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La Fuerza Aérea de Chile (FACh) ha concretado un acuerdo con la multinacional americana Hewlett Packard Enterprise (HPE) para adquirir tecnología que permita procesar grandes cantidades de datos y así potenciar el Programa Espacial Nacional y la construcción del Centro Espacial Nacional (CEN) en Cerrillos, que ya lleva un 30% de avance. HPE proporcionará supercomputadores capaces de procesar enormes volúmenes de información satelital, lo que beneficiará áreas como la agricultura, emergencias, cambio climático, tráfico, desastres naturales y planificación urbana, entre otras. Este esfuerzo busca democratizar el acceso a la información espacial para sectores públicos y privados, generando aplicaciones prácticas.
La Fuerza Aérea de Chile (FACh) esta semana concretó un acuerdo con la multinacional americana Hewlett Packard Enterprise (HPE), para adquirir tecnología de procesamiento de enormes cantidades de datos en miras de mejorar e impulsar el Programa Espacial Nacional.
Esto en el marco de la construcción del Centro Espacial Nacional (CEN), que partió en mayo pasado en la comuna de Cerrillos y hoy ya va en aproximadamente un 30% de su avance, según explicó en conversación con BiobioChile, Héctor Contreras, Coronel de Aviación de la FACh y director del CEN.
“Es un programa eminentemente social, y que a través de los beneficios que el espacio nos brinda, puede entregar soluciones concretas a problemas reales de la sociedad”, dice.
Desde el CEN, eventualmente, se podrá procesar información geoespacial, lo que además permitirá un mayor desarrollo de inteligencia artificial (IA) a nivel país, pero ¿cómo lo harán? ¿Y en qué veremos reflejada esta inversión?
Ahí es donde entra la compañía HPE, que de hecho, no es cualquier cosa. Trabajan proporcionando servicios de procesamiento de datos, como servidores, almacenamiento, redes, consultoría y soporte, destacando en el área de supercomputación, incluso han sido socios claves para agencias como la NASA.
En este sentido, lo que harán es formar el vínculo entre las capacidades que tiene Chile para generar enormes cantidades de datos satelitales y el sector público, que buscará soluciones a partir del procesamiento de esta información.
Contreras asegura que “investigar o estar en el mundo espacial genera mejores trabajos, y eso tiene un impacto directo en el desarrollo de un país, en un mayor crecimiento, una mejor economía, y eso se traduce finalmente en que la sociedad tiene un mejor vivir”.
El futuro de Chile en manos de supercomputadores
El Programa Espacial Nacional y el CEN vienen a reforzar el ya existente Sistema Nacional Satelital (SNSAT), por lo que la FACh necesitaba tecnología para “aterrizar” los datos y transformarlos en información útil.
“Para poder dar soporte a todo el nivel de datos que considera este proyecto, HPE dispondrá de computadores de alto rendimiento denominados HPC (High Performance Computing), vale decir: supercomputadores. Estos pueden procesar miles de millones de datos por segundo“, comenta al medio Orlando Riquelme, Gerente General HPE en Chile.
Asimismo, los HPC son capaces de hacer billones de cálculos en un segundo, combinándose con herramientas de IA para cruzar los datos. “Universidades en Estados Unidos y en Inglaterra utilizan estos sistemas para realizar cálculos en física teórica, astrofísica, física de partículas, cosmología y física nuclear”, ejemplifica.
Poder realizar cálculos complejos de manera rápida permite a los científicos estudiar en profundidad cómo se forman las estrellas y cómo se forman y evolucionan los planetas, entre otras temáticas de la astronomía, que en Chile abarca un amplio sector, pero en el caso del programa espacial, se aplicará en otras áreas.
“Se puede llevar a planos como la agricultura, situaciones de emergencia, efectos de cambio climático, tráfico, planificación urbana, entre otras“, explica Riquelme.
En total, HPE entregará al Programa Espacial una capacidad de procesamiento de un total de 193 TeraFlops, lo que se traduce en:
• Procesar y analizar 384.000 imágenes satelitales de resolución alta en solo una hora.
• Procesar hasta 192.000 imágenes médicas en una hora (más de 50 imágenes por segundo).
• Analizar en tiempo real hasta 960 cámaras de videovigilancia HD, simultáneamente.
• Procesar y analizar alrededor de 1,3 a 1,9 millones de transacciones por minuto para detección de fraude.
• Monitorear y Optimizar alrededor de 1.900 segmentos de tráfico en tiempo real.
Uno de los supercomputadores de HPE se instalará en el CEN, puntualiza Contreras, el director. “Y va a tener también los data centers requeridos para almacenar toda esta información y procesarla. A este supercomputador, a través de ciertos sistemas, que hoy día también estamos generando los procesos adecuados, la comunidad científica, la comunidad académica y también los sectores públicos van a poder tener acceso“.
“Si un computador normal necesita procesar un gran volumen de información y eso va a demandar dos meses, un supercomputador lo puede hacer quizás unas cuantas horas“, agrega.
Los beneficios del Programa Espacial Nacional
La información que se trabajará en el CEN será clave para el desarrollo del país. Cuando se habla de un programa espacial, en el caso de Chile significa idear la forma de recolectar datos desde allí y usarlos a favor de la ciudadanía.
Contreras explica que se está contemplando el desarrollo de aplicaciones y software con el objetivo de que la información ya procesada vaya directo al sector público y también al privado.
En este sentido, Riquelme también añade que “se puede pensar que el mundo militar tiene mucha confidencialidad en los datos que puede tener al interior del país. En este caso, este marco de colaboración junto a FACh va justo en línea de poder democratizar este acceso de ‘súper información’, si podemos llamarla así, para que se puedan entregar a las autoridades especialistas en cada ministerio o sector privado”.
“La gente va a poder tener acceso a esta información satelital“, simplifica el coronel. Los desafíos actuales que enfrentan los agricultores pueden ser una manera ilustrativa de ejemplificarlo.
“Aquel agricultor, por ejemplo, que tiene plantaciones de frutillas o de cualquier elemento, va y no tiene idea de por qué se le están secando sus plantaciones. Entonces a través de todos estos aplicativos, a través de este geoportal o a través de esta aplicación móvil, va a poder entender si sus plantaciones se están secando producto de una enfermedad, por falta de agua o por exceso de agua. Ese es finalmente la aplicación práctica para la persona que no entiende cómo el programa espacial le puede ser beneficioso”, aclara.
Así se verá el CEN una vez terminado:
Otro ejemplo es que “a través de la IA y a través del procesamiento de informaciones satelitales, en grandes volúmenes, podemos generar algoritmos que nos permitan crear software específicos y modelos predictivos que nos ayuden a encontrar personas extraviadas“.
“Eso significa que a través de toda esta información, cuando se extravíe una persona, se pueda encontrar de manera mucho más rápida a través de estos aplicativos. Esas son las aplicaciones más prácticas de todo esto”, agrega.
Del mismo modo sirve en el caso de desastres naturales, algo a lo que Chile no es ajeno. “Las autoridades pueden tomar decisiones en función de qué tan prioritario es atacar un sector en función de la emergencia respecto a otro. Porque generando una visualización desde el espacio podemos entender si un sector está mucho más dañado o no”, dice Contreras.
Si bien el CEN aún no está completo y su inauguración se pronostica para finales del 2025, el primer supercomputador ya está instalado y funcionando. “Estamos hablando cosa de semanas para poder ya empezar a generar productos”, puntualiza.
¿A qué aspira el Programa Espacial Nacional?
Contreras enfatiza que en el ámbito espacial, Chile ya no necesitará traer tecnología externa, o eso es lo que esperan a largo plazo.
“Lo que aspiramos como programa espacial es que Chile deje de ser un comprador de servicios, un comprador de tecnología, y que el cambio se oriente a ser un desarrollador de tecnología y un prestador de servicio. Eso se hace atrayendo el conocimiento, generando conocimiento en Chile, y no yendo a buscar la última tecnología. Es muy fácil ir afuera, comprar lo último, traerlo, y empezar a ocupar, pero el proceso se pierde todo el conocimiento”, reflexiona Contreras.
Aquí juegan un rol las empresas emergentes, que “se van a ver entusiasmadas por esto”, señala. El director del CEN dice que como Estado “tenemos que ayudar a esa empresa a que surja. Ese es el modelo que se ha aplicado en todos los países que hoy día tienen un gran protagonismo en el mundo espacial”.
Un ejemplo puede ser el caso de Estados Unidos con la NASA, cuando los recursos del estado dejaron de ser suficientes para el desarrollo y las misiones de la agencia espacial, por lo que sus líderes optaron por invitar al sector privado. Recordemos que, cuando se cerró el programa del transbordador espacial Challenger por su alto costo, aparecieron pequeñas startups que salvaron a la carrera espacial, una de ellas es hoy la inmensa SpaceX, que ahora planea enviar humanos a Marte con el cohete espacial más grande del mundo.
“El CEN lo que va a hacer es darle impulso a todas aquellas ideas emprendedoras, ideas innovadoras en el mundo espacial, ponerlos en contacto con quienes correspondan, ir a buscar el financiamiento respectivo para que estas empresas emergentes se puedan desarrollar y la industria espacial en Chile pueda crecer”, continúa el coronel de la FACh.
El mensaje para el ciudadano común es que “si todos nos unimos, el espacio no pertenece a un sector específico, el espacio le pertenece a la sociedad. Entonces, el mensaje es transversal. Es que todas aquellas personas que se sientan motivadas, avancen”, completa.
“En el espacio no existe la palabra fracaso. La palabra fracaso la cambiamos por experiencia. Por lo tanto, no hay que tener miedo de fracasar, hay que solamente tener incentivo en seguir avanzando. Y el espacio es para todas las profesiones, por lo tanto, el mensaje es que nos motivemos y empujemos este carro todos juntos”, concluye.