La sonda espacial Europa Clipper, que investigará la luna Europa, de Júpiter, llevará además un mensaje de la humanidad al espacio, grabado en un disco de oro, similar al de las sondas Voyager.
La NASA volverá a enviar un mensaje de la humanidad al espacio, que será parte de la misión Europa Clipper de la NASA con destino a la luna Europa de Júpiter, que tiene evidencia de un océano bajo su corteza helada. La misión se lanzará en octubre con información grabada en una placa de metal.
En el corazón de la placa se grabó el manuscrito de la poeta estadounidense Ada Limón “En elogio del misterio: un poema para Europa”, junto con un microchip de silicio estampado con más de 2,6 millones de nombres enviados por el público.
El microchip será la pieza central de una ilustración de una botella en medio del sistema joviano, en referencia a la campaña “Mensaje en una botella” de la NASA, que invitaba al público a enviar sus nombres con la nave espacial.
¿Qué dice el mensaje de la humanidad que irá al espacio?
Además del poema y los nombres del público, la NASA desarrolló un ‘disco de oro’ para Europa, hecho de tantalio metálico y de aproximadamente 18 por 28 centímetros, la placa presenta elementos gráficos en ambos lados.
El panel que mira hacia afuera presenta arte que resalta la conexión de la Tierra con Europa. Los lingüistas recopilaron grabaciones de la palabra “agua” hablada en 103 idiomas, de familias de idiomas de todo el mundo. Los archivos de audio se convirtieron en formas de onda (representaciones visuales de ondas sonoras) y se grabaron en la placa. Las formas de onda irradian desde un símbolo que representa el signo del lenguaje de señas estadounidense para ‘agua’.
Siguiendo el espíritu del Disco de Oro de la nave espacial Voyager, que transporta sonidos e imágenes para transmitir la riqueza y diversidad de la vida en la Tierra, el mensaje en capas en Europa Clipper pretende despertar la imaginación y ofrecer una visión unificadora.
“El contenido y el diseño de la placa de Europa Clipper están llenos de significado”, dijo en un comunicado Lori Glaze, directora de la División de Ciencias Planetarias en la sede de la NASA en Washington. “La placa combina lo mejor que la humanidad tiene para ofrecer en todo el universo: ciencia, tecnología, educación, arte y matemáticas. El mensaje de conexión a través del agua, esencial para todas las formas de vida tal como la conocemos, ilustra perfectamente el vínculo de la Tierra con este misterioso mundo oceánico que nos proponemos explorar”.
En 2030, después de un viaje de 2.600 millones de kilómetros, Europa Clipper comenzará a orbitar Júpiter, realizando 49 sobrevuelos cercanos a Europa. Para determinar si existen condiciones que puedan sustentar la vida, el poderoso conjunto de instrumentos científicos de la nave espacial recopilará datos sobre el océano subterráneo de la luna, la corteza helada, la delgada atmósfera y el entorno espacial. La electrónica de esos instrumentos está alojada en una enorme bóveda de metal diseñada para protegerlos de la devastadora radiación de Júpiter. La placa conmemorativa sellará una abertura en la bóveda.
Debido a que la búsqueda de condiciones habitables es fundamental para la misión, la Ecuación de Drake también está grabada en la placa, en el lado que mira hacia adentro. El astrónomo Frank Drake desarrolló la formulación matemática en 1961 para estimar la posibilidad de encontrar civilizaciones avanzadas más allá de la Tierra. Desde entonces, la ecuación ha inspirado y guiado la investigación en astrobiología y campos relacionados.
Además, la obra de arte en el lado interior de la placa incluirá una referencia a las frecuencias de radio consideradas plausibles para la comunicación interestelar, simbolizando cómo la humanidad usa esta banda de radio para escuchar mensajes del cosmos. Estas frecuencias particulares coinciden con las ondas de radio emitidas en el espacio por los componentes del agua y los astrónomos las conocen como el “agujero de agua”. En la placa están representados como líneas de emisión de radio.
Finalmente, la placa incluye un retrato de uno de los fundadores de la ciencia planetaria, Ron Greeley, cuyos primeros esfuerzos por desarrollar una misión a Europa hace dos décadas sentaron las bases de Europa Clipper.