Un ejemplo: el kilo de pan, que bordea los $1.500 por kilo, está siendo fuertemente afectado por los costos de transporte asociados al combustible. Esas alzas para los productores terminarán traspasándose a los consumidores finales.

Luego de la variación de 1,3% que registró el IPC en octubre, productores de alimentos comenzaron a advertir mayores presiones sobre los costos de producción, que terminarán traspasándose a los precios.

En el caso de la división de alimentos, los precios se elevaron en 0,7% en el décimo mes del año y 5,3% en doce meses. Particularmente, el precio del pan se elevó 1,2% y acumula un incremento de 4,6% en un año.

Dentro de la industria señalan que el precio -que bordea $1.500 por kilo según el Ministerio de Agricultura- está siendo fuertemente afectado por los costos de transporte asociados al combustible; y especialmente el tipo de cambio.

El precio del dólar de acuerdo a Marcelo Gálvez, presidente de Fechipan, ha golpeado duramente el costo de la harina, en un contexto donde las importaciones cada vez ganan más terreno a la producción local.

Por otra parte el precio de las hortalizas, legumbres y tubérculos también subió 1,2% en el décimo mes del año; y acumula incrementos de 3,3% en doce meses.

En este sector señalan que, si bien los precios se han mantenido estables y la temporada de cosechas aumentará la capacidad de oferta a partir de noviembre y diciembre, la industria enfrenta desafíos más estructurales.

Hacia adelante, el presidente del gremio hortalicero (Hortach), Cristián Muñoz, dijo que hay una serie de presiones que terminarán elevando los costos para el sector privado.

Frutas y verduras fueron los productos que más aumentaron de precio en octubre dentro de la división de alimentos, con alzas pronunciadas de 13,6% en plátanos, 13,5% en zanahorias y 12,7% en verduras congeladas.