El pasado 24 de julio el gobierno de Nuevo León en México, donde se iba a construir una nueva planta de Tesla del magnate Elon Musk, dijo que no había recibido un aviso formal de la compañía de automóviles eléctricos sobre el freno a la construcción de esa planta.
Pero lo cierto es que han reportado que los proyectos del empresario en ese país no estarían avanzando; y de lleno están paralizados.
Y en Nuevo León, luego, recibieron la confirmación de que el empresario frenó la construcción de la planta de su empresa de vehículos eléctricos porque el candidato y expresidente estadounidense, Donald Trump (2017-2021), amagó con imponer aranceles a los autos hechos en México.
Musk, un simpatizante de Trump, había informado a principios de 2023 la construcción de una gigafactoría de Tesla, con una inversión de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares y proyectada como la mayor del mundo en su tipo.
Sin embargo, durante una teleconferencia con analistas y medios de comunicación, Musk afirmó: “Creo que tenemos que ver lo que pasa con la elección (presidencial de EEUU). Trump ha dicho que pondrá aranceles a los vehículos producidos en México. Así que no tiene sentido invertir mucho en México si eso va pasar”.
“Necesitamos ver cómo las cosas se desarrollan políticamente”, continuó.
Un sindicato contra Musk y Trump
El pasado 13 de agosto, el poderoso sindicato automovilístico United Auto Workers (UAW) anunció que había demandado al expresidente y candidato republicano estadounidense y también a Musk, por sus “intentos ilegales” de amenaza contra los trabajadores que reivindican su derecho a la huelga.
El grupo basó su denuncia en la conversación que mantuvieron ambos en la red social X, propiedad de Musk. Fue un intercambio de dos horas de duración en el que el exmandatario cargó contra los empleados que apuestan por esa medida.
“Quiero decir, miro lo que haces”, le dijo Trump a Musk. “Entras y dices: ¿Quieres dejarlo? Se declaran en huelga, no voy a mencionar el nombre de la empresa, pero se declaran en huelga y tú dices: Está bien, se van todos, se van todos”.
La UAW recordó que bajo la ley federal los trabajadores no pueden ser despedidos por hacer huelga y subrayó que amenazar con deshacerse de ellos es ilegal bajo la Ley Nacional de Relaciones Laborales.
La campaña de Trump aseguró que la conversación con Musk fue seguida por 24,1 millones de oyentes.
La charla comenzó 45 minutos tarde por problemas técnicos que Musk atribuyó a un ataque masivo de denegación de servicio, conocido como DDOS.
Ese encuentro digital tuvo lugar el mismo día en que el expresidente volvió a publicar en X desde enero de 2021, mes de su último mensaje y en que su cuenta fue suspendida por la plataforma en medio de la tensión política derivada de las presidenciales de 2020 y el asalto al Capitolio de sus simpatizantes.
Trump tiene en esa red 89,1 millones de seguidores.
Según su equipo, ganó un millón de seguidores tras su primer mensaje en todo este tiempo, en el que destacó que la economía estadounidense está “destrozada”, la frontera “borrada” y la nación “en declive”.
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