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En el Mar Mediterráneo, las orcas han vuelto a la carga atacando un barco frente a las costas de España, destruyendo el timón del velero Amidala tripulado por ciudadanos belgas, quienes quedaron a la deriva cerca de Cabo Finisterre en Galicia. El rescate, afectado por fuertes vientos y oleaje, duró más de cinco horas y resultó en un tripulante gravemente herido evacuado en helicóptero.

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Las orcas del Mar Mediterráneo volvieron a la acción, atacando otra vez este pasado domingo un barco frente a las costas de España. Esta vez, sin embargo, los científicos tienen nuevas teorías sobre este extraño -y peligroso- comportamiento.

Según reportaron medios como el New York Times, esta vez los cetáceos destruyeron el timón (la pieza posterior del barco que dirige su rumbo) del velero Amidala, tripulado por dos ciudadanos belgas, quienes quedaron a la deriva cerca de el Cabo Finisterre en Galicia.

El rescate tomó más de cinco horas, debido a los fuertes vientos y el oleaje de hasta tres metros que complicaron su retorno a tierra firme. Durante la maniobra, uno de los tripulantes resultó gravemente herido en la mano y tuvo que ser evacuado en helicóptero.

Aún se desconoce por qué de repente a las orcas les dio por agredir a las embarcaciones en el área. Se ha especulado que puede tratarse de alguna forma de venganza colectiva por algún suceso aún no identificado, o que tal vez simplemente están aburridos y ven en los timones un objetivo con el cual entretenerse.

Una nueva teoría postulada por el Instituto Español para la Investigación del Delfín Mular apunta, sin embargo, a que las orcas están usando los barcos como objetivos de práctica para enseñar a sus crías a cazar atunes rojos.

Dichos peces, que pueden pesar cientos de kilos y medir hasta 3 metros de largo, son presas especialmente difíciles para las orcas debido a su velocidad. Los veleros, con su movimiento rápido y silencioso cerca de la superficie, se asemejan a estos peces, convirtiéndose en blancos ideales para el entrenamiento.

Según explica el biólogo jefe del Instituto, Bruno Díaz López, “esto es como un juguete de entrenamiento. Es una pena que los humanos estemos en medio de este juego, pero ellos están aprendiendo”.

Interesantemente, los investigadores notaron que son principalmente las orcas jóvenes las que participan en estos “ataques”, aunque a veces se observa la presencia de adultos, sugiriendo un proceso de enseñanza intergeneracional. Las orcas parecen haber descubierto que el timón es una parte vulnerable de las embarcaciones, concentrando sus embestidas en esta zona.

Frente a esta situación, los navegantes están compartiendo consejos y hasta utilizando aplicaciones para evitar estos encuentros.

Mientras el debate continúa, los incidentes se acumulan.

En mayo, un velero fue hundido en el estrecho de Gibraltar tras un encuentro similar. Las orcas, a pesar de su nombre común, son en realidad parte de la familia de los delfines y pueden alcanzar tamaños impresionantes: hasta ocho metros de largo y seis toneladas de peso.