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La siderúrgica británica British Steel, propiedad de Jingye Group, comenzará consultas sobre el cierre de dos altos hornos en Scunthorpe, lo que podría afectar entre 2.000 y 2.700 empleos. A pesar de las inversiones de 1.200 millones de libras, las operaciones no son sostenibles debido a condiciones del mercado, aranceles y costos ambientales. Tras infructuosas negociaciones con el Gobierno británico, proponen diversas opciones de cierre. British Steel sigue dialogando con el Gobierno para buscar soluciones.
British Steel, la siderúrgica británica propiedad de la china Jingye Group, ha confirmado este jueves que iniciará las consultas sobre el cierre de sus dos altos hornos, la planta de producción de acero y la reducción de la capacidad de laminación de acero en la localidad inglesa de Scunthorpe, lo que podría poner en peligro la continuidad de entre 2.000 y 2.700 puestos de trabajo.
La compañía ha recordado que, desde 2020, Jingye ha invertido más de 1.200 millones de libras esterlinas (1.437 millones de euros) para mantener las operaciones en un contexto de inestabilidad productiva y pérdidas financieras de alrededor de 700.000 libras (838.187 euros) diarias.
A pesar de estas inversiones, “los altos hornos y las operaciones de producción de acero ya no son financieramente sostenibles” debido a las difíciles condiciones del mercado, la imposición de aranceles y los mayores costes ambientales relacionados con la producción de acero con alto contenido de carbono.
En este sentido, la empresa recuerda que había solicitado el apoyo del Gobierno británico, pero “tras muchos meses de negociaciones”, no se ha llegado a ningún acuerdo, por lo que se ha tomado la decisión de consultar con los empleados y considerar propuestas para cerrar los altos hornos y las operaciones de producción de acero, así como para reducir la capacidad del tren de laminación.
De este modo, en las consultas la empresa propondrá tres opciones, incluyendo el cierre de los altos hornos, las operaciones de producción de acero y el laminador de alambrón de Scunthorpe a principios de junio de 2025; el cierre de los altos hornos y las operaciones de producción de acero en septiembre de 2025; y el cierre de los altos hornos y las operaciones de producción de acero en una fecha posterior a septiembre de 2025.
Mientras tanto, British Steel ha asegurado que seguirá colaborando con el Gobierno del Reino Unido para explorar opciones para el futuro de la empresa.
“Entendemos que este es un día extremadamente difícil para nuestro personal, sus familias y todos los que trabajan en British Steel. Pero creemos que esta es una decisión necesaria dadas las circunstancias extremadamente difíciles que enfrenta la empresa”, ha comentado Zengwei An, consejero delegado de British Steel.
En respuesta al anuncio de la siderúrgica, Sharon Graham, secretaria general del sindicato Unite, ha calificado la pérdida de empleos como “una vergüenza” y ha afirmado que British Steel “es culpable de intentar extorsionar al Gobierno, mientras utiliza a su fuerza laboral como peones”.
De tal modo, la líder sindical afirma que el Gobierno ha presentado una oferta para invertir fuertemente en British Steel (Jingye), incluyendo garantías de empleo a largo plazo, por lo que considera que British Steel debe asumir los compromisos necesarios.
“British Steel debe retirar sus amenazas laborales y trabajar con el Gobierno y Unite en una senda sostenible hacia adelante que beneficie a los trabajadores, sus comunidades y la economía en general”, ha defendido.