El gigante mundial de la carne JBS, víctima de un ciberataque a fines de mayo, pagó el equivalente a 11 millones de dólares a piratas informáticos, informó el miércoles el director ejecutivo de la filial estadounidense del grupo brasileño.
“Fue una decisión muy difícil para nuestra empresa y para mí personalmente”, dijo Andre Nogueira en un comunicado. “Sin embargo pensamos que esta decisión debía ser tomada para evitar cualquier posible riesgo para nuestros clientes”, aseguró.
“En el momento del pago, la gran mayoría de las instalaciones de la empresa estaban operativas”, comunicó JBS, una de las empresas del sector de la alimentación más grandes del mundo.
Eso se hizo para “asegurar que no se fugaran datos” y “para evitar problemas imprevistos relacionados con el ataque”, según el grupo.
Nogueira precisó al Wall Street Journal que el pago del rescate fue hecho en bitcóin.
JBS, especializada en los productos a base de cerdo, vaca y pollo, había indicado a las autoridades estadounidenses que estaba siendo objeto de un ciberataque con ransomware proveniente de una “organización criminal probablemente con sede en Rusia”, según la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró que no descartaba represalias contra Moscú tras este ciberataque.
Los servidores en los que se basan sus sistemas informáticos en América del Norte y Australia habían sido atacados, paralizando las actividades del grupo en Australia y suspendiendo ciertas líneas de producción en Estados Unidos.
Además de Brasil y el resto de América Latina, JBS está presente en Estados Unidos, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y el Reino Unido.
Más ataques
Recientemente varias empresas han sido víctimas de ataques informáticos a gran escala.
El grupo Colonial Pipeline, blanco de un ciberataque a principios de mayo, admitió haber pagado 4,4 millones de dólares a los piratas informáticos.
El lunes, las autoridades estadounidenses anunciaron que habían recuperado parte de esa suma.
El ataque a Colonial Pipeline generó importantes problemas de suministro de gasolina en el sureste de Estados Unidos durante varios días.
El “ransomware” explota los agujeros de seguridad para bloquear los sistemas informáticos. Luego, sus autores exigen un rescate para desbloquearlos.
Según la firma de seguridad Emsisoft, el año pasado los piratas informáticos cobraron rescates por al menos 18.000 millones de dólares.