Ya sea por antigüedad laboral, costo de vida o porque las labores no se ajustan con la remuneración, llega el momento en la vida de cualquier persona trabajadora que se debe entrar a conversar un incremento del salario. Las palabras y argumentos al solicitarlo son claves.
Después de varios días de preparación, llega el momento de pedir formalmente un aumento de sueldo. Ya se ha solicitado reunión con nuestro jefe directo y, al momento de negociar, la respuesta es un rotundo “no”.
Probablemente, esta sea la situación de cientos de profesionales que, por una u otra razón, se ven obligados a pedir un alza en sus remuneraciones, dado el complejo panorama económico nacional, donde si bien la inflación viene a la baja, ciertos alimentos (como las papas) o los combustibles vienen experimentando alzas considerables en sus valores.
Con tal de evitar al mínimo las probabilidades de que todo salga mal: ¿Qué se debe tener en cuenta al momento de pedir un aumento? ¿cómo hay que negociar un salario? O inclusive, ¿por qué podría considerar pedir uno?
Aumento: por situación económica o más trabajo del acordado
El sueldo, como tal, se establece mediante un acuerdo entre empleado y empleador, donde se retribuye el trabajo del primero mediante una cierta cantidad de dinero.
Ahora bien, a pesar de este acuerdo, que puede ser tácito como escrito, un 37,6% de los trabajadores chilenos expresa que ha realizado mayores labores a las acordadas, sin que se aumente su ingreso de forma equivalente.
Lo anterior produce un 13,7% de falta de motivación, según el análisis de ADP Research Institute.
A esto se une el mencionado incremento en el costo de la vida, con alimentos como las papas anotando un alza mensual de 10,8% en sus precios durante agosto, el gas licuado con un 10,8%, y las gasolinas de 93 y 97 con alzas de $31,1 al jueves 14 de septiembre.
Un tema estratégico
Según el director asociado de la consultora Robert Half, Caio Arnaes, “la negociación salarial es un tema estratégico, que presenta desafíos tanto para los profesionales como para las empresas”, por lo que “hacerlo correctamente, conlleva beneficios tanto para quien lo solicita como quien lo concede”.
Además, hay que considerar que, en caso de que la situación económica de la compañía no permita llegar a un sueldo más alto, “ahí entran en juego los beneficios que pueden convertirse en verdaderos imanes para atraer o retener a los mejores talentos”, según enfatizó el ejecutivo.
Algunos de estos beneficios que están ofreciendo las empresas son los seguros complementarios de salud (83%), notebooks (77%), celular con tarjeta SIM (76%), estacionamientos (50%) y cuidado dental (44%), según la información recolectada por la consultora.
Consejos al momento de pedir un aumento de sueldo
Según el gerente general de Vertical Hunter, Francisco González, es normal que el solicitar un aumento de sueldo genere un cierto nivel de estrés en un individuo.
Con todo, lo importante es controlar aquellas emociones, y “si el trabajador, toma en cuenta ciertas estrategias para pedir el aumento de sueldo, puede tener bastante éxito en su demanda”, según explica González.
En este sentido, desde Vertical Hunter recomiendan elegir el momento apropiado, en lo posible mediante una reunión presencial con el jefe directo. El punto está en solicitar una hora donde su carga de trabajo no sea excesiva.
Tal instancia requiere seriedad, utilizar palabras precisas y adecuadas, con las cuales se presente una solicitud basada en hechos y desempeño laboral.
“La clave está en pedir lo justo y ofrecer lo que las empresas están buscando para llegar a un acuerdo viable”, expresó el director asociado de Robert Half.
Ligado con lo anterior, hay que mostrarse optimista y confiar en sus méritos, capacidades y habilidades forjadas a lo largo de la estancia en un puesto de trabajo.
Importante es que el sueldo a solicitar debe pensarse y definirse previamente, con tal de evitar improvisar sobre la marcha.
Por último, se deben considerar algunos de los beneficios nombrados con anterioridad, los cuales no forman parte del sueldo pero si ayudan al bienestar del trabajador y pueden servir como un as bajo la manga en caso de que no se pueda aumentar el salario como tal. Algunos de estos son los bonos, aguinaldos, la capacidad de teletrabajar, entre otros.