Este jueves el Banco Central (BC) difundió el informe de Cuentas Nacionales, detallando que en 2020 la actividad económica se redujo 5,8%, resultado explicado por la emergencia sanitaria que afectó la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos.
Se trata de la caída del PIB más pronunciada desde la crisis de 1982.
Las actividades mayormente afectadas fueron servicios y construcción.
Durante el año 2020, las únicas actividades que crecieron fueron administración pública, minería, servicios financieros y comunicaciones y servicios de información.
“El resto de las actividades retrocedió, en gran medida, como resultado del impacto de la crisis sanitaria”, sostuvo el BC en su reporte.
En el segundo trimestre la caída del PIB fue de 13,1%, seguida por incrementos en el tercer y cuarto trimestre de 5,1 y 6,8%, respectivamente.
“La recuperación estuvo en línea con el levantamiento gradual de las medidas de control sanitario, las medidas económicas de apoyo a los ingresos de los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales”, señaló el instituto emisor.
Lo último incidió en un mayor consumo por parte de los hogares, desde la perspectiva del gasto.
PIB por actividad
La contracción en la actividad económica de 5,8%, en el año 2020, se observó en gran parte de las actividades, con excepción de administración pública, minería, servicios financieros y comunicaciones y servicios de información.
El informe remarcó que las principales incidencias a la baja “se registraron en las actividades de servicios y la construcción, destacando dentro de los primeros los servicios personales, transporte y restaurantes y hoteles”.
La actividad agropecuario-silvícola, en tanto, retrocedió liderada por fruticultura; y en contraste la ganadería y agricultura crecieron en el período (mayor producción de cerdos, leche y, en menor medida, de bovinos, con destino industrial).
La actividad de pesca se redujo 8,4% anual, determinada principalmente por la pesca extractiva; acuicultura, por su parte, aportó marginalmente a la baja.
La actividad minera creció 1,3%, “impulsada por la minería no cobre”, dijo el BC. Ese aumento observado en la producción minera fue impulsado principalmente por el hierro y, en menor medida, por los minerales no metálicos.
“El cobre presentó un crecimiento marginal de 0,4% (…)”, explicó el informe.
Por su parte, la actividad manufacturera se redujo 3,0%, presentando caídas durante el segundo y tercer trimestre; y la elaboración de combustibles y de bebidas y tabaco fueron las principales incidencias negativas. En contraste, la producción de alimentos creció.
Por último, el comercio fue una de las actividades mayormente afectadas por las restricciones asociadas al covid-19, especialmente en el segundo trimestre. En términos anuales, destacó la incidencia a la baja del comercio automotor y el aumento en el comercio minorista.