El presidente de Argentina, Javier Milei, decretó este miércoles “sujeta a privatización” a la estatal Aerolíneas Argentinas, la mayor línea aérea del país y envuelta desde hace varias semanas en conflictos sindicales.
El decreto señala que desde que la aerolínea volvió a manos del Estado, en 2008, “presentó marcadas pérdidas, las cuales fueron mitigadas” a través de aportes del Tesoro nacional que ascienden hasta ahora a US$8.000 millones y que, “a pesar del grave resultado económico que arroja la gestión de Aerolíneas Argentinas, sus empleados mantienen importantes beneficios que contribuyen a empeorar la situación”.
Aerolíneas Argentinas, más cerca de la privatización
También sostiene que hay un “sobredimensionamiento de la estructura” de la empresa en comparación con otras compañías aéreas de la región.
“A pesar de los esfuerzos realizados por el Estado nacional y la disminución de aportes del Tesoro, los estados contables de la empresa mantienen un grave déficit que imposibilitan su funcionamiento en condiciones de libre mercado”, afirma el decreto.
La decisión será notificada al Parlamento, en donde actualmente se analizan dos proyectos de ley para privatizar a la empresa, que tiene 11.386 trabajadores.
Conflictos sindicales
El servicio aerocomercial en Argentina está convulsionado por los conflictos sindicales que desde mediados de agosto pasado se suceden en reclamo de mejoras salariales.
Las asambleas y huelgas que llevan adelante sindicatos de Aerolíneas Argentinas han provocado centenares de cancelaciones, demoras y reprogramaciones de vuelos domésticos e internacionales, afectando a miles de pasajeros y generando millonarias pérdidas económicas.
Creada en 1950, Aerolíneas fue privatizada en 1990 y vendida a la española Iberia, que, ocho años más tarde, cedió la gestión a la aerolínea estadounidense American Airlines.
La operación de la compañía pasó en 2000 a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de España, que en octubre de 2001 traspasó Aerolíneas al grupo privado español Marsans.
En 2009 el Estado argentino expropió a Marsans la línea aérea de bandera, que desde mediados de 2008 ya era gestionada por el Gobierno argentino tras entrar en una severa crisis financiera.
Aerolíneas tiene 84 aviones operativos en su flota y acapara el 62% de los pasajeros en vuelos domésticos, un mercado en plena transformación debido a la política de ‘cielos abiertos’ que impulsa Milei.