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En la 11ª conferencia del Comité Científico de Investigación Antártica, cerca de 1.500 expertos se reunieron para discutir el impacto del cambio climático en la Antártida. Durante el encuentro se destacaron los fenómenos extremos como fuertes lluvias, olas de calor y vientos secos que están provocando derretimiento masivo, desprendimiento de glaciares y condiciones climáticas peligrosas. Expertos como Liz Keller y Mike Weber plantean la posibilidad de que la Antártida haya alcanzado un punto de inflexión irreversible en la pérdida de hielo. Aunque sugieren que reducir las emisiones de combustibles fósiles podría contrarrestar el avance del deshielo, advierten que si se mantienen altas, la situación podría volverse incontrolable. Las estimaciones actuales sugieren que el nivel del mar podría aumentar hasta cuatro metros para el 2100 y más si las emisiones continúan creciendo, lo que tendría implicaciones globales significativas.

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Casi 1.500 académicos, investigadores y científicos especializados en la Antártida, se reunieron durante dos semanas en Chile, con el fin de compartir investigaciones sobre el continente blanco y el impacto del cambio climático.

Durante la reunión de diversos profesionales en la 11ª conferencia del Comité Científico de Investigación Antártica, se conversó sobre diferentes puntos de la ciencias. Sin embargo, lo que más causó atención fue el futuro de la Antártida y como está cambiando más rápido de lo que se esperaba.

Los fenómenos extremos provocados por el cambio climático, fueron contados de la misma experiencia de los investigadores.

Aquellos abordaron las fuertes lluvias, las intensas olas de calor y los repentinos fuertes vientos secos en estaciones de investigación, los cuales provocaron derretimiento masivo, desprendimiento de glaciares y condiciones climáticas peligrosas con implicaciones globales, señala La Nación.

Con tal cantidad de experiencias, negativas, los expertos se cuestionaron si aquellos fenómenos climáticos podrían significar que la Antártida llegó a un punto de inflexión, o un punto de pérdida acelerada e irreversible del hielo.

Opinión de expertos sobre el futuro de la Antártida

“Existe incertidumbre sobre si las observaciones actuales indican una caída temporal o un declive (del hielo marino)”, dijo Liz Keller, especialista en paleoclima de la Universidad de Wellington en Nueva Zelanda y quien dirigió una sesión sobre la predicción y detección de puntos de inflexión en la Antártida.

“Si bien es difícil determinar si hemos llegado a un punto sin retorno, está claro que el ritmo del cambio no tiene precedentes. Es posible que veamos el mismo aumento de CO2 durante miles de años, y ahora ha sucedido solo en 100 años”, precisó Keller.

Por otro lado, Mike Weber, un paleooceanógrafo de la Universidad de Bonn en Alemania, especializado en la estabilidad de la capa de hielo antártica, menciona que los registros de sedimentos que datan de hace 21.000 años, muestran períodos similares de derretimiento acelerado del hielo.

Según Weber, la capa ha experimentado una pérdida acelerada de masa de hielo similar al menos ocho veces, con una aceleración que inicia a lo largo de unas pocas décadas y da paso a una fase de pérdida de hielo que puede durar siglos y llevar a niveles del mar drásticos en el mundo.

“Quizás estemos entrando en esa fase ahora mismo. Si es así, al menos por ahora, no habrá forma de detenerlo”, señaló.

¿Cómo contrarrestar el avance del deshielo?

Pese a lo que se cree, los expertos coincidieron en que los peores escenarios provocados por el cambio climático, aún pueden evitarse reduciendo las emisiones de combustibles fósiles.

“Si mantenemos las emisiones bajas, podremos detener esto en algún momento. Si las mantenemos altas, tendremos una situación descontrolada y no podremos hacer nada”, dijo Weber.

Por su parte los científicos, señalaron que la velocidad y la cantidad con que se bombea carbono a la atmósfera no tiene precedentes.

Gino Casassa, glaciólogo y director del Instituto Antártico Chileno, dijo que las estimaciones actuales muestran que el nivel del mar subirá en cuatro metros para 2100 y más si las emisiones continúan creciendo.

“Lo que sucede en la Antártida no se queda en la Antártida”, afirmó Casassa, complementano con que los patrones atmosféricos, oceánicos y climáticos globales están vinculados al continente.

“La Antártida ya no es ese continente, ese refrigerador aislado del resto del planeta y que no importa mucho lo que pasa ahí“, aseguró.