada de paparazzi, de tanto ruido popular, de tan insoportable persecución”, reflexionó la periodista Rita Madaro, quien entrevistó a la cantante en su último concierto para la Radio Taranto, según recoge un artículo del periódico El Mundo. Según Madaro, la cantante le pidió no publicar gran parte de la entrevista, la que fue la última. Para Augusto Martelli, su excolaborador, ella “logró al fin su libertad para hacer lo que quisiera: comer, engordar o enamorarse sin ser juzgada”.

Acto seguido a su “despedida”, la artista se fue a vivir con Eugenio Quaini, cardiólogo y amigo de su infancia, con quien se mudó a una mansión retirada en Lugano en Suiza, lugar en el que ambos consiguieron nacionalidad y se casaron casi treinta años después, en 2006.

Una exitosa carrera fuera de los medios

En su nuevo hogar, Mina fundó un estudio de grabación en el que trabaja hasta la fecha. Entre álbumes de estudio, discos de covers y recopilatorios, la italiana suma más de 116 álbumes. Todos sus últimos títulos han sido presentados al público por su hijo Massimiliano. Su último disco es Maeba, publicado en marzo de este año.

Hasta la fecha, la cantante ha vendido más de 150 millones de discos entre singles y álbumes, e interpretado más de 1.500 canciones.

Además de crear música, la cantante escribe mensualmente un blog para la revista Vanity Fair y una columna para el diario italiano La Stampa.

Sólo ha sido “vista” dos veces este último tiempo. Una fue en 2001 cuando grabó un material musical en su estudio y, la segunda, este año en una inquietante y sorprendente versión holográfica en el Festival de San Remo (Italia).


Artistas de todo el mundo han mostrado una gran admiración por Mina. “Ella es la mejor cantante blanca del planeta”, dijo el jazzista Louis Armstrong. “Si no tuviera mi voz, querría tener la de una joven cantante italiana llamada Mina”, expresó la destacada cantante Sarah Vaughan. La intérprete Liza Minello simplemente dijo: “Mina es la más grande cantante que existe”. Este mes, la versión italiana de la revista Vogue le rinde un robusto homenaje a su carrera artística.

A pesar de que Mina está cercana a cumplir los 80 años, sus fanáticos de Italia y todo el mundo sólo esperan algo: que vuelva a cantar sobre un escenario, una vez más.