A partir del 8 de septiembre comenzará a regir la portabilidad financiera, que permitirá a todos los que tengan productos financieros cambiarse de institución con menores comisiones y mayor facilidad.
La iniciativa comprende productos como cuentas corrientes, cuentas vista, tarjetas de crédito y débito, préstamos hipotecarios, de consumo o automotrices, entre otros instrumentos.
El proceso constará de tres pasos, donde el cliente deberá ingresar una solicitud de portabilidad directamente a la nueva entidad a la que pretende afiliarse, indicando los productos que requiere.
Luego de una evaluación interna, la institución procede a hacer una “Oferta de Portabilidad” al cliente, para luego concretar la operación.
De esa manera, el presidente del Banco Estado, Sebastián Sichel, señaló que los clientes bancarios siempre podrán acceder a las mejores condiciones posibles.
Además de rebajar algunas comisiones, el nuevo sistema reducirá los costos operativos y simplificará el trámite para los clientes, ya que carga todo el procedimiento en las instituciones financieras.
Para los trámites que el cliente tenga que llevar a cabo, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, afirmó que es obligatorio ofrecer un canal virtual.
Luego de aceptar la Oferta de Portabilidad que entregue cada institución, se genera un “mandato de término”, tras el cual hay un plazo de seis días hábiles para liquidar los compromisos con la antigua entidad.
Según las cifras del Gobierno, la iniciativa puede llegar a beneficiar a 13,6 millones de personas que hoy cuentan con productos financieros, además de 842.000 micro y pequeñas empresas.