VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

En Argentina, la disparidad en los precios de los vehículos nuevos en comparación con Chile es notable, siendo el automóvil más asequible en Argentina un 35% más caro que el equivalente en Chile, donde las marcas japonesas dominan el mercado chileno debido a los bajos aranceles de importación. Se estima que un argentino necesitaría 75 salarios mínimos para comprar un auto nuevo barato, en comparación con los 16 salarios mínimos que requeriría un chileno. En cuanto al parque automotor, Argentina tiene un promedio de antigüedad de 14,1 años, mientras que en Chile es de 9,4 años, siendo este último el más joven del continente. Además, en Argentina se destaca el uso de planes de ahorro para la compra de vehículos, representando el 40% de las ventas de autos nuevos, sistema que ha tenido trabas en los últimos años.

Desarrollado por BioBioChile

En el país vecino, el parque automotor sigue envejeciendo y ronda los 14,1 años promedio. Los modelos disponibles en Chile son entre un 30% y 50% más baratos que los livianos accesibles que lideran las ventas en Argentina.

Así como ropa, calzado y tecnología son los productos más buscados por los trasandinos cada vez que cruzan a Chile, incluso en la época invernal con nieve en la cordillera, hay otras dos históricas fascinaciones: los automóviles y la actualización de la flota circulante. Si bien no es algo que un turista adquiera en su viaje, asombra comprobar que el vehículo liviano más barato en Argentina cuesta 35% más caro que el de Chile, donde la amplia oferta de marcas japonesas (Toyota y Suzuki, principalmente) hace la diferencia.

La economía chilena se caracteriza por tener bajos aranceles de importación y no contar con una industria automotriz propia, a diferencia de Argentina o Brasil. Este escenario favoreció que las marcas asiáticas dominen el mercado automotor, ofreciendo precios más bajos en dólares.

Durante el mes de junio se patentaron en Argentina 29.878 vehículos, 14,1% menos que en mayo y 25,5% menos que en junio de 2023. En el acumulado de los primeros seis meses del 2024, se patentaron 182.399 unidades, 22,6% menos que en el mismo período de 2023, según informó en su último reporte la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).

En comparación, la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC) indicó que Chile tuvo una comercialización de 22.567 unidades en junio, lo que representa una caída de 0,5% respecto del mismo mes del año pasado. La venta de vehículos nuevos acumula en el cierre del primer semestre de este año una contracción de 10,5% con 142.486 unidades patentadas al finalizar junio.

Pero lo que llama la atención es que los más de 22 mil vendidos en Chile, apenas 24% abajo de los casi 30 mil de Argentina, surgen de un país con más de 17 millones de habitantes versus los 46,2 millones de Argentina, es decir, un mercado demográfico casi tres veces menor. Ni hablar en superficie territorial.

Autos más caros en Argentina que en Chile

Para el cálculo, hay que tener en cuenta que el dólar cotiza en torno a 940 pesos chilenos, manteniéndose relativamente estable. En los ejemplos de Argentina, se toma el precio del dólar paralelo, libre o “blue”, que es de 1.450 pesos argentinos por cada billete norteamericano, después de una notoria subida en la primera quincena de julio. Es el tipo de cambio al que acceden los ahorristas en las llamadas “cuevas” (ilegal). Si se hiciera el cálculo con el oficial, que es al que acceden al importar las compañías automotrices, los valores serían incluso más elevados.

Fiat Mobi Trekking, el auto más barato de Argentina.
Fiat Mobi Trekking

De seguir las cifras brindadas por la Acara, el vehículo liviano 0km más barato en julio es el Fiat Mobi Trekking, que volvió a lanzarse después de haber sido discontinuado en 2022. Cuesta 19.005.000 pesos argentinos, pero solamente está disponible en plan de ahorro en cuotas, sistema aún vigente del otro lado de la cordillera. Su precio total equivale a 13.107 dólares (12,4 millones de pesos chilenos).

En Chile, el Suzuki Alto es el más económico del mercado y se consigue hoy a 7,9 millones de pesos con bono de marca incluido, es decir, 8.500 dólares. Así, la diferencia del “piso” aspiracional del auto nuevo entre Argentina y Chile se ubica en el 35%.

