La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de las Naciones Unidas afirmó este viernes que la región tiene una posición más débil que el resto del mundo ante la pandemia del coronavirus. Ante ello, planteó que es necesario levantar las sanciones a Cuba y Venezuela.
En particular, el organismo de las Naciones Unidas llama a levantar las sanciones impuestas a esos dos países para permitir su acceso a alimentos, suministros médicos, exámenes y asistencia médica.
“Es tiempo de solidaridad, no de exclusión”, indica.
El organismo insistió en que se debe considerar la opción estratégica de avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible a través de una mayor integración para mitigar los efectos del Covid-19, en un nuevo documento divulgado hoy en su sede central en Santiago de Chile.
El informe titulado “América Latina y el Caribe ante la pandemia del Covid-19: efectos económicos y sociales”, fue dado a conocer en una conferencia de prensa virtual por la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena.
El reporte aborda la coyuntura, los escenarios y las proyecciones hacia 2030 ante la presente crisis pandémica global, junto con recomendar acciones de política en diversos ámbitos para contrarrestar sus negativas consecuencias.
En el estudio, la Cepal señala que sólo con un nuevo modelo de desarrollo la región evitará volver a transitar por los caminos que condujeron a una situación en la que los efectos de la pandemia pueden no sólo ser devastadores en el corto plazo, sino también deteriorar las condiciones de la recuperación y el desarrollo.
Acciones
El informe expresa la urgencia de implementar en la región acciones inmediatas que permitan aplanar la curva de contagio por la enfermedad del coronavirus, sin aplanar la curva de la economía.
Asimismo, insta a los gobiernos de la región a tomar medidas urgentes para abordar la emergencia sanitaria, la emergencia social y la emergencia económica.
“El mundo se encuentra ante una crisis humanitaria y sanitaria sin precedentes en el último siglo en un contexto económico ya adverso. A diferencia de 2008, esta no es una crisis financiera sino de personas, producción y bienestar. Una situación de economía de guerra es demasiado importante para dejarla al mercado. Los Estados están asumiendo un papel central para suprimir el virus y los riesgos que afectarán a la economía y la cohesión social”, afirmó Bárcena.
El estudio indica que América Latina y el Caribe enfrenta la pandemia desde una posición más débil que la del resto del mundo.
Efectos económicos
Antes de la llegada del coronavirus, la Cepal preveía que la región crecería un máximo del 1,3% en 2020.
Sin embargo, los efectos de la crisis han llevado a cambiar esa previsión y pronosticar una caída del PIB de al menos -1,8%, aunque no se puede descartar que se llegue a contracciones de entre -3% y -4%, o incluso más. El impacto económico final dependerá de las medidas que se tomen a nivel nacional, regional y global, advierte la Comisión.
Según el informe, la crisis tendrá efectos económicos directos en los sistemas de salud y las tasas de mortalidad, y efectos indirectos, que se materializarán por el lado de la oferta y la demanda en la economía.
La mayoría de los países de la región -añade el informe- se caracteriza por tener sistemas de salud débiles y fragmentados, que no garantizan el acceso universal necesario. Por ello, fortalecer los sistemas de salud requiere mayor y mejor gasto público: los países de la región gastan en promedio el 2,2% del PIB en salud; “por lo tanto, es necesario encontrar espacio fiscal para fortalecerlos”, sostuvo.
“El mundo y la región enfrentan una recesión que va a tener efectos de corto y largo plazo. La pregunta es cómo minimizar sus costos y retomar el crecimiento. La magnitud dependerá, entre otros factores, de la contundencia de la respuesta económica, en la que la política fiscal tiene un papel fundamental”, enfatizó Alicia Bárcena.