VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

Científicos encontraron una rara estructura bajo tierra en forma de "L" muy cerca de las pirámides de Egipto, denominada como una "anomalía" debido a la incertidumbre sobre su naturaleza. Ahora, realizarán excavaciones para identificar de qué se trata.

Desarrollado por BioBioChile

Un nuevo hallazgo cerca de las pirámides de Giza, en Egipto, desconcertó a los científicos, una estructura bajo tierra en forma de “L” a la que llamaron “anomalía”, puesto que no han podido descifrar de qué se trata.

Los científicos encontraron esta formación utilizando teledetección en un área conocida como “cementerio occidental de Giza”, ya que contiene entierros de la familia real y funcionarios de alto rango del antiguo Egipto, según detalla el estudio que se publicó durante los primeros días de mayo en la revista Archaeological Prospection.

La anomalía, que tiene una forma parecida a la letra “L”, se encuentra a unos 2 metros bajo tierra y en total mide aproximadamente 10 metros de largo, determinaron los científicos de la Universidad Internacional Higashi Nippon, la Universidad de Tohoku y el Centro Nacional de Investigación, que realizaron la exploración.

Una anomalía sin explicación en las pirámides de Egipto

De acuerdo con los análisis preliminares, la L “parece haber estado llena de arena, lo que significa que fue rellenada después de su construcción”, dice el paper. Además, más abajo identificaron otra anomalía, por lo que presumen que la L podría ser la entrada a esta.

La segunda anomalía se extiende sobre un área de aproximadamente 10 metros por 10 metros y su profundidad es de unos 5 a 10 metros por debajo de la superficie. “El material eléctricamente resistivo y puede ser una mezcla de arena y grava, incluidos espacios escasos o huecos de aire en su interior”, señalan los expertos.

Descubren una anomalía en forma de
Área donde se encuentra la “L” subterránea | Revista ‘Archaeological Prospection’

Motoyuki Sato, profesor del Centro de Estudios del Noreste Asiático de la Universidad de Tohoku, en Japón, y autor principal del estudio, dijo que ahora el siguiente paso sería excavar para averiguar de qué se trata, según recoge Live Science.

Sin embargo, el científico no descarta que pueda ser un fenómeno natural, pero debido a que se encuentra en una zona de rico patrimonio arqueológico, están barajando otras teorías.