La reina Isabel II y Jackie Kennedy son dos de las mujeres más destacadas de la historia. Durante un pequeño periodo de tiempo, en los años 60, ambas compartieron la gloria que les dio el poder y que las convirtió en modelos a seguir para el mundo, a pesar de sus notorias diferencias.
Sin embargo, la relación entre ellas no era de las mejores, lo que habría quedado de manifiesto en una mítica cena realizada en el palacio de Buckingham.
En 1961, un recién electo John Kennedy visitó Inglaterra en compañía de su esposa, encuentro que estuvo lleno de momentos incómodos. A pesar de aparecer sonrientes en cada foto que fue tomada en la ocasión, la tensión se hizo presente entre los invitados, especialmente en la reina, quien se sentía sometida a juicio por Jackie, un símbolo de los nuevos tiempos.
Según consigna el diario inglés The Telegraph, Cecil Beaton, fotógrafo y modista británico que trabajó con Kennedy, escribió en uno de sus diarios privados que la Primera Dama no estaba impresionada con el palacio y su decoración, ni tampoco con el estilo y vestuario de su anfitriona, algo que más tarde comentaría en su círculo cercano.
Por su parte, el escritor Gore Vidal también señaló que Jackie encontró que la reina era bastante “pesada” y sintió “cierto rencor” de parte de la monarca hacia ella.
La visita del presidente de Estados Unidos y su esposa se realizó tras su exitoso paso por Francia, donde ella había cautivado a los medios y al entonces presidente Charles de Gaulle, quien incluso bromeó y se refirió al mandatario como “el hombre que acompañó a Jacqueline Kennedy a Paris”.
La Primera Dama no sólo se mostró espontánea, sino que además habló en un fluido francés, algo que más tarde sería comentado a la reina Isabel, quien se limitó a decir: “Sí, todos podemos hacer eso”.
Pero la tensión entre ambas comenzó mucho antes de la realización de la cena, así al menos lo consigna la revista People. En la publicación se asegura que la Reina debió hacer una concesión especial para que la hermana y el cuñado de Jackie, la princesa Lee Radziwill y el príncipe Stanislas Radzi, pudiesen asistir al evento.
A pesar de que Lee era parte de la familia real polaca, ella y su esposo se encontraban en su segundo y tercer matrimonio respectivamente, por lo cual el protocolo impedía que fueran invitados a una cena de Estado en Buckingham.
De acuerdo con la biografía Jackie Kennedy America’s Queen, escrita por Sarah Bradford, la reina Isabel accedió renuente a romper las reglas sobre el divorcio para esta ocasión, pero “tomó represalias” al excluir de la lista de invitados a la Princesa Margarita y la Princesa Marina, cuya presencia había sido requerida por Jackie.
Los celos
La tensión entre ambas mujeres es uno de los temas que aborda la segunda temporada de The Crown, la serie de Netflix que relata la vida de Isabel II.
La apuesta incluso va más a allá de lo conocido y afirma que la monarca -interpretada por Claire Foy- llegó a sentir celos del coqueteo entre la Primera Dama (Jodi Balfour) y el príncipe Felipe (Matt Smith), durante la ya mencionada visita de 1961.
El diario británico Daily Mail, afirma que existe una escena en la que el duque de Edimburgo, le comenta a la Reina que Jackie le pidió que le diera un tour por el palacio. En respuesta, Isabel dice: “Es mi casa, así que yo lo haré”.
Luego de eso, Isabel escucha rumores acerca de que Jackie habló mal de ella a sus espaldas, diciendo que era una mujer de mediana edad, poco inteligente y para nada notable.
Asimismo, describe al palacio como triste y “como un hotel provincial descuidado”.
La segunda temporada de The Crown se estrena el 8 de diciembre.