De acuerdo a la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2017, un 25% de los chilenos habita en una vivienda arrendada.
En ese contexto, la abogada de Lagos & Asociados, Melisa Naranjo, advirtió que una de las problemáticas más comunes es el no pago de las rentas por parte del arrendatario.
“Es muy común ver cantidades de demandas de término de contrato de arrendamiento por no pago de rentas, que se traducen en muchos casos en meses de tramitación para lograr el desalojo”, sostuvo
La experta en este tipo de contratos explicó que a pesar de no dar cumplimiento al pago, los arrendatarios se encuentran amparados en un título que les permite mantenerse en el inmueble e impedir el ingreso del arrendador.
En ese sentido, la primera medida es realizar un breve estudio de los antecedentes comerciales del futuro arrendatario, su capacidad económica y estabilidad laboral.
En términos legales, precisó, es necesario firmar el contrato ante notario público, lo que permitirá a ambas partes presentarlo como prueba en un eventual juicio. “Asimismo, resulta conveniente la inscripción del contrato al margen del título de la propiedad, para mayor certeza y publicidad”, sostuvo.
Además, recomendó solicitar al arrendatario firmar un pagaré ante notario, asociado al monto del contrato. “En caso de que el arrendatario no pague, se pueda exigir su cumplimiento con cláusula de aceleración, de esta forma el propietario del inmueble arrendado tendrá un título ejecutivo perfecto para proceder a la ejecución de los bienes del arrendatario deudor”, añadió.
Por último, señaló que es importante constituir a un codeudor solidario o fiador al momento de celebrar el respectivo contrato, para perseguir el pago a través este tercero.