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Trabajadores de Volkswagen en Alemania paralizan fábricas en protesta por recortes salariales y cierre de dependencias. Con unos 120.000 empleados y 10 fábricas en el país, las huelgas incluyen la planta principal en Wolfsburgo. En un punto muerto en negociaciones, el sindicato IG Metall amenaza con "la guerra sindical más dura". La empresa busca reducir costes cerrando al menos tres fábricas, desencadenando tensiones. La economía alemana enfrenta retracciones, reflejadas también en VW, con una caída del 64% en ganancias del tercer trimestre y preocupaciones por aranceles de la UE sobre vehículos eléctricos chinos.

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Los trabajadores de Volkswagen en Alemania -del sindicato IG Metall- paralizaron este lunes las fábricas de la empresa, en protesta por los planes de la compañía de recortes salariales y cierre de al menos tres dependencias en el país.

Volkswagen cuenta con unos 120.000 trabajadores en Alemania y 10 fábricas: Wolfsburgo, Emden, Osnabrück, Hannover, Zwickau, Dresde, Kassel, Salzgitter, Braunschweig y Chemnitz.

Los paros de este lunes incluyeron manifestaciones en la planta principal, la de Wolfsburgo, en la que han participado la presidenta del comité de empresa, Daniela Cavallo; y el representante sindical Thorsten Gröger.

Gröger amenazó ayer en un comunicado con provocar “la guerra sindical más dura” de la historia de Volkswagen.

“Las huelgas de advertencia comenzarán en todas las plantas (hoy lunes). Volkswagen tendrá que decidir en la mesa de negociaciones la duración y la intensidad de este conflicto”, dijo.

Cavallo, por su parte, ha afirmado ante los trabajadores que no solo ellos tienen que asumir la complicada situación de la compañía, sino que esto también corresponde al comité ejecutivo y a los accionistas.

“Exigimos que todas las partes contribuyan, incluidos el comité ejecutivo y los accionistas”, sostuvo, según recoge el diario alemán Frankfurter Allgemeine.

La convocatoria de esta “huelga de advertencia” llega tras expirar la obligación de “respetar la paz social” el pasado 1 de diciembre, en un momento en el que el comité de empresa y la dirección de la compañía se encuentran en un punto muerto en sus negociaciones sobre cómo reducir los costes.

La dirección y los trabajadores no llegaron a ningún acuerdo el pasado 21 de noviembre en una nueva ronda de negociación para la revisión del convenio colectivo y los planes de ahorro del gigante europeo, que plantea el cierre de, al menos, tres de sus diez fábricas en el país.

El sindicato planteó un sendero de negociación para ahorrar 1.500 millones de euros en costes laborales si la compañía renunciaba al cierre de plantas y los despidos, algo a lo que la compañía no se quiso comprometer por el momento.

Retracción económica en Alemania

Los problemas en Volkswagen reflejan las luchas que enfrenta la potencia económica de la eurozona.

La economía alemana, fuertemente exportadora, ha estado sufriendo en los últimos años debido a la disminución de los pedidos industriales.

VW, por ejemplo, ha visto cómo su otrora lucrativo mercado chino se contraía rápidamente a medida de que los vehículos eléctricos de producción nacional se volvían más populares allí.

Además, los inminentes aranceles de la UE sobre los vehículos eléctricos chinos han generado temores de medidas de represalia.

En octubre, VW informó una caída del 64% en sus ganancias del tercer trimestre.

Otros fabricantes de automóviles alemanes, como BMW y Mercedes Benz, también han registrado pérdidas importantes.