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Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Bristol reveló qué hacen los animales después de fingir estar muertos para evitar ser presas de depredadores. El comportamiento de inmovilidad, conocido como "simulación de muerte", es común en muchos animales y se observó en larvas de hormigas león que permanecieron estacionarias al ser manipuladas. La duración de esta inmovilidad es impredecible a nivel individual pero sigue un patrón predecible en la población.

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Un nuevo estudio reveló qué hacen los animales después de fingir estar muertos para evitar ser víctimas un depredador y en qué contexto se produce este comportamiento.

Muchos animales, como último recurso de defensa, se quedan inmóviles tras percibirse como potenciales presas. Este comportamiento es tan común que se reconoce en frases como “hacerse el muerto”, e incluso es utilizado por humanos en circunstancias extremas.

En estudios anteriores, realizados con larvas de hormigas león por el mismo equipo -liderado por la Universidad de Bristol-, los científicos observaron que se quedaban inmóviles después de ser manipuladas individualmente.

En un momento dado, era necesario pesar las larvas, lo que con insectos tan pequeños puede ser muy difícil, ya que si se mueven en el plato de la balanza, determinar su masa puede ser un desafío.

Sin embargo, cuando las larvas de hormiga león se dejaron caer, muy suavemente, sobre el plato de una balanza, permanecieron completamente estacionarias durante tiempo más que suficiente para que su peso se registrara con precisión.

Totalmente aleatorio

El profesor emérito Nigel Franks de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Bristol, que dirigió el estudio, dijo en un comunicado: “Decidimos investigar este comportamiento denominado ‘simulación de muerte’ y descubrimos que la cantidad de tiempo que las hormigas león permanecen estacionarias es completamente impredecible para cualquier individuo”.

“Esto se confirma al observar la duración de la inmovilidad posterior al contacto en un gran número de hormigas león. Estos datos muestran una distribución exponencial. Así que, al igual que con los átomos radiactivos, el momento en que un individuo cambia de estado es impredecible, pero el patrón de la población es perfectamente predecible”, detalló.

El estudio muestra que el comportamiento de las hormigas león que se esconden a plena vista de esta manera es probablemente adaptativo porque un depredador que haya recogido y luego soltado una larva de hormiga león no podría saber cuánto tiempo esperar a que su víctima potencial se mueva de nuevo y se convierta una vez más en una presa reconocible. De hecho, una de las hormigas león registradas permaneció completamente estacionaria durante más de una hora.

Aunque no se puede predecir cuándo una hormiga león inmóvil volverá a la vida, esto no significa que el depredador necesariamente haya abandonado la escena para buscar una presa alternativa.

Ya, se hizo el muerto… ¿ahora qué?

La siguiente pregunta del equipo fue qué hacen los animales después de hacerse los muertos. En el nuevo estudio, muestran que lo que hacen las hormigas león depende de la situación en la que se encuentran.

Las larvas de hormigas león son animales que excavan y podrían buscar seguridad sumergiéndose en el sustrato friable donde normalmente construyen sus hoyos. Pero es muy posible que un depredador deje caer una hormiga león sobre un sustrato duro que no le permitiría escapar.

Mediante el uso de un sofisticado seguimiento automatizado de video de la locomoción intermitente de hormigas león individuales en diferentes sustratos, los investigadores descubrieron que lo que hace una hormiga león después de terminar su período de inmovilidad depende de las estrategias de escape disponibles.

“Nuestro estudio bien podría ser el primero en determinar qué hacen los animales después de haberse hecho los muertos, y demostramos que lo que hacen depende del contexto. Es una disyuntiva”, agregó Franks. “Nuestro trabajo abre así el campo de estudio de la vida después de la muerte en la enorme variedad de animales que presentan simulación de muerte, tanatosis o lo que preferimos llamar inmovilidad post-contacto”.