A finales de abril, India se convirtió en la nación más poblada del mundo. Con una economía en rápido crecimiento y una población joven, ¿habrá un plus económico que añadir al potente plus simbólico?
Ya es oficial: a finales de abril, India se ha convertido en el país más poblado del mundo, superando a China. Según las estimaciones de la ONU, que se basan en datos censales y tasas de natalidad y mortalidad, India tiene ahora una población de al menos 1.425.775.850 personas, o 1.425,7 millones.
Es la primera vez, desde que la ONU empezó a llevar registros, en 1950, que India desbanca, por poco, a China del primer puesto.
Sin embargo, la noticia no ha sido recibida universalmente como una señal del creciente estatus de India como potencia mundial.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, sugirió de forma controvertida que, aunque India tuviera ahora más gente, China seguía teniendo más “talento”.
Esto lleva a plantearse cuál es el significado más amplio, más allá del simbolismo, del hecho de que India se convierta en la nación más poblada del mundo.
El reto de la India para aprovechar el dividendo demográfico
Srikanth Kondapalli, profesor de estudios sobre China en la Universidad Jawaharlal Nehru, de Nueva Delhi, afirma que algunas de las reacciones han sido prejuiciosas y racistas contra India. “Creemos que la población es un activo, no un problema”, declaró a DW.
Señalando que la edad media en India es de 27 años, por debajo de la media mundial, afirma que eso ayudará al país a cosechar un “dividendo demográfico”.
“Los indicadores básicos progresan”, afirmó. “Nuestra alfabetización está creciendo y nuestros indicadores de atención sanitaria también. Hoy somos la quinta economía del mundo y pretendemos ser la tercera en 2030″.
India tiene una de las economías de más rápido crecimiento del mundo, y el Banco Mundial espera que el país tenga un crecimiento de alrededor del 6,9% para 2023. El FMI prevé un crecimiento medio del 6,1% para los próximos cinco años.
Sin embargo, aunque la población joven del país suele considerarse una ventaja, el elevado desempleo juvenil es un problema.
La tasa de desempleo urbano alcanzó el 10,1% el pasado diciembre, y los despidos tras la pandemia se suman a un problema cada vez mayor. Para los trabajadores jóvenes y altamente capacitados, la falta de empleos que requieren cualificación y son mejor remunerados es especialmente grave.
En los centros manufactureros, eso ha elevado la tasa de desempleo a cerca del 20% en ciertos casos.
El desempleo y la inflación se han convertido en dos de los principales problemas políticos de la India de cara a las elecciones generales, que se celebrarán en mayo de 2024.
Para China, que India vaya a la cabeza en cuanto a población es algo más que un mero simbolismo. Aunque la economía china es cuatro veces mayor que la india, a Pekín le preocupa al envejecimiento de la población. El número de ciudadanos chinos mayores de 65 años se duplicará con creces de aquí a 2050, lo que supondrá una enorme carga para la mano de obra actual.
El más grande, pero no una superpotencia
Kondapalli afirma que, si bien es cierto que China sigue superando a India en indicadores clave como la alfabetización y la sanidad, la diferencia no es tan grande como la describe Pekín. Sin embargo, subraya que el crecimiento demográfico no significa que India vaya a convertirse en una superpotencia de manera inminente.
“India no ambiciona convertirse en una superpotencia”, afirmó. “Hemos visto a Xi Jinping mencionar que China quiere ocupar el centro del escenario, pero ningún líder indio ha dicho nunca que India quiera ser una superpotencia”.
Sin embargo, China ya no cuenta con uno de los pilares necesarios para aspirar a alcanzar ese estatus -ser el país con la mayor cantidad de población del mundo-. Una vez que India se acostumbre a ocupar ese lugar, sus ambiciones podrían cambiar.