Cuando una idea entra en la cabeza de Elon Musk, lo más probable es que el proyecto termine concretándose, sin importar la magnitud del mismo.
Anteriormente ya hemos visto como el magnate nacido en Sudáfrica ha enviado un Tesla Roadster al espacio, o ha impulsado con éxito el lanzamiento de cohetes reutilizables.
Uno de sus proyectos más recientes, y en el que está trabajando a toda máquina, es Starlink, cuyo objetivo es el de brindar un servicio de internet de banda ancha, baja latencia y cobertura mundial a bajo costo.
Lo anterior gracias a una verdadera “constelación” de satélites, cada uno de 227 kilos y enviados al espacio por cohetes Falcon 9 de SpaceX.
La compañía ha lanzado hasta la fecha más de 1.400 satélites del proyecto de internet de banda ancha, y mantiene un veloz ritmo de lanzamientos ya que planea completar solo este año calendario la meta de más de 1.500 satélites puestos en el espacio.
Dentro de este ambicioso plan en desarrollo, Chile aparece como un país clave para Musk.
Específicamente, Starlink probará su innovadora tecnología de internet satelital en diversos lugares de nuestro país durante los próximos meses. Tal como recoge La Segunda, se trata de zonas rurales y alejadas que podrán contar con internet inalámbrica de hasta 100 megas.
De hecho, Starlink Chile y la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) han estado trabajando desde 2020 en un programa piloto para hacer las primeras pruebas. La filial nacional de la firma ha escogido zonas aisladas de las comunas de Caldera, Coquimbo, Pudahuel, Talca, Puerto Saavedra y Puerto Montt.
Dentro del listado encontramos Sotomo (Región de los Lagos), Caleta Sierra (Ovalle) y en el sector Bureo Alto (Región del Ñuble), entre otras. Posteriormente se avanzará hacia una cobertura nacional.
“En el caso de Starlink, hemos trabajado junto con ellos en la implementación de pilotos de conectividad en localidades que hoy por razones geográficas o poca inversión no cuentan con acceso a redes de telecomunicaciones”, explicó a La Segunda la subsecretaria Pamela Gidi.
Hasta ahora, Starlink ya ha conectado zonas de Estados Unidos y Canadá en el hemisferio norte. En el caso del hemisferio sur, Musk puso sus ojos en Chile para sus pruebas debido a una razón estratégica.
“La densidad de los satélites de Starlink se concentra a altas latitudes, sobre 45° norte o bajo los 45° sur”, detalló el astrónomo de la U. de Chile y PhD de Harvard, Diego Mardones.
“Esto, en nuestro hemisferio, es solo posible en Chile y Argentina. La tecnología permite conectar cualquier parte del planeta donde se vea un número suficiente de satélites”, añadió.
Eso sí, hubo otros factores que también jugaron a favor de nuestro país, según contó una fuente ligada a la empresa en Chile. La estabilidad política y regulatoria, así como también una desarrollada industria de telecomunicaciones ayudaron a la elección de Chile.
Anteriormente, Ignacio Rodríguez, especialista de Globalsat y autor del blog Satelital-Móvil, aseguró que “por un curioso accidente de simetría de órbitas, por el hecho de iniciar servicio beta en el norte de Estados Unidos, dar servicio en el centro y sur de Chile y Argentina le sale casi gratis”.
Para entregar el servicio en la zona, la compañía de Musk “sólo tiene que instalar unas 12 estaciones en tierra”, afirma Rodríguez.
El precio de la reserva por el servicio de Starlink es de $99 dólares, equivalente a unos 70 mil pesos aproximadamente. A esto se debe sumar un pago único de $499 dólares, unos 350 mil pesos, por el kit de la antena.
Según ha detallado Musk a través de Twitter, el precio del servicio será estándar para todos los países, con ligeras variaciones debido a los impuestos y al valor de despacho de la antena. Sin embargo, aún hay que esperar para saber cuál será el modelo de negocio que se implementará en nuestro país.