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Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

El año 2024 ha dejado eventos clave para la economía global, como el poder creciente de las grandes tecnológicas, tensiones globales impactando precios de materias primas, viernes y lunes negros en los mercados, y bajas de tasas de bancos centrales. Al entrar en el 2025, destaca la presidencia de Donald Trump como el 47º presidente de EE. UU. y los desafíos que plantea, como la implementación de nuevos aranceles y la intensificación de la guerra comercial con China. Las políticas antiinmigración y medidas restrictivas que Trump pretende aplicar podrían afectar tanto la economía como la geopolítica y la sociedad. Además, las tensiones geopolíticas a nivel global y el avance de la Inteligencia Artificial presentan desafíos importantes para el nuevo año, con conflictos en Ucrania y Medio Oriente, disputas territoriales en China y transformaciones en el uso de la tecnología.

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El 2024 ya pasó y dejó una serie de eventos claves para la economía de los países a nivel global.

El poder cada vez mayor de las grandes tecnológicas; el incremento de las tensiones globales y su impacto en los precios de materias primas y la geopolítica, el viernes y lunes negro que sacudieron los mercados en agosto y las bajas de tasas de diversos bancos centrales, son algunas de las noticias que marcaron los titulares económicos del año.

Y ahora que el mundo recibe el 2025, hay nuevos -y viejos- desafíos que los mercados tienen que abordar y que, en buena parte, giran a quien salió nombrado persona del año por la revisa Time.

Ese es el próximo presidente número 47 de los Estados Unidos, Donald Trump.

Los desafíos de la economía internacional en 2025

El mundo tendrá que vivir cuatro años más con Trump sentado en la Casa Blanca. Eso significa que tras su investidura al frente de la primera potencia global, muchas cosas -quizás impredecibles- pueden ocurrir.

Y para Timothy Rooks de Deutsche Welle (DW), las consecuencias de sus ideas bajo el conocido slogan del “America First”, puede afectar no solo a Estados Unidos (EEUU) sino mucho más allá e incluso “trastocar el orden global tal como lo conocemos”.

Volodímir Zelensky, Emmanuel Macron y Donald Trump en la reapertura de Notre Dame | Mohammed Badra | EFE

Esto tiene implicancias tanto geopolíticas como sociales y económicas. Ejemplos de ello son su postura anti inmigración o la aún desconfianza que practica hacia los aliados norteamericanos en la OTAN.

Regresa Trump y el “America First”

Pero vamos al ámbito económico.

Que la administración Trump implemente nuevos aranceles y avive las brasas en la guerra comercial con China, es una de las preocupaciones para las empresas y los mercados. Aunque, también está la posibilidad que estos anuncios sean simples herramientas de persuasión y negociación.

Declaraciones al respecto sobran: en su campaña amenazó con aranceles sobre todos los bienes que ingresen a EEUU por entre un 10% al 20%. En el caso de los productos chinos, la sobretasa sería de hasta el 60%.

Y sus vecinos no se salvan. Hace poco, también expresó su posición de gravar con un 25% los bienes importados de México y Canadá (y de un 10% para China, precisó).

“Para las empresas con una cadena de suministro global, una escalada de aranceles sería una mala noticia. Estos aranceles perjudicarían a los vecinos de Estados Unidos y probablemente desmantelarían el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC)”, sostiene DW, o que podría ser una catástrofe para las exportaciones mexicanas y canadienses, donde alrededor de un 80% y más del 75%, respectivamente, van a EEUU.

Todo esto se podría traducir también en más altos precios para los consumidores estadounidenses.

Inmigración

“La mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”.

Esta es otra de las grandes promesas del sector republicano cercano a Trump. A eso se puede sumar la intención de quitar la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos.

Por otro lado, dentro de los poderes que tendrá Trump al frente del país es limitar el número de refugiados o dificultar la emisión de visa o tarjetas de residencia, lo que podría desincentivar la inmigración legal.

Sin embargo, los migrantes son parte importante de la economía de Estados Unidos, tanto en consumo pero en especial en aspectos productivos, por lo que “mantener a los inmigrantes fuera -o enviarlos a casa- afectaría el mercado laboral”, golpeando las cosechas o motivando a empresas para establecerse en otros países, afirman desde Deutsche Welle.

Geopolítica e Inteligencia Artificial (IA)

Finalmente, hay dos aspectos a considerar: las tensiones geopolíticas globales y el avance de la Inteligencia Artificial (IA).

Lo primero; las guerras en Ucrania y Medio Oriente continúan, con todo el nivel de pérdidas humanas y monetarias que eso conlleva.

Donald Trump ha afirmado que pondrá fin a la guerra entre Rusia y Ucrania en 24 horas, lo que a su vez podría llevar el fin de la financiación hacia el país, obligando a Zelenski a sentarse a negociar con Putin.

Por otro lado, la guerra de Israel contra Hamás, y que se ha extendido al Líbano -más el avance en los Altos del Golán- ha sido uno de los factores que más temor despertó en los mercados e inversores durante el año, y que no parece mermar durante el 2025.

Y además, siguen las tensiones por las reivindicaciones de China sobre Taiwán, donde Xi Jinping asegura que es una aspiración y tendencia “histórica que nadie puede detener”.

Por último, la IA ha conllevado cambios radicales en nuestra relación y uso de tecnologías.

Sin embargo, desde DW, consideran que “ha tardado en transformar las vidas de los trabajadores y las empresas comunes. Usar la tecnología para desarrollar medicamentos o apoyar la defensa militar sigue siendo una tarea importante. Las empresas deben determinar cómo y cuándo utilizan la IA y animar a sus empleados a utilizarla”.

Eso si, quienes se han visto grandemente beneficiados con el avance de la Inteligencia Artificial han sido las grandes tecnológicas como Microsoft, Google y especialmente Nvidia que, aunque ha marcado retrocesos, sus papeles han despegado más de un 170% desde inicios del 2024.

Con todo, se abre un nuevo año donde se verá si la IA emprenderá un camino de transformación de las empresas y compañías, tal como lo prevén sus defensores.