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El gobierno argentino liderado por Javier Milei revive la polémica sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas, la empresa estatal con pérdidas astronómicas y en el centro de conflictos laborales que han afectado a más de 52 mil pasajeros. A pesar de que la privatización quedó fuera de la reciente Ley Bases, el mandatario insiste en la venta de la aerolínea, argumentando los altos sueldos de los pilotos y los beneficios que reciben, como pasajes gratuitos en clase ejecutiva. Con dos paros recientes y la indignación ciudadana como telón de fondo, el debate se reaviva en el Congreso, mientras el sindicalista clave en los paros se encuentra de vacaciones en España.

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El gobierno de Argentina insiste en la privatización de la empresa estatal, una de las que mayores pérdidas genera. La indignación ciudadana le da impulso: las últimas dos medidas de fuerza afectaron a más de 52 mil pasajeros y un sindicalista se fue a España justo unas horas antes.

Si bien la privatización de la empresa quedó fuera de la Ley Bases aprobada a fines de junio, el gobierno de Javier Milei volvió a reflotar la pelea contra la estatal Aerolíneas Argentinas tras una serie de paros y medidas de fuerza que afectaron a más de 50 mil pasajeros. En el marco de un conflicto salarial, desde Casa Rosada no ceden en la negociación, ya que aseguran que los pilotos ganan por mes entre 3 y 10 millones de pesos argentinos (cerca de 8.000 dólares) y tienen variedad de beneficios como pasajes en business para ellos y sus familiares, solventados por los contribuyentes.

Aerolíneas Argentinas es una de las compañías que más pérdidas genera para el Estado trasandino. Creada por Juan Domingo Perón en 1950, se privatizó en 1989 iniciada la gestión de Carlos Menem. En 2008, Cristina Fernández de Kirchner la estatizó otra vez. Pero los resultados fueron mayormente en rojo: la aerolínea estatal arrastra desde 2012 un déficit consecutivo año tras año, llegando en 2023 a marcar 200 millones de dólares, según un análisis de la Auditoría General de la Nación (AGN), a pesar de haber recibido un subsidio indirecto producto de la brecha cambiaria por más de USD 380 millones.

De acuerdo a la Administración Nacional de Aviación Civil de Argentina (ANAC), Aerolíneas Argentinas mantiene la mayor porción de participación en el mercado de cabotaje: transporta a dos de cada tres personas. Hasta julio, Aerolíneas Argentinas tuvo 5,8 millones de pasajeros, es decir, el 65,7% del total en una torta que comparte con las low cost JetSmart (chilena) y Flybondi.

Con la excusa de sanear las pérdidas y defender su política de “cielos abiertos” para estimular la competencia entre privados, Milei intentó vender Aerolíneas Argentinas. De hecho, había sido una promesa de campaña que fue incluida en su proyecto de la Ley Bases. Sin embargo, durante su debate de junio último en el Congreso, no consiguió el apoyo y la retiró de la lista de compañías estatales que podían ser vendidas.

Ahora, el presidente libertario podría tener su revancha, justificada en la indignación de los más de 52 mil pasajeros afectados por los dos paros “salvajes” -como calificó el gobierno- del 6 y 13 de septiembre, convocados por tres gremios que nuclean a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas. En paralelo a las protestas, el PRO, partido dialoguista liderado por el expresidente Mauricio Macri, presentó en el Congreso un nuevo proyecto para privatizar la aerolínea de bandera.

De hecho, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Fabián Lombardo, ratificó la intención de privatizar, pero aclarando que primero hay que llevar la firma a un punto de equilibrio para que luego pase a ser rentable: “Nosotros tenemos que llevar la compañía al mejor estado posible para que los contribuyentes dejen de poner plata”.

En cuanto a las medidas, 1.500 trabajadores abandonaron la empresa tras los dos programas de retiros voluntarios y acuerdos prejubilatorios. Y durante el primer semestre de este año, se redujo el déficit operativo en un 70%. La semana pasada, tres pilotos fueron echados por negarse a operar dos aviones que debían ser devueltos a Lessor, que se dedica al alquiler de aeronaves.

Pilotos con sueldos millonarios y un sindicalista de paseo en Europa

Aeroparque | EFE
Aeroparque | EFE

El discurso del gobierno de Milei va contra los beneficios que reciben los pilotos de Aerolíneas Argentinas, representados por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) del dirigente kirchnerista Pablo Biró. El vocero presidencial Manuel Adorni dijo días atrás que los salarios van entre los 3 y 10 millones de pesos argentinos, es decir, hasta 8.000 dólares, cuando el sueldo mínimo de Argentina es de $268.056,50 (213 dólares).

“No hay ninguna razón para seguir sosteniendo en un país empobrecido como el nuestro este tipo de privilegios para unos pocos”, expresó el portavoz del gobierno argentino.

“Diez de los 18 asientos de clase ejecutiva fueron reservados para pilotos y sus familias que por supuesto viajaron de manera gratuita sostenidos por la empresa, o sea por todos los contribuyentes, con todas las comodidades, por supuesto”, cuestionó Adorni.

Para justificar su crítica a los paros como “inmorales”, el vocero aportó detalles de los beneficios que reciben los pilotos de la aerolínea estatal. Entre ellos, pasajes gratis para ellos y sus familiares en clase ejecutiva, reprogramaciones tomadas como horas adicionales, bono en dólares, traslados cubiertos e incluidos en la jornada de trabajo y hasta un día libre en su cumpleaños.

En ese sentido, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sumó tensión y desafió a los empleados que cesaron sus actividades diarias. “¿Con qué criterio pueden pedir aumento salarial? Hasta que la empresa no tenga una ganancia, no pueden salir a pedir más recursos”.

Después de varios días de asambleas sorpresivas, el paro del 6 de septiembre duró por nueve horas y provocó la cancelación de 180 vuelos de Aerolíneas Argentinas. Según la compañía, unos 15 mil pasajeros debieron reprogramar sus viajes, una cifra que se incrementó a 37 mil el pasado viernes 13, cuando la huelga se amplió a 24 horas y afectó a 350 vuelos. Desde los gremios ya anticiparon más medidas de fuerza, aunque ahora tienen un condicionamiento legal.

Es que a través de dos decretos, el gobierno de Javier Milei declaró la esencialidad del transporte aerocomercial, lo que reglamenta que debe avisarse con cinco días de anticipación en caso de convocar a una medida de fuerza, así como también fija la garantía del 50% de la prestación del servicio y la conectividad en rutas que cuenten con un solo servicio.

Mientras tanto, el que no sufrirá las consecuencias será Edgardo Llano, secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) desde el año 2004 y promotor de la campaña del peronista Sergio Massa en 2023. El impulsor de los paros se fue de vacaciones a España junto a su familia el miércoles 4 de septiembre, dos días antes de la huelga. Volverá a Argentina el 23 de septiembre.