El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, le cerró la puerta a la entrega de un nuevo Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) para los grupos familiares que se han visto mayormente afectados producto de la pandemia.
El jefe de las finanzas públicas consideró que la entrega de este beneficio no se condice con el contexto actual, donde la prioridad del gasto público está en generar ingresos permanentes para las personas a través de la reactivación del empleo.
Sin embargo, en el Congreso la oposición critica la negativa de Hacienda y considera que el Gobierno incurre en un error.
De acuerdo al diputado socialista Manuel Monsalve, que integra la Comisión de Hacienda en la Cámara, la resistencia del Ejecutivo en la entrega de transferencias directas ha derivado en una baja y tardía cobertura.
En el PPD, el jefe de bancada e integrante de la Comisión de Economía, Raúl Soto, consideró que dentro de los pocos apoyos estatales que a su juicio están disponibles, no es prudente retirarlos.
El pasado 29 de octubre, el Ministerio de Desarrollo Social dio inicio al sexto pago del Ingreso Familiar de Emergencia, que pretende llegar a más de 8.267.000 beneficiarios.
Este aporte consiste en $55 mil por cada integrante del hogar sin ingresos formales, con un tope de $220 mil que se va a transferir en forma automática a quienes ya lo recibieron con anterioridad.