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Bolivia enfrenta una serie de problemas económicos desde hace meses, incluyendo la escasez de dólares, el encarecimiento de productos como combustible y alimentos, y la falta de divisas. El Gobierno de Luis Arce ha atribuido estos problemas a la especulación y a intereses políticos de la oposición. En respuesta a la crisis, el país ha habilitado el uso de criptomonedas para transacciones comerciales, aunque se ha aclarado que no son moneda de curso legal. El Ejecutivo también ha tomado medidas para evitar el contrabando de combustible y alimentos, mientras que Arce ha negado que exista una crisis económica estructural y acusó a sus críticos de buscar un conflicto para acortar su mandato.

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Bolivia arrastra una serie de problemas económicos desde hace meses, los cuales han sido tema en los choques políticos entre las fuerzas políticas oficialistas y opositoras.

En las últimas semanas, sobre todo, se ha sentido la falta de dólares en su economía y el encarecimiento de algunos productos como el combustible y alimentos.

El Gobierno de Luis Arce culpó de esto a “la especulación” e “intereses políticos” de opositores.

Y en ese contexto, en la presente jornada el país habilitó el uso de los activos virtuales o criptomonedas para las operaciones de compra y venta, con el objetivo de dinamizar su economía, destacó el medio La Razón.

Eso sí, se señaló que los riesgos que pudieran producirse deberán ser asumidos por los usuarios, ya que no es una obligación usarlos.

El Banco Central de Bolivia (BCB) vio necesario que “se habilite el uso de canales e instrumentos electrónicos de pago para operaciones de compra y venta de activos virtuales que coadyuven en el fortalecimiento de actividades financieras y comerciales”, señaló el presidente del ente emisor, Edwin Rojas.

Sin embargo, Agencia EFE complementó que el presidente del BCB ratificó que “la única moneda de curso legal en el país es el boliviano” y que un activo virtual “no es una moneda de curso legal”, “no constituyen efectivo” y “no tienen equivalentes en efectivo”.

Escasez de dólares y alza de precios de alimentos

En las últimas semanas, el país sintió el incremento de algunos productos básicos como el tomate, cebolla y arroz, la falta de divisas y la escasez de diésel y gasolina, por lo que varios sectores como los transportistas, comerciantes además de las juntas vecinales, exigieron respuestas a esos problemas.

El Ejecutivo de Arce dijo que esos problemas se debían a la “especulación” y a “intereses políticos personales”.

Por lo que determinó que los militares resguarden las estaciones de provisión de combustible para evitar su desvío a las fronteras, desde donde sale a países como Perú y Argentina, por medio del ‘contrabando hormiga’, en donde se paga casi el doble de su valor.

Asimismo, las Fuerzas Armadas organizaron operativos en las fronteras para evitar el contrabando de alimentos y combustibles, dijo Agencia EFE.

Arce acusó “conflicto” para acortar su mandato

El 28 de mayo, Arce admitió que su país tenía una falta de liquidez de dólares, pero descartó una “crisis económica estructural”. Acusó a sus críticos de buscar “posicionar” un conflicto para acortar su mandato.

“Tenemos ciertas dificultades en la disponibilidad del dólar, pero no estamos en una crisis económica estructural, como pretende posicionar la oposición para generar crisis política y acortar nuestro mandato”, afirmó ese día.

Las declaraciones de Arce fueron vertidas durante el aniversario 215 del “Regimiento 1ro. de Infantería Colorados de Bolivia” para referirse a algunos asuntos de la coyuntura del país.

El jefe de Estado afirmó que el país se enfrenta a “grandes amenazas externas e internas contra la integridad territorial y la soberanía de la patria” que buscan “frustrar” los avances en el proceso de industrialización.

El vecino país sufre desde principios de 2023 la falta de billetes verdes, algo que coincidió con los informes oficiales que mostraron una disminución de las reservas internacionales netas (RIN), que en 2014 llegaron a los 15.122 millones de dólares.

Esto se tradujo en que, por ejemplo, los comerciantes aseguraran que estaban recurriendo a un dólar por encima de los 8,50 bolivianos (la moneda del país), mientras que la cotización oficial (fija) está en 6,96 bolivianos para la venta y 6,86 para la compra.