No sólo Chile: el Fondo revisó a la baja las previsiones de crecimiento para 143 países. ¿La razón? El conflicto Rusia-Ucrania y la inflación.
La guerra en Ucrania y la alta inflación han llevado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a rebajar en ocho décimas su anterior previsión de crecimiento de la economía mundial para 2022, hasta situarla en el 3,6%, frente al 4,4% que pronosticó en enero pasado.
Para Chile, en tanto, redujo su proyección de expansión a 1,5%. A principios de año había pronosticado un crecimiento de 1,9%.
En 2023 la economía seguiría desacelerándose, ya que el Fondo prevé que sólo se expanda 0,5%.
Esto va en línea con el último Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central de Chile, el cual detalló en marzo que la economía crecería entre 1% y 2% en 2022; y entre -0,25% y 0,75% en 2023.
143 países a la baja
En su informe de perspectivas económicas globales, actualizado este martes en el marco de la reunión anual de primavera del FMI y del Banco Mundial, el Fondo revisó a la baja las previsiones de crecimiento para 143 países, lo que supone un impacto sobre el 86% del producto interior bruto (PIB) mundial.
El FMI achaca “mayoritariamente” esta caída con respecto a las previsiones anteriores a la guerra en Ucrania, aunque también cita como factores la histórica inflación que se está viviendo en gran parte del mundo y los confinamientos de ciudades enteras que se siguen produciendo por covid-19, especialmente en China.
“Esta crisis (la guerra) ocurre cuando la economía global se hallaba en una senda de recuperación de la pandemia, pero todavía no se había recuperado del todo”, indicaron desde el organismo financiero.
En el caso de Rusia, una de las doce mayores economías del planeta, el FMI pronostica un hundimiento del 8,5% este año y una caída del 2,3% el próximo, como consecuencia del conflicto y de las sanciones impuestas por otros países.
Si bien en enero el FMI pronosticaba para Rusia un crecimiento del 2,8%, tres meses después y tras más de seis semanas de guerra, la institución financiera internacional ha rebajado en 11,3 puntos esa previsión, y ahora proyecta una fuerte contracción de la economía en el país eslavo.
Como es natural las peores consecuencias económicas de la guerra se las lleva el país invadido, Ucrania, cuyo PIB se desplomará un 35% en 2022, y los efectos se alargarán por muchos años, incluso si el conflicto llegase a una pronta resolución, según advierte el Fondo.
Rusia y Ucrania son dos de los mayores exportadores de cereales del mundo, especialmente de maíz y trigo, además de proveedores de petróleo, gas natural y minerales en el caso ruso, lo que hace que la guerra esté disparando los precios de las materias primas en todo el planeta y las consecuencias económicas se estén notando mucho más allá de estos dos países.