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El Banco de Inglaterra y el Gobierno del Reino Unido han anunciado que no evaluarán la justificación de una libra digital hasta completar la fase de diseño en los próximos dos años, considerando la evolución del panorama de pagos. Aunque están explorando la posibilidad de una libra digital, no han tomado ninguna decisión al respecto. En caso de proceder con el proyecto, una libra digital solo se introduciría con la aprobación del Parlamento para proteger la privacidad de los usuarios. Por otro lado, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido pasar a la fase de preparación para un posible euro digital, con una duración estimada de dos años, estableciendo las bases y seleccionando proveedores para el desarrollo de la plataforma y la infraestructura. El Consejo de Gobierno del BCE decidirá a finales de 2025 si avanzar en la emisión del euro digital, una vez se haya adoptado la legislación necesaria.
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El Banco de Inglaterra, junto con el Gobierno del Reino Unido, no evaluará la justificación de una libra digital hasta completar la fase de diseño “en los próximos dos años”, teniendo en cuenta la evolución del panorama de pagos, según ha indicado este martes el instituto emisor británico.
De este modo, si bien el Banco de Inglaterra y el Tesoro “están explorando la posibilidad de una libra digital” como complemento digital al dinero, la entidad ha subrayado que “no se ha tomado ninguna decisión” sobre si se procederá con el proyecto.
Después de completar la fase de diseño en los próximos dos años, incluyendo la consideración de los avances en el panorama de pagos más amplio, el Banco y el Gobierno evaluarán la justificación de una libra digital y determinarán si se procederá o no.
En este sentido, el banco central británico ha asegurado que una libra digital solo se introduciría con la aprobación del Parlamento, lo que requeriría una legislación primaria, que protegería la privacidad de los usuarios, garantizando que ni el Banco de Inglaterra ni el Gobierno pudieran acceder a la información personal de los usuarios ni controlar cómo los hogares y las empresas utilizan su dinero.
El Banco Central Europeo (BCE) decidió pasar a la fase de preparación en noviembre de 2023, con una duración estimada de dos años, después de completar la “fase de investigación” que el Eurosistema inició en octubre de 2021.
En esta fase de preparación la entidad sentará las bases para un posible euro digital y los trabajos desarrollados durante el periodo incluirán la finalización de las normas de funcionamiento y la selección de los proveedores que podrían desarrollar la plataforma y la infraestructura del euro digital.
De este modo, será a finales de 2025 cuando el Consejo de Gobierno del BCE decidirá si pasar a la siguiente fase de los preparativos, en cuyo caso definiría su alcance y duración, aunque la entidad ha subrayado que no considerará una decisión sobre la emisión del euro digital hasta que se haya adoptado la legislación pertinente.
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