Ante la reciente promulgación de la nueva Ley sobre Teletrabajo y con la cuarentena actual que obliga a trabajar desde el hogar a muchos chilenos, Diego González, gerente general de Defontana, empresa de software 100% web, nos da algunos consejos sobre el tema.
Nuestro país está en plena fase 4 de contagio por Covid-19 y a la fecha de hoy tiene 2.449 casos confirmados. A esto se le suman 7 comunas en cuarentena en la región Metropolitana y varias ciudades en el sur del país en la misma situación, o con cordón sanitario.
Ante esto, son muchas las empresas que han tomado la decisión de implementar el teletrabajo y otras se han visto obligadas a hacerlo.
Diego González, gerente general de Defontana, al ser consultado por los principales beneficios y ventajas de esta modalidad, señaló que “en el contexto actual de cuarentena obligatoria o voluntaria, sin duda, la mayor ventaja es el autocuidado y el poder seguir trabajando a pesar de la contingencia. Está comprobado que el teletrabajo conlleva ahorro de tiempo, de infraestructura y de transporte; incluso, mayor productividad. Efectivamente, según un reciente informe de la Fundación Chile Unido, el 83% de las organizaciones que promueven el trabajo remoto aumentan su productividad. Ciertamente, esta forma de trabajo concilia la vida laboral y familiar”.
Claro que sostiene que hoy no todas las empresas en Chile están capacitadas y aptas para hacer efectivo el teletrabajo. Afirma que “en lo que es la parte administrativa, sin duda, la mayoría puede implementar el teletrabajo de manera rápida, eficiente y segura, a través de una plataforma 100% web como un software de gestión administrativo-contable, que permita un trabajo colaborativo y seguro vía web. Sin embargo, las empresas que no califican son todas aquellas que se encuentran en un rubro de trabajo presencial y manual. Imposible de realizar a distancia, como el de la construcción, por ejemplo. Aunque, en un futuro no muy lejano, quizás la robótica y la inteligencia artificial puedan hacerlo posible”, puntualizó González.
Ante la pregunta de quién es el encargado de asumir los costos de operación, mantenimiento y equipos -además del internet- para el teletrabajo, es tajante al sostener que “la empresa debe proveer a sus empleados y colaboradores de lo necesario para implementar el teletrabajo, sobre todo por una cuestión de seguridad. Si una persona debe trabajar en su casa, no puede usar el mismo computador con el que trabaja para que los niños hagan las tareas o asistan a su clase online. La información del trabajo es muy sensible y no puede exponerse a que sea hackeada o contaminada por algún malware o virus“.
“Además, la conexión a internet debe ser muy buena, porque no puede fallar. Lo mismo, el teléfono que se use para trabajar o para hacer videoconferencias o telellamadas. Todo debe ser de uso exclusivo para el trabajo y eso debe proveerlo la empresa, como dice la nueva Ley de Teletrabajo recién promulgada”, afirma el ejecutivo de Defontana.
Frente a la interrogante de cómo debe funcionar la jornada laboral con el teletrabajo, sostuvo que “si es trabajo a distancia, la nueva ley lo regula como una jornada ordinaria o parcial de máximo 45 horas a la semana. Ciertamente, hay alguna flexibilidad y eso dependerá del tipo de trabajo y de lo acordado con el empleador. Ahora bien, cualquiera sea la modalidad, nadie puede trabajar más de 10 horas diarias y, además, la ley establece el derecho a la desconexión, lo que significa que durante 12 horas consecutivas el empleado debe estar desconectado efectivamente del trabajo”.
El gerente general de Defontana, Diego González, también le dio un consejo a las empresas que nunca han implementado teletrabajo, expresando que “deben apoyarse con la ayuda de quienes sí lo han hecho o tienen experiencia en ello. Para el trabajo remoto lo único que se requiere es una conexión a Internet, un dispositivo para conectarse y un buen software ERP 100% web, una solución en línea a la que se pueda acceder desde cualquier lugar 24/7; multidispositivo y multiplataforma, que permita su uso desde computadores, celulares o tablets y desde cualquier navegador“.
“Un sistema así no sólo posibilita seguir funcionando en un contexto complejo, también simplifica las tareas administrativas y posibilita poder gestionar el negocio de forma rápida y simple, desde cualquier momento y lugar de forma segura y confiable. Eso sí, es importante considerar y verificar que cuente con el más alto nivel de calidad, seguridad y up time y que el proveedor detrás tenga un verdadero compromiso de acompañamiento permanente”, destaca.