Suzuki Alto, el auto más barato de Chile.
Suzuki Alto

Mientras que un salario mínimo en Argentina está en unos 175 dólares (254.231,91 pesos argentinos), en Chile llega a 532 dólares ($500.000). Para comprar un auto nuevo barato, un argentino necesitaría 75 salarios mínimos, mientras que a un chileno le alcanzaría con reunir 16.

El Toyota Yaris, cuyo nivel más accesible es el Like, cuesta 20.292.000 pesos argentinos, equivalente a 13.994 dólares. Al comparar el mismo modelo, en Chile se vende apenas más caro a USD 14.351 ($13.490.000). Sin embargo, es apenas una excepción a la norma.

Si observamos el ranking de los livianos más vendidos durante junio en Argentina, el Fiat Cronos se vende a USD 14.404 (ARS 20.886.000) y el Peugeot 208 sale USD 14.796 (ARS 21.454.700). En la lista de ventas de Chile, reportada por ANAC, aparecen opciones baratas como el Suzuki S-Presso a USD 8.926 ($8.390.000), el Kia Morning a USD 9.883 ($9.290.000) y el Kia Soluto a USD 10.415 ($9.790.000).

Respecto a vehículos SUV, la opción favorita de las familias, en Argentina la Chevrolet Tracker (de origen argentino) es el modelo más barato y cuesta USD 20.155 (ARS 29.224.900), mientras que en Chile se puede optar en esa línea por la Chevrolet Groove (de origen chino) a casi la mitad del valor, por sólo USD 12.223 ($11.490.000).

Chevrolet Tracker (arriba) y Chevrolet Groove (abajo).
Chevrolet Tracker (arriba) y Chevrolet Groove (abajo)

El parque automotor de Argentina seguirá envejeciendo

Los vehículos que circulan en las calles y rutas argentinas tienen, en promedio, 14,1 años, según el último informe anual publicado esta semana por la Asociación Fabricantes Argentinos de Componentes (AFAC) y que abarca un análisis hasta diciembre de 2023. En Chile, la tasa nacional de antigüedad promedio es de 9,4 años (2022), la más joven del continente.

El dato que evidencia el envejecimiento vehicular es que el año pasado solamente se vendieron 449.438 autos 0km, o sea el doble del incremento total de unidades, que de 2022 a 2023 pasó de 15.079.041 a 15.299.751 vehículos. Es decir, fueron más los viejos o usados que se sumaron a la flota circulante en el país vecino.

Para revertir este magro panorama en un contexto de pérdida de poder adquisitivo, la AFAC consideró que debieran incorporarse por año 1.250.000 vehículos nuevos, lejos de los parámetros actuales de ventas de 0km. Todo apunta a que el envejecimiento vehicular se profundizará.

A diferencia de Chile, Argentina tiene un marcado protagonismo de marcas europeas: el 62%. El 26% del parque automotor es americano, mientras que apenas el 12% proviene de Asia.

Los planes de ahorro en Argentina, caso de estudio en el mundo

En Argentina, se estima que el 40% de los autos 0km que se venden corresponden a planes de ahorro, un sistema de cuotas a siete u ocho años aproximadamente, que no se ve tanto en otras latitudes del mundo.

Para esta forma de pago se forman grupos cerrados de 168 ahorristas que adquieren dos autos por mes: uno por sorteo y otro por licitación. La cuota pura se define por el precio de los autos dividido por los meses del plan. Pero el precio se mueve y, en los últimos años, varias medidas cautelares de la Justicia argentina le pusieron freno a los aumentos excesivos, obligando a las personas a abandonar sus sueños y vender su plan a un precio de mercado más bajo que el dinero invertido.

Así, el argentino está pagando durante siete u ocho años sin tener el auto o se lo entregan y sigue abonando, pero finalizando las cuotas con un vehículo para siete u ocho años antiguo.

Tras las trabas de la gestión anterior y las demoras en entregas por falta de dólares, en el inicio del gobierno de Javier Milei se eliminaron los permisos de importación (Sistema de Importaciones de la República Argentina, conocido como SIRA) para acelerar el proceso, además de recuperarse el flujo de pagos de las propias fábricas al exterior. No obstante, aún falta para que sea plena la entrega inmediata de vehículos en las concesionarias.