Claro Vicuña Valenzuela es una de las empresas constructoras más grandes a nivel nacional y que mantiene decenas de contratos con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y el Serviu. Esta importante compañía pidió este viernes 21 de octubre su quiebra, a un día de solicitar además el paralizar varias obras, debido a un aumento de costos que no se pudo solventar.

Finalmente la empresa constructora Claro Vicuña Valenzuela(CVV) solicitó durante la jornada de este viernes su quiebra.

Según se indicó, la compañía anunció que desmovilizará más de 30 obras y despedirá a 2.500 personas, como lo constató el Diario Financiero.

“Esta es la más dolora y significativa decisión adoptada por la empresa, por su amplia y reconocida trayectoria, así como también por el gran impacto que esto provoca en sus colaboradores, proveedores, subcontratos, clientes y comunidad”, informó la empresa por medio de un comunicado, la cual es actualmente asesorada por el abogado Nelson Contador.

Cabe destacar que los pasivos de la compañía superan los US$ 60 millones y uno de sus mayores acreedores es el banco Santander.

El puente Bicentenario sobre el Bío Bío en el Gran Concepción, los arreglos en Colón en Talcahuano y un by pass en Los Lagos son parte de los trabajos que tiene a cargo la constructora Claro Vicuña Valenzuela.

Desde la empresa se mencionó que, entre los factores que la llevaron a esta difícil decisión, está su relación contractual con el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

“Hoy la compañía debe avanzar hacia su liquidación afectada por los cambios estructurales que enfrenta la industria de la construcción y la burocracia de los mandantes públicos, en especial el MOP”, señaló el abogado.

Obras de la constructora Claro Vicuña Valenzuela sin terminar

En Concepción estuvo a cargo de la etapa final del puente Bicentenario sobre el río Bío Bío, un proyecto con una demora de 10 años.

Hace semanas no se veía movimiento en la faena, lo mismo que en el eje Colón de Talcahuano, donde los vecinos denuncian el abandono de las obras.

En Los Lagos, en tanto, quedó sin avances el by pass de Castro, que se adjudicó Claro Vicuña luego del abandono de otra empresa. Lo mismo que en el Bío Bío.

En este caso, la constructora argumentó ante el MOP la necesidad de que se actualicen los costos de los contratos, pues en el sector de la construcción los materiales han subido tres veces el IPC.

Medidas tardías en CVV

Por otra parte, la empresa señaló la implementación de una serie de acciones para mantenerse a flote ante las dificultades económicas que se presentaron.

Algunas de ellas fueron inyectar recursos por parte de los accionistas, reducir gastos fijos, bajar sus ingresos, su actividad y negociar con los proveedores sus plazos de pago.

“Pero estas acciones no han sido suficientes”, sostuvo el abogado de la firma.

Con este proceso de quiebra, dijo además que CVV espera acceder a una herramienta legal que permita la liquidación de sus activos.

A esto se suma obtener el pago de lo adeudado por sus mandantes, continuar con la tramitación de reclamaciones a ciertos mandantes y juicios vigentes y propender al pago de los acreedores.

“A lo largo de 65 años, la compañía siempre estuvo disponible para apoyar los desafíos del país. Retomó y finalizó con éxito obras abandonadas por otros, construyó a lo largo y ancho de Chile”, dijo el representante de la empresa.

“Las obras de Claro Vicuña Valenzuela sobrevivirán a la propia empresa y son el mejor testimonio de lo que ha sido, una empresa que construyó para y por los chilenos”, finalizó Nelson Contador.