Milei llegará a la Casa Rosada buscando un cambio drástico de políticas para afrontar los severos problemas económicos de Argentina. Pero para la aplicación de esas ideas, para muchos de "shock", el nuevo presidente tendrá que sortear varias barreras.
El endeble escenario económico y social de Argentina hace prever un complejo derrotero hasta que el 10 de diciembre el liberal Javier Milei asuma la Presidencia, una delicada transición en la que el capitán al timón será el gran derrotado de ayer domingo, el ministro de Economía, Sergio Massa.
En los discursos de las últimas horas ya hubo cruces al respecto. Mientras el titular del Palacio de Hacienda afirmó que desde mañana “la tarea de dar certezas, de transmitir garantías sobre el funcionamiento político, social y económico de Argentina es responsabilidad del nuevo presidente electo”, el líder de La Libertad Avanza respondió: “Pedimos al Gobierno que se haga cargo de su responsabilidad hasta el final del mandato” el 10 de diciembre.
Los argentinos eligieron por mayoría el radical cambio de rumbo prometido por Milei, pero su concreción no será fácil en un contexto de acelerado deterioro macroeconómico que requiere urgentemente la adopción de medidas, incluso antes de la investidura.
“Arranca una transición complicadísima. Ojalá que Massa y Milei se sienten a conversar sobre qué hacer de acá al 10 de diciembre”, dijo Leonardo Piazza, director de la consultora LP Consulting.
Según el experto, en el mercado “va a haber turbulencias”, dado que “Milei viene con un plan que genera muchas incógnitas y también hay dudas sobre cómo va a gobernar”.
Los cambios que buscará Milei para la economía argentina
Milei, un economista “libertario”, sin experiencia ejecutiva en la Administración pública, diputado desde finales de 2021 y líder de La Libertad Avanza, una formación de derecha nacida hace poco más de dos años, ha propuesto un cambio drástico de políticas para afrontar los severos problemas de Argentina.
Sus propuestas incluyen recortar un 15% el gasto público mediante la eliminación de subsidios y la reducción de la estructura de la Administración pública, así como privatizar empresas estatales.
Pero su promesa central de campaña ha sido la de una dolarización total de la economía, poniendo fin a las múltiples restricciones cambiarias y eliminando finalmente el peso argentino y el Banco Central, como forma de controlar la elevadísima inflación, que trepó al 142,7% interanual en octubre pasado.
Sin embargo, el bajo nivel de reservas netas del Banco Central (negativas en 10.700 millones de dólares, según cálculos privados) podría representar un importante obstáculo para los planes dolarizadores de Milei, de los cuales aún no ha dado detalles sobre cómo piensa implementarlos.
El panorama se ve agravado por los elevados pasivos del Banco Central, la abultada deuda comercial por importaciones, la necesidad de financiación para afrontar vencimientos soberanos con acreedores privados locales e internacionales y los 46.000 millones de dólares adeudados al Fondo Monetario Internacional, con el que Milei deberá sentarse a discutir cómo sigue adelante el acuerdo de refinanciación firmado en marzo de 2022.
Además, a pesar de la firme voluntad expresada hasta ahora por el libertario de aplicar un fuerte ajuste, el apoyo político con el que contará en el Parlamento a partir del 10 de diciembre será limitado, especialmente en medidas que muy probablemente provoquen malestar social, en un escenario en el que la pobreza se sitúa en el 40,1% y la indigencia roza el 10%.
“Sin dudas, creemos que la propuesta económica en su conjunto será de ‘shock’ y no se irán a gradualismos fiscales ni monetarios”, observó Romano Group en un informe.
Según esta consultora, la salida del cepo cambiario podría ser “inminente” y, a pesar de que el ministro Massa quiera evitar una devaluación, “el mercado le torcerá el brazo”.
“En este escenario, la transición va a resultar ser muy desordenada. Por ende, el plan de estabilización de Milei deberá llevarse adelante rápidamente, frente a un deterioro social agudizado -con una inflación mensual en diciembre posiblemente superior al 35%- y un Gobierno con debilidad institucional”, advirtió la firma.