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Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

Ingenieros de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad Johns Hopkins crearon un ordenador basado en ADN capaz de almacenar datos y resolver problemas de ajedrez y sudoku simultáneamente, superando desafíos anteriores en computación molecular. La tecnología utiliza estructuras llamadas "dendricoloides" para almacenar cadenas de ADN de forma densa, logrando una capacidad de 10.000 terabytes por centímetro cúbico y una durabilidad de miles de años. Este avance promete ser una alternativa más compacta y eficiente en comparación con los ordenadores electrónicos convencionales, abriendo nuevas posibilidades en tareas como el entrenamiento de inteligencia artificial. Aunque aún no son comunes, estos ordenadores de ADN representan un paso significativo hacia equiparar la computación molecular con los dispositivos electrónicos tradicionales.

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Ingenieros de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NC State) y la Universidad Johns Hopkins, crearon un ordenador basado en ADN, en lugar de la electrónica convencional, capaz de almacenar datos y realizar cálculos simultáneamente.

La nueva creación permite el almacenamiento, recuperación, computación, borrado o reescritura de datos de forma repetida, pero incluso es capaz de resolver problemas sencillos del ajedrez y sudoku, lo que hasta ahora habría sido un desafío en el campo de la computación molecular.

Las tecnologías anteriores que usaban ADN para almacenar y procesar datos lograban algunas de estas funciones, pero no todas simultáneamente.

Ordenador de ADN que resuelve problemas de ajedrez y sudoku

En ese sentido, este avance podría revolucionar la computación molecular, ofreciendo una alternativa más compacta y duradera que los ordenadores electrónicos convencionales.

“Hemos demostrado que las tecnologías basadas en ADN son viables porque hemos construido una”, afirma Albert Keung, profesor asociado de ingeniería química y biomolecular en NC State y líder del proyecto.

¿Cómo funciona esta nueva creación?

La clave de este sistema revolucionario son unas estructuras llamadas “dendricoloides”, que se asemejan a diminutos árboles ramificados a escala nanométrica.

Estas estructuras poliméricas permiten almacenar cadenas de ADN de forma extremadamente densa, además protege las moléculas de ADN, logrando una capacidad de almacenamiento de 10.000 terabytes por centímetro cúbico.

“Se podrían meter mil ordenadores portátiles de datos en un almacenamiento basado en ADN que tiene el mismo tamaño que la goma de borrar de un lápiz”, explica Keung.

Por su parte, una de las grandes ventajas de esta tecnología es su capacidad para conservar los datos a largo plazo.

Los experimentos sugieren que las moléculas de ADN almacenadas en dendricoloides pueden durar miles de años a temperaturas de aproximadamente 4 grados Celsius.

Sin embargo aquello no es todo, a temperaturas más bajas, la vida útil podría extenderse a millones de años, superando con creces la durabilidad de cualquier medio de almacenamiento electrónico actual.

Un proyecto ingenioso con ADN

Por otra parte, uno de los aspectos más ingeniosos es que el ADN almacenado puede distinguirse de las nanofibras que lo sostienen. Esto permite copiar la información en forma de ARN (ácido ribonucleico) para su procesamiento sin dañar los “archivos” originales ni el medio de almacenamiento.

“Podemos copiar información directamente desde la superficie del material sin dañar el ADN. También podemos borrar fragmentos específicos y reescribirlos en la misma superficie, como si estuviéramos editando un disco duro”, explica Kevin Lin, primer autor del estudio.

Ajedrez y sudoku

Para demostrar las capacidades de su “motor de almacenamiento y cálculo de ADN primigenio”, los investigadores lo pusieron a prueba con problemas sencillos de ajedrez y sudoku en una cuadrícula de 3×3.

El sistema cargó aproximadamente 1.000 configuraciones posibles del tablero en las micropartículas de ADN y utilizó enzimas para eliminar las soluciones no válidas, dejando solo las correctas.

Este método demostró cómo los ordenadores de ADN son especialmente aptos para resolver problemas que requieren mucha paralelización.

“Descubrimos que esta unión del ADN con un material sintético proporciona toda una serie de nuevas capacidades prácticas que antes no eran posibles”, afirmó Keung.

Alternativas para el futuro

Si bien la potencia y velocidad de estos ordenadores de ADN aún no alcanzan a los actuales, su ventaja radica en la posibilidad de almacenar grandes cantidades de información en espacios diminutos y con un consumo energético mucho menor.

Los investigadores creen que, con el tiempo, estos dispositivos podrían ofrecer una alternativa más eficiente en tareas como el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial, lo que reduciría el alto coste energético de los procesadores actuales.

Aunque las computadoras de ADN aún no son de uso común, la capacidad de almacenar y manipular datos en el mismo medio, de manera programable y repetible, es un hito que se acerca a equiparar la computación molecular con las funcionalidades de los dispositivos electrónicos tradicionales.

“Queríamos desarrollar algo que inspirara el campo de la computación molecular. Y esperamos que lo que hemos hecho aquí sea un paso en esa dirección”, concluye Keung.