En Estados Unidos, cientos de familias interpusieron una demanda a Meta, Snap.inc, TikTok y Google por el daño y el contenido al que están expuestos los niños y jóvenes en las redes sociales.

Hace algunas semanas, se conoció el caso de cientos de personas en EE.UU. principalmente padres, que interpusieron una demanda contra Meta (Facebook e Instagram), TikTok, Snap.inc y Google, por los peligros y daños que producen las redes sociales en niños y jóvenes. Ahora, Taylor Little, de 21 años, contó su testimonio.

En una entrevista con BBC News, Taylor explicó que su adicción con las redes sociales comenzó cuando tenía 12 años. Dice que dejó de hacer cosas que antes disfrutaba, como el deporte, y que también cambió su personalidad extrovertida.

Además, tuvo depresión y varios intentos de suicidio. “Me vi literalmente atrapada por la adicción a los 12 años. Y no recuperé mi vida en toda mi adolescencia”, comentó al medio. Para Taylor, las grandes compañías tras las redes sociales son “monstruos malvados”.

“Si me quitaban el teléfono, era como tener síndrome de abstinencia. Era insoportable. Literalmente, cuando digo que era adictivo, no quiero decir que me creara un mal hábito. Quiero decir que mi cuerpo y mi mente lo ansiaban”, relató.

En la misma línea, habló sobre el contenido explícito al que se expuso, como imágenes de autolesiones, por ejemplo. “Cuando tenía 11 años, hice clic en una página y me apareció eso sin ninguna advertencia. No, no lo busqué. No lo pedí. Todavía puedo verlo. Tengo 21 años y todavía puedo verlo”, recordó.

Asimismo, también se encontró con páginas en torno a trastornos alimenticios. “Era como una secta. Se sentía como una secta. Te bombardean constantemente con fotografías de un cuerpo que no puedes tener sin morir“, aseguró.

Casos como el de Taylor han llegado más lejos, hace un tiempo en Reino Unido causó revuelo la historia de Molly Rusell, una adolescente que se quitó la vida. La investigación en torno a su muerte reveló que “sufría depresión y los efectos negativos del contenido en línea”, según BBC News.

Taylor menciona que “mi corazón se rompe de una forma que no puedo expresar con palabras por gente como Molly. Soy feliz. Realmente me encanta mi vida. Estoy en un lugar al que no pensé que llegaría. Ellos saben que nos estamos muriendo. No les importa. Ganan dinero con nuestra muerte“, concluye.

Una gran demanda contra las redes sociales

La demanda contra TikTok, Snap.inc, Google y Meta, compañía tras Facebook e Instagram, es una de las más grandes de Silicon Valley. Entre los demandantes figuran 41 estados del país, que incluyen a familias, agrupaciones escolares y jóvenes como Taylor, que cumplieron mayoría de edad y decidieron tomar acción.

El caso ha avanzado en que recientemente se dictaminó que las compañías no pueden protegerse bajo la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que aboga por la libertad de expresión, lo cual resultó en un buen pronóstico para los demandantes.

Asimismo, el juez apuntó a la falta de un sistema de verificación de edad más seguro y otras herramientas para control parental en redes sociales, como un argumento a favor para las familias.

Si bien, todavía queda camino por recorrer, Meta manifestó sus intenciones de mejorar estos sistemas y han empatizado con la preocupación por los niños y jóvenes.

Google por su parte, declaró que: “Las acusaciones en estas denuncias simplemente no son ciertas. Proteger a los niños a través de nuestras plataformas siempre ha sido fundamental para nuestro trabajo.”

Snap.inc, por otro lado, ha señalado que “examinamos todo el contenido antes de que pueda llegar a una gran audiencia para evitar la propagación de cualquier cosa que pueda ser perjudicial”. Mientras que TikTok no ha emitido declaraciones públicas.