Nibsa, empresa chilena dedicada a la grifería durante 73 años, cerrará su fundición y producción a fin de mes y comenzará a importar desde distintos puntos del mundo.
Esta decisión -que se había anunciado hace semanas-, según informó El Mercurio, fue respaldada de manera unánime en la junta de accionistas desarrollada ayer lunes. También se determinaron planes de reconversión, los que apuntan a reforzar el vínculo con proveedores, principalmente, chinos.
Lo anterior fue impulsado por una baja del 8,4% en las ventas registradas en el primer trimestre, alcanzando $250 millones.
Por este cambio, a fin de mes se despedirá a 130 trabajadores, quienes serán indemnizados y podrán acceder a cursos de gasfitería o similares. Sólo permanecerán 80 empleados, quienes se desempeñarán en el área de calidad y ensamblaje de piezas importadas.
Al respecto, Cristián Espinosa, gerente general, advirtió que “es la mejor decisión, aunque sea dolorosa; podrá dar más vida a la empresa a largo plazo”, añadiendo que no existirá un impacto en el precio de los productos.
El año pasado se advirtieron los problemas financieros, con rentabilidades negativas de un 1,41%, según se expresaba en la memoria de la empresa.
La compañía, fundada en 1945, se dedicaba a la grifería con producción de llaves, conexiones, válvulas, entre otros.