Rusia subió las tasas de interés por primera vez desde las medidas de emergencia tomadas después de la invasión de Ucrania hace casi 17 meses y señaló que los costos de endeudamiento podrían aumentar aún más.
El Banco Central de Rusia (BCR) aumentó hoy en un punto porcentual hasta el 8,5% el tipo de interés, que alcanza su nivel más alto desde junio de 2022.
Además se esto se revisó significativamente al alza sus previsiones de crecimiento para la economía para este año, al augurar ahora un avance del PIB de entre el 1,5 y 2,5%.
En sus proyecciones macroeconómicas de abril la entidad monetaria rusa predecía un aumento del PIB de entre el 0,5% y 2%.
El Gobierno ruso estima que la economía podría crecer por encima del 2%, pero no ha revisado aún sus cálculos, según indicó a principios de mes el primer ministro, Mijaíl Mishustin.
Tras su reunión ordinaria de la Junta de Directores del BCR, la institución dirigida por Elvira Nabiúlina, afirmó que “la economía en general ha completado su fase de recuperación” tras el primer impacto de las sanciones occidentales del año pasado.
Rusia cerró 2022 con una contracción del 2,1% aunque mejor de lo previsto.
En el primer trimestre de 2023 el PIB cayó un 1,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El BCR cree que “en el futuro las tasas de crecimiento de la economía convergerán gradualmente hacia tasas consistentes con una senda de crecimiento equilibrado”.
Proyecciones del Banco Central de Rusia en el país
El Banco de Rusia sitúa el crecimiento de la economía rusa en 2024 en una horquilla del 0,5% al 2,5%; para 2025 del 1% al 2%; y para 2026 del 1,5% al 2,5%.
Recalca que se observan diferentes tendencias en todas las industrias, la producción ha alcanzado o superado los niveles previos a la crisis.
Por contra, la expansión de la producción en las industrias orientadas a la exportación se encuentra actualmente “significativamente limitada por el comercio exterior y las restricciones financieras”, indica.
El BCR señala que la demanda interna reemplaza parcialmente la demanda externa apoyada por la contribución de la política fiscal y la creciente inversión pública.
“El aumento de la demanda interna supera la capacidad de ampliar la producción, incluso por la limitada disponibilidad de recursos laborales”, advierte sin embargo el Banco.
Por ello Rusia registra un aumento de las importaciones en medio de la caída de las exportaciones, y en medio de esta tendencia se enmarca la depreciación del rublo desde principios de 2023.
Se trata del tipo más elevado desde junio de 2022, cuando fue del 9,5%.
El BCR explicó que las tasas de crecimiento de los precios, incluyendo varios subyacentes, han superado el 4% en términos anuales y siguen aumentando.
“Las tendencias de la demanda interna y la depreciación del rublo (…) amplifican significativamente los riesgos proinflacionarios”, recalca la entidad monetaria.
La institución calcula que la inflación anual será de entre el 5% y 6,5% este año.
El Banco de Rusia mantiene abierta la perspectiva de un mayor aumento del tipo en sus próximas reuniones para estabilizar la inflación